La tan ansiada inmunidad de rebaño anunciada por connotados científicos en el planeta, que de lograrse sería el principio del fin de la pandemia, es una meta factible a alcanzar si se vacuna a porcentajes significativos de la población en cada continente, cuyo efecto permitiría extender la protección sanitaria al resto de pobladores, fase que resultaría a partir del impulso de políticas públicas responsables acatadas igualmente por los ciudadanos.
Pues, resulta que otro ha sido el andar de la vocería del régimen en Venezuela ante la agresiva expansión del COVID 19 en 2021 en el territorio nacional, comenzando con esconderle al mundo entero dentro y fuera de nuestro entorno las cifras reales de la tragedia, de esta manera jugando con el dolor ajeno y la miseria pretenden presentar un sistema sanitario eficiente y eficaz, con el criminal objetivo de obtenerle réditos políticos a su maltrecho y deshilachado modelo “Socialismo del siglo XXI”, guion permanente utilizado en la Cuba castrista.
Toda esta macabra intención pretende magnificar que los fallecidos son solo los 1460 anunciados hasta hoy en los pasquines oficialistas, cuando las cifras reales que los gremios médicos publicitan quintuplican aproximadamente, los acartonados datos del aparato de propaganda gubernamental en materia de fallecidos, contagiados y recuperados.
Entre tanto, nuestros países vecinos de la región andina, Perú, Colombia, Ecuador, en Chile, Argentina publican sus indicadores sin reparos, algunos de cinco cifras altas, visualizándose la cifra más grave en Brasil que apunta a los 280.000 fallecidos, la segunda a nivel mundial, por otra parte, confirmamos como sus gobiernos han asumido políticas responsables de adquisición de vacunas y atención sanitaria para afrontar sus infortunios nacionales.
Lamentablemente en el fragor de la agonía que estremece a nuestro país observamos la irresponsable y criminal actitud de la tiranía, caracterizada por el descaro, la burla y la ignorancia de una casta gubernamental, que impasible e indiferente presencia la danza de la muerte de millares de venezolanos.
Ante la plaga del COVID la respuesta inicial desde 2020 ha sido implantar una clasificación errática de cuarentenas: Cerradas, radicales, flexibles, semicerradas, mixtas, entre otras, que nada han resuelto ante la ruina de la infraestructura sanitaria nacional, denunciada cabalmente por sindicatos, gremios de la salud y la Academia Nacional de Ciencias, para luego aparecerse el tirano de marras con las goticas milagrosas del Dr. José Gregorio Hernández, a sabidas cuentas que no tenían efecto curativo alguno, y finalmente propiciar una apertura trasnochada con el carnaval en febrero 2021, que generó en la población un jolgorio nacional, del cual está pagando hoy las consecuencias con los cientos de fallecidos que el régimen no se atreve a informar a la opinión pública, esperando que para la próxima Semana Santa haya más sensatez y no se repita tanta desgracia como la acumulada en este año.
En definitiva, con la Pandemia se ha demostrado una vez más “la falta de ignorancia” de la nomenklatura del régimen para atender la catástrofe humanitaria, reflejada igualmente en el bajo nivel político y uso canallesco del idioma de sus funcionarios, como manifestara recientemente un diputado chavista el 11/03/2021 “Hoy la juventud que ha salido de Venezuela por alguna razón, y que “ha volvido”, es testigo tangible de que solo es posible en revolución una sociedad de prosperidad, de igualdad y de justicia social”, o en otra oportunidad en 2017 el primogénito del mandatario gritara a viva voz en la recién instalada constituyente: “¡Si Estados Unidos llega a mancillar el suelo patrio, los fusiles llegarían a Nueva York y tomaríamos la Casa Blanca!”. Quizás la que tuvo un traspié más próximo a nuestra ansiedad, fue la diputada María León el 09/03/2021, quien, iba a manifestar su rabia al machismo en su adulador y afiebrado discurso pleno de odas al régimen, tuvo un ligero tropiezo con lapsus mental incluido y terminó vociferando “viva Venezuela libre de Chavism…”, que produjo la reprimenda del siquiatra presidente de la AN, la sorna y el vacilón en las redes sociales, al reflejar por carambola la legitima aspiración del 90% de la población de este atribulado país.
Movimiento Laborista