Neutralizar los efectos criminales del ataque al bolívar es el principal objetivo de la indexación de la economía venezolana. A los del norte no les preocupa si la inflación en Venezuela es mayor o menor, o si la producción nacional cae más o menos. Su fin último es asfixiar al pueblo venezolano y desestabilizar políticamente nuestra Nación mediante: 1) la pulverización del salario real y 2) el deterioro de los servicios que presta el Estado para el pueblo. Mientras persista la manipulación política del tipo de cambio, son estos dos efectos los que se busca revertir con la indexación.
Indexar es garantizar que, cada vez que ataquen al bolívar y por consiguiente aumenten, como es público y notorio, los precios de todas las mercancías, también se ajusten de manera automática, en la misma proporción y velocidad, los salarios, el presupuesto público de inversión/gastos y por lo tanto, la cantidad de dinero que circula en la economía. Para lograrlo es necesario establecer una referencia, mejor conocida como unidad de cuenta.
El petro como unidad de cuenta
Se propone retomar el petro como unidad de cuenta tal como el gobierno del presidente Nicolás Maduro intentó hacer en 2018. Política que, aunque acertada, fue abortada en menos de tres meses. A la vez es necesario aprovechar para corregir dos errores que se cometieron en esa ocasión, sobre los cuales alertamos en su momento, y que tienen que ver con la metodología que fue utilizada.
El precio de toda unidad de cuenta debe ser fijo, una referencia no puede estarse moviendo a cada rato, es como si a usted le proporcionaran una dirección y le dan como referencia para que se guíe, el perro negro que está echado en la esquina que a veces puede que esté, pero otras veces no. De retomarse el petro como unidad de cuenta, su precio debe permanecer fijo, en este caso 60 US$ y con eso se resuelve además el segundo error que cometieron y que derivó en una paradoja en nuestra economía: cada vez que aumentaba el precio del petro porque incrementaba el del barril de petróleo, resultaba que se depreciaba nuestro bolívar, una gran contradicción para un país mono exportador de hidrocarburos como el nuestro.
Cómo indexar con respecto al petro
Si hoy se decidiese retomar el petro como unidad de cuenta, todos los precios de la economía y expresiones monetarias que están en bolívares deben calcularse también en petros. El bolívar seguiría siendo la moneda de circulación nacional y el petro la unidad de cuenta. Veamos cómo funciona.
Según el BCV, 1 petro equivale hoy a 105.198.341 BsS (resulta de multiplicar el precio del petro, 60 US$ por el tipo de cambio hoy en día, 1.753.305 BsS/US$). La harina de maíz cuyo precio es 1.700.000 BsS/Kg equivaldría entonces a 0,016 petros (se dividió BsS 1.700.000 entre 105.198.341 BsS/petro); el boleto del Metro para 20 viajes que hoy son BsS 900.000 serían 0,0085 petros; la canasta alimentaria que hoy tiene un precio igual a BsS 364.642.032 equivaldría a 3,5 petros y la básica que son BsS 729.284.065 equivaldría a 7 petros. Por su parte, el salario mínimo legal que hoy es BsS 2.400.000 serían 0,02 petros.
El presupuesto público de inversión/gasto para el 2021 asciende a BsS 3.972 billones que en petros equivalen a 37.757.249 y la cantidad de dinero que circula en la economía que, según el BCV, son BsS 833 billones serían 7.925.094 petros. Así habría que hacer con todos y cada uno de los precios y expresiones monetarias de la economía incluyendo los impuestos.
Supongamos que, en un primer momento, se decide fijar el salario mínimo legal en 1 petro, en ese caso, en bolívares, este equivaldría a BsS. 105.198.341. Pero si mañana el enemigo imperial ataca nuestra moneda y manipula el tipo de cambio llevándolo de 1.753.305 BsS/US$ a 10.000.000 BsS/US$, los precios de todos los bienes, en bolívares, serán remarcados ipso facto al nuevo tipo de cambio, de eso siempre se ha encargado diligentemente la burguesía, pero con la diferencia de que, con la implementación de la unidad de cuenta, los salarios y el resto de las expresiones monetarias también se ajustarán inmediata y automáticamente sin esperar un decreto presidencial de ajuste salarial o la reforma de la ley orgánica de presupuesto público.
El salario mínimo que se estableció en 1 petro pasará a ser 600.000.000 millones mensuales porque ahora la relación entre el petro y el bolívar no será 105.198.341 BsS/petro sino 600.000.000 BsS/petro (resulta de multiplicar el precio del petro que está fijo en 60 US$ por el nuevo tipo de cambio, aunque criminal, 10.000.000 BsS/petro). Lo propio debe ocurrir con el presupuesto público de inversión/gasto que incluye el salario. Si en petros equivale a 37.757.249 éste pasará a ser BsS 22.654 billones y no BsS 3.972 billones.
Ante esta situación, para poder aumentar los salarios y el presupuesto público en bolívares, se requieren más bolívares. Si ayer circulaban BsS 833 billones equivalentes a 7.925.094 petros, hoy, luego del ataque criminal deberían circular BsS 4.755 billones (resulta de multiplicar los mismos 7.925.094 de petros, pero ahora por 600.000.000 BsS/petro).
Nivelación gradual de la economía. Tarea urgente
Las distorsiones que el ataque al bolívar ha generado (ataque que ya asciende a más de 2 billones por ciento de depreciación inducida entre 2013 y 2021) son enormes. Mientras la canasta básica mensual equivale a 7 petros el salario mínimo no supera los 0,02 petros/mes. Mientras el presupuesto público de inversión/gasto representaba el 50% del PIB en 2014 ahora no supera el 30% y mientras en 2014 la cantidad de bolívares que circulaban en nuestra economía (efectivo y electrónico) representaba el 81% de todo lo que se producía, hoy no llega al 20%, esto último como consecuencia de la política monetarista del BCV que ha retirado bolívares de la economía, situación que el enemigo ha sabido aprovechar invadiendo nuestro territorio con su ejército, el dólar.
Si bien una vez establecida la unidad de cuenta todos los precios expresados en bolívares aumentarán automáticamente cada vez que haya un ataque a nuestra moneda, es necesario irlos ajustando también en petros. Por ejemplo, el salario mínimo mensual debe aumentarse gradualmente en petros hasta alcanzar los niveles de la canasta básica. Igualmente, el presupuesto público y la cantidad de dinero circulante.
Esta nivelación debe hacerse de manera gradual porque, aunque la industria está produciendo al 22% de su capacidad instalada requiere de tiempo para aceitar y calentar sus motores. La nivelación se traducirá en mayor poder adquisitivo, mayor demanda y por lo tanto incremento de la producción, pero lo más importante, mayor consumo por parte de los hogares y mayor gasto e inversión por parte del gobierno que al final de cuentas redunda en mejores condiciones de vida para el pueblo trabajador.
El imperialismo intentará seguir atacando el bolívar, más aún en año electoral. Por algo los banqueros se acaban de blindar indexando su cartera de créditos. Los nuevos ataques implicarán más ceros a la derecha de los precios en bolívares, allí la importancia de avanzar hacia herramientas que consideren el menor uso de dinero en efectivo.
La indexación no resuelve todos los problemas, pero sirve de capa amortiguadora ante los ataques a nuestra moneda impidiendo el deterioro de las condiciones de vida del pueblo trabajador. La medida debe ser acompañada con otras que estratégicamente detengan definitivamente el ataque al bolívar y la dolarización de nuestra economía, al respecto hemos venido haciendo varias propuestas, todas ellas encauzadas en el sendero del socialismo, único camino para derrotar, de verdad, al imperialismo.