José Valera. El trabajo no termina cuando el usuario llega a su destino y desciende de la unidad, continúa con prevención, buen mantenimiento de ella y termina cuando ayudamos a aquellos que más nos necesitan.
Colaborar con aquellos que no pueden ayudarse a sí mismos, no es caridad es responsabilidad social.
Como Transportista, afirmó José Varela (TUxVzla) con una visión integral del servicio público que prestan, la labor no culmina al lograr que el pasajero llegue con bien a su destino, sino que continúa cuando abordamos otros aspectos igual de relevantes, el plan de mantenimiento mecánico es una constante, por ser una unidad en continuo uso, el desgaste y recambio de componentes es permanente, garantizar un adecuado plan financiero para cubrir todas las eventualidades posibles, necesidades personales y familiares es vital y, especialmente cuando abordamos la responsabilidad, el compromiso social que como elementos productivos y proactivos nos corresponde, no consideramos a los usuarios sólo como fuente económica sino como ser humanos que complementan una ecuación de ganar –ganar para ambos.
Consideramos, reflexionó José Varela que los usuarios, pasajeros, nuestros clientes, no sólo son nuestra fuente de sustento, porque estamos conscientes que dependemos del bienestar y solvencia económica de ellos, su empobrecimiento progresivo, su pérdida de capacidad de pago afecta sensiblemente nuestra solvencia económica, en tanto la demanda creciente de insumos y repuestos es creciente para el mantenimiento de la unidad, la inflación nos afecta tal vez un poco más fuerte que a los usuarios, porque el componente nacional de insumos y componentes es menor al requerido frecuentemente por ellos, la dolarización informal de la economía nacional, el problema país es un grave dilema para ambos y, las soluciones que se requieren nuestra principal ocupación, las dificultades para la consecución de dinero en efectivo, en tanto es el principal medio de pago para nosotros es un dolor de cabeza constante, por eso ambos apostamos a la modernización de las unidades, la digitalización de los medios de pago, aunque sabemos las enormes dificultades técnicas y financieras que ello acarrea.
Precisó, José Valera, los transportistas somos seres sociales en consecuencia la acción política con P mayúscula es determinante para nosotros, el conjunto de elementos sociales y económicos que constituyen nuestra actividad están fuertemente relacionados: con los planes de Urbanismo y desarrollo vial, los aspectos industriales, comerciales y de empleo, las políticas arancelarias, aspectos macroeconómicos, de equilibrio económico, confianza, seguridad personal y jurídica, tecnología, la conservación del ambiente y del planeta también es nuestro asunto y, obviamente los aspectos legislativos vinculados a nuestra actividad relevantes, lo cual obliga a los transportista a abordar no sólo su realidad y entorno inmediato sino a considerar otros factores igual de significativos.
Para José Varela, integrante de Transporte Unido Por Venezuela (TUxVzla), la labor de un transportista público no se inicia cuando aborda el pasajero y termina cuando desciende de ella, comienza cuando se levanta muy temprano, se dirige al lugar donde estacionar la unidad, enciende, revisa por enésima vez en todos los aspectos, se encuentra con el ayudante e inicia su recorrido, seguramente el día anterior le tocaba el turno para cargar combustible (Gasoil –diésel-) y permaneció muchas horas, desde muy temprano, para poder recargar el imprescindible combustible para la unidad, luego según los avatares de la ruta, el volumen del tráfico, trasladará el pasajero de su punto de origen a su destino, le corresponderá al terminar la jornada del día, limpiarla, barrerla (desinfectarla por la pandemia) y revisar bien niveles de aceite, agua, refrigerante y estado del sistema eléctrico y de frenado.
Asumimos, sostuvo José Varela que atender a nuestros compañeros de ruta, aquellos que atienden a los sectores sociales más populares y vulnerables es vital como #TUxVzla, en el país el 65% de las personas no tiene vehículo propio y requieren de nuestras unidades para poder movilizarse y, generalmente son los más pobres, aquellos que se encuentran en sitios más distantes, en zonas de topografía complicada e inferiores condiciones urbanas, por la distancia a los centros de empleo, sitios de trabajo, zonas industriales, comerciales y de movilidad financiera que, el requerimiento de nuestros servicios es más importante, porque la realidad de la economía y de tipo de servicio requerido los obliga a invertir más en movilización y transporte.
Por ello, concluyó José Varela de Transporte Unido por Venezuela, impulsamos el programa Solidaridad sobre ruedas, son múltiples los problemas que confrontamos a diario los transportistas públicos, pero no podemos perder de vista la realidad concreta de vida de nuestros usuarios y por ello dedicamos, en la medida de una coyuntura de recursos escasos, esfuerzos e inversión social a un iniciativas de corte integral y humana para agradecerles y devolverle a aquellos que han hecho posible, en medio de todas las dificultades y circunstancias país que aún continuamos rodando por Venezuela.
(Parte 2)
Alguna vez el sector la Carretera Vieja Caracas la Guaira fue la niña mimada del proceso, en la actualidad es la princesa de los zapatos rotos, olvidada y sin un real.
Un sábado para compartir en el eje de la vieja carretera Caracas la Guaira y el cumplimiento de la debida responsabilidad social con los usuarios y la línea los Tigres de Plan de Manzano.
La 1era carretera Vieja, Caracas la Guaira la inauguró el presidente Carlos Soublette en enero del año 1845, 37 Km de longitud, carruajes tirados por caballos y carretas de mulas fueron los primeros medios de movilización y transporte, entre el 1911 y el año 1924, durante el gobierno del General Gómez fue construida la nueva carretera Caracas – La Guaira. En diciembre del año 1953 el General Marcos Pérez Jiménez inaugura la moderna autopista Caracas – La Guaira y la carretera vieja pasa a 2do plano. La caída del viaducto número uno, el 5 de enero del año 2015, demostró la importancia estratégica de la olvidada carretera vieja, pero construido el nuevo viaducto, su uso y mantenimiento la regresó al olvido.
Por su importancia estratégica, política y electoral, su cercanía a Miraflores y el ser punto de comunicación (transporte de alimentos e insumos) con el puerto de la Güira, el aeropuerto de Maiquetía y sus playas (Estado Vargas, importante área de recreación y turismo para la gran Caracas), Catia, la parroquia Sucre (con su amplia vitalidad comercial) y en particular el eje carretero fueron foco de atención política y populista en los 1eros años del régimen. Comenta José Varela, integrante de Transporte Unido Por Venezuela (TUxVzla), integrante de la directiva de la línea los Tigres de Plan de Manzano y coordinador nacional del programa de responsabilidad y compromiso social #SolidaridadSobreRuedas, acá no había programa social del gobierno que no se desarrollará, la alcaldía de Caracas y los distintos ministerios estaban siempre pendiente del eje carretero, los camiones de gas bajaban con frecuencia y las cajas #Clap se repartían con puntualidad militar.
Siendo el área de la carretera vieja y de la autopista Caracas – La Guaira zona de alta amenaza geotécnica y de inundación, debido a sus condiciones geomecánicas, clinometricas y litoestructurales (alta inestabilidad geológica), las periódicas y constantes deslizamientos, derrumbes, obligó a permanentes desalojo y reubicación de sus habitantes, muchos de ellos trasladados y/o reubicados en diversos estados del interior del país y el estado Miranda, hoy regresan dada la profunda recesión e inflación en ellos, la parálisis económica amplificada por la pandemia del Covid-19 y la cercanía a la burbuja en que se ha convertido Caracas, inducen el retorno en busca de ingresos y empleos que en la actual coyuntura país se han vuelto muy difíciles y escasos.
Las rutas troncales que cubrían regularmente estas zonas de difícil y accidentada topografía han desaparecido gradualmente, la baja rentabilidad, los magros ingresos de sus pobladores y los altos costos de repuestos y mantenimiento hicieron desaparecer los rudos jeep, el mal estado de las vías en otras zonas obligó a modificar y partir las rutas, el transporte público oficial (más barato) solo dura el ciclo que resisten sus cauchos, la ausencia de mantenimiento, gerencia y capacidad técnica hace el resto. Con grandes esfuerzos y constancia, los operadores privados, Los Tigres de Plan de Manzano, ejemplo de resiliencia, logran superar las constantes trabas y obstáculos y en una zona de baja disponibilidad de ingresos, los usuarios han aprendido que el peor servicio y el más caro es aquel que no se presta.
Para este sábado 13 de marzo 2021, comentó José Valera, de TUxVlza, con los miembros de la directiva de los Tigres de Plan de Manzano, coordinamos con diferentes y representativos líderes sociales del eje carretero, la distribución de comidas elaboradas (entre 20 y 30 por grupo, atendiendo los diferentes ejes y sectores organizados a lo largo de la vía), con el censo previo, se procedió a solicitar la colaboración de los miembros de Transporte Unido Por Venezuela y se consiguió elaborar las comidas que dicho censo arrojó.
Fue muy gratificador para todo el grupo que participó en la actividad el devolver a sus usuarios en situación más vulnerable (niños y ancianos) algo del apoyo que necesitan en esta coyuntura humanitaria tan compleja, las necesidades presentes en estas comunidades son muy amplias y este esfuerzo apenas cubre un pequeño sector, pero sí estas experiencias se multiplican y aquellos que en medio de tantas adversidades, puedan superarlas, habrá valido la pena el esfuerzo. Está claro destacó José Valera el objetivo es lograr que estos individuos hoy en situación vulnerable superen definitivamente tal condición, nosotros somos apenas una palanca de apoyo, una ayuda necesaria y la meta es lograr como país el progreso y el bienestar para todos.
José Valera coordinador nacional del programa Solidaridad sobre ruedas de Transporte Unido Por Venezuela. 0414-321-66-25.
Ángel Cacique / @angelcacique/ email: caciquecatia@gmail.com / 0424-168-53-07/ 0212-862-18-14