Los residentes del Parque Nacional dependen 100% del turismo, el cual se mantiene paralizado desde el 1º de febrero, cuando se suspendieron operaciones aéreas por los casos de COVID-19 reportados. Sin embargo, en ese tiempo, grupos pequeños de turistas, relacionados al gobierno de Nicolás Maduro, han tenido acceso a las playas roqueñas
Habitantes de Los Roques no quieren que sea destino de “solo un grupito de enchufados”
El malestar de los Roqueños los llevo a la pista e impedir por horas el despegue de una avioneta privada que llegó al Gran Roque con turistas a pesar de la suspensión de operaciones aéreas que pesa sobre el destino turístico. Foto: Cortesía
El aterrizaje de un helicóptero con cuatro turistas el viernes 26 de febrero fue la gota que rebasó la paciencia de los roqueños. Ese aterrizaje y la llegada de dos avionetas privadas, caldearon los ánimos de quienes habitan en el Gran Roque, el islote principal del Parque Nacional Los Roques, uno de los destinos turísticos más importantes de Venezuela.
Lo que enardeció a los roqueños es que el parque Nacional, cuya economía depende 100% de la actividad turística, se mantiene cerrado y sin operaciones aéreas desde el pasado 1º de febrero. La decisión de cierre obedeció al aumento de casos confirmados de COVID-19 en el islote.
Sin embargo, a pesar de la orden de cierre, pequeños grupos de turistas, que llegan en yates o aviones privados, organizan paseos hacia los cayos de Los Roques, favoreciendo a muy pocos prestadores de servicio. Estos turistas reciben autorización desde las instancias del gobierno de Nicolás Maduro, a pesar de la medida de cierre, que se aplica de forma estricta sobre los propios roqueños.
“Aquí el tema y es lo que más molesta al roqueño, es que mientras hay gente que llega en helicóptero o en avión privado a Los Roques, el turismo regular, el de las posadas más pequeñas, ese no tiene permiso. Es decir, a Los Roques solo está viniendo el turista que tiene más enchufe. Los roqueños no queremos ser el destino de solo un grupito de enchufados, sino estar abiertos para todo el que quiera venir”, cuenta vía telefónica a El Pitazo, una roqueña, que no desea ser identificada.
Según la Comisión Presidencial para la Prevención y Control del COVID-19 del gobierno de Nicolás Maduro, entre el 29 de enero y el 27 de febrero de 2021, se contabilizan 94 casos positivos del virus en el Gran Roque, una cifra elevada para un espacio geográfico pequeño donde habitan unas 3700 personas.
Fuentes del ambulatorio del Gran Roque aseguran que la cifra es mayor, pues las pruebas, tanto PDR como PCR, se agotaron y no han sido repuestas por el Ministerio de Salud.
“Por el COVID-19 el parque está cerrado, ¿pero es que no les va a dar COVID a los que llegan en helicópteros o en aviones privados? ¿no les da COVID a los amigos del gobierno que si salen y entran? Yo necesito trabajar porque ya no tengo modo ni de garantizar la comida de mis chamos. Yo trabajo en la cocina de una posada. Si está cerrada no hay trabajo ni pago”, contó Raquel Salazar, una de las mujeres que manifestó el pasado viernes desde la pista del aeropuerto en Los Roques.
Residentes de Los Roques protestan para exigir reinicio de operaciones aéreas
Trascendió que representantes del consejo comunal y de diversos sectores económicos del parque nacional: lancheros, comerciantes, pescadores y posaderos, sostuvieron un encuentro con el Jefe del Territorio Insular Francisco de Miranda, máxima autoridad en Los Roques, el almirante Eladio Jiménez Rattia, donde se trataron diversos puntos y la urgencia de abrir el parque. Se estima que esta semana se realicen anuncios en este sentido.
Mientras, en el Gran Roque los habitantes se mantienen alerta. Necesitan que se abra el parque y que se impongan normas de bioseguridad para mantener su paraíso turístico libre de coronavirus y de mayores abusos del poder.
El Pitazo