En el marco de una nueva decisión gubernamental, las compañías de seguro privadas y del Estado estarán obligadas a cubrir sólo 14 días de hospitalización y a reconocer un máximo de US$23.595 en gastos para los pacientes asegurados y atendidos en una clínica de primer nivel.
Un día de terapia intensiva en una clínica puede costar entre US$2.000 y US$4.000, según datos de medios locales y familiares tratados.
En una clínica modesta en Caracas, la cobertura de un seguro de US$13.000 alcanza para unos 12 días, dijo una fuente que pasó por la experiencia de la COVID-19.
Pero los de hospitalización no son los únicos gastos asociados a un proceso de estos. También están los costos de medicinas, tratamientos, consultas y rehabilitación.
«El promedio es de 20.000 a 30.000 dólares por COVID-19 si no vas a terapia y si no pasas más de 15 días» de hospitalización en una clínica, observó esta fuente.
Cabe acotar que las sumas máximas están definidas en petros, la unidad contable creada por Maduro como referencia para pagos de pensiones, jubilaciones, impuestos, algunos sueldos e inversiones.
Tomando en cuenta el conversor de esta unidad, alojado en la plataforma del estatal Banco de Venezuela, el límite máximo de cobertura para una hospitalización en una clínica tipo A, alcanza a 420 petros, es decir, 23.595 dólares a la tasa actual, lo que equivale a 45.566.102.203,05 bolívares.
En una clínica tipo B, la cobertura máxima tendrá un límite de 364 petros, es decir US$20.449.
Los detalles están contenidos en la circular SAA-91109 de la Superintendencia de la Actividad Aseguradora, fechada el 26 de marzo y publicada en el portal de esta institución oficial.
El texto recuerda que desde que el 13 de marzo de 2020, cuando se declaró en Venezuela el estado de alarma por la pandemia de covid-19, el gobierno acordó con las afiliadas a la Cámara de Empresas Aseguradoras de Venezuela y con la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales, “el compromiso de otorgar dentro de los límites de la suma asegurada de sus contratos, cobertura de las patologías asociadas al covid-19”.
– Colapso económico –
La medida se suma a las malas noticias para los pacientes de COVID-19 en Venezuela. La pandemia apenas toma auge, los hospitales están colapsados y cada día aumenta el número de personas apelando a la caridad de familiares, amigos y desconocidos en redes sociales para sobrevivir a la enfermedad.
Venezuela está sumida en una depresión económica que dura ocho años, con una hiperinflación entre las más virulentas de la historia mundial y un estado quebrado desde el punto de vista fiscal.
En el pasado, un paciente o sus familiares podían ingresar a una clínica con el respaldo de tarjetas de crédito y asegurar por lo menos la atención primaria, dependiendo de su límite.
Pero desde hace años las tarjetas de crédito tiene un límite irrisorio y han desaparecido, junto con toda la figura del crédito en el sistema financiero.
El sistema de seguridad social no funciona, los hospitales del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) están colapsados y sin insumos; su personal no gana ni 10 dólares por mes.
Ahora, hasta los que estén asegurados corren el riesgo de morir por falta de atención en caso de que se complique un cuadro de contagio de covid-19 y requieran una hospitalización mayor a 14 días.
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