Anabel Hernández: Bélgica punto nodal de los carteles de la droga

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Donde todo pasa, y pasa de todo

El monumental Puerto de Amberes no solo es la principal puerta de entrada de la cocaína a Europa. La opacidad en el mercado de venta de diamantes también lo ha convertido en un centro de lavado de dinero ilegal.

A las cinco de la mañana del 9 de marzo,  mil quinientos policías belgas realizaron en el Puerto de Amberes el operativo más grande contra el contra el crimen organizado del que se tenga memoria en esa ciudad.

Durante dos años, las autoridades de Bélgica interceptaron y decodificaron al menos mil millones de mensajes intercambiados a través de Sky Global, una plataforma de comunicación encriptada usada por la delincuencia organizada. 48 personas fueron arrestadas y se logró confiscar un millón de euros en efectivo, armas, joyas, diamantes y 17 toneladas de cocaína, cuyo valor comercial en Europa supera los 680 millones de dólares.

Gracias a su muelle con más de 125 kilómetros de longitud y su alto nivel de eficiencia y capacidad tecnológica, el Puerto de Amberes es la principal puerta de entrada de cocaína al continente europeo. Así lo tiene catalogado el Departamento de Estados, de Estados Unidos, en el Informe sobre la Estrategia Internacional de Control de Estupefacientes 2021, publicado a principios de marzo.

La semana pasada publique el contenido del crudo diagnóstico realizado en torno a México, pero hay otras partes del reporte que se refieren a Europa y Asia que ayudan a entender cómo el fenómeno de narcotráfico e impunidad que existe en México afecta a otros continentes, y cómo la demanda de esos otros continentes y los servicios criminales que dan a los carteles de la droga mexicanos inciden en la violencia descarnada que se vive en mi país.

Pienso que hasta ahora no se tiene la visión lo suficientemente amplia de que al igual que el calentamiento global, el tráfico ilegal de drogas afecta a todo el planeta, sus individuos y la forma en que estos se interrelacionan social y económicamente.

Los violentos y estrambóticos carteles de la droga mexicanos con personajes como Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, Ismael “El Mayo” Zambada, o Emma Coronel -por citar protagonistas de algunas de mis colaboraciones-, o funcionarios públicos siniestros como el ex Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, quien trabajaba directamente para el Cartel de Sinaloa a cambio de millonarios sobornos, no se pueden entender sin Europa. Y no se pueden entender sin observar lo que sucede en el impresionante y moderno Puerto de Amberes.

La puerta de la cocaína a Europa

Diversas áreas de Europa se disputan la ingrata posición de ser el principal punto de tráfico de drogas del viejo continente, como el Puerto de Rotterdam y Galicia. Pero el último reporte elaborado por el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos, basado en el intercambio de información con las naciones con las que tiene acuerdos para el combate a las drogas, ha dado el primer lugar al Puerto de Amberes.

“Bélgica es el principal punto de entrada de la cocaína introducida de contrabando en Europa”, señala contundente el informe del gobierno de Estados Unidos. “Las ventas de cocaína en Europa fortalecen estas organizaciones criminales transnacionales y aumentan su alcance.”

En el 2020, en plena pandemia de Covid-19, se llevó a cabo una incautación récord en el Puerto de Amberes: 65.48 toneladas de cocaína. Mientras, en América del Sur se incautaron otras 45 toneladas de la misma droga con destino a Amberes. Si el precio comercial de un kilo de cocaína en Europa llega incluso a los 40 mil dólares, estamos hablando de cargamentos incautados con un valor en el mercado de más de 4 mil 400 millones de dólares.

Si, como he explicado en otras colaboraciones, la droga que se incauta representa apenas el 15 por ciento de lo que se trafica, podemos imaginar el valor económico que tiene para las organizaciones de tráfico de drogas el Puerto de Amberes.

Un informe de Europol correspondiente al primer semestre del 2020  señala que la mayor parte de la droga decomisada en el Puerto de Amberes provenía de Brasil y de Ecuador.

Si a eso se añade que el puerto no es solo un punto de entrada sino también de salida de drogas, el lugar se convierte en un punto nodal y estratégico. Bélgica se ha convertido en un importante productor de drogas sintéticas, compitiendo con Países Bajos.

“Bélgica es un importante país de tránsito de MDMA (éxtasis) producido en los Países Bajos”, se añade en el reporte. Y “Bélgica también es un punto de tránsito para los precursores químicos de China con destino principalmente a los laboratorios de producción ubicados en los Países Bajos, aunque las autoridades están identificando un número cada vez mayor de laboratorios de producción de anfetaminas y éxtasis Bélgica”.

Igualmente se considera que el Puerto de Amberes es un punto de tránsito para la distribución de nuevas sustancias psicoactivas (NSP) y heroína originaria de Afganistán, pero que viene a través de Irán. Y también es un punto de tránsito de drogas sintéticas para el mercado de consumidores de Estados Unidos.

¿Por qué?

No solo basta conocer lo que sucede, sino tratar de comprender las razones. Por una parte esta la demanda de drogas y por otra parte la oferta.

Cuando he hablado con narcotraficantes, lavadores de dinero y operadores logísticos, todos coinciden en un punto que muestra el inhumano rostro capitalista de este negocio criminal:  aumentar el número de consumidores para aumentar sus ganancias. Y en ese rubro Europa representa un ícono de éxito para los grupos criminales.

De acuerdo al Informe Europeo sobre Drogas 2020, elaborado por el Observatorio Europeo sobre Drogas, en el último año cinco países de la Unión Europea reconocieron que creció el consumo de cocaína. En 17 países aumentaron los tratamientos médicos por consumo de cocaína y en 27 naciones aumentó la presencia de esa droga en sus aguas residuales, lo que delata indirectamente un aumento del consumo.

Por otra parte, el informe elaborado por el gobierno de Estados Unidos el aumento del tráfico de cocaína en el Puerto de Amberes se debe a que en 2020 hubo una producción récord de cocaína en América del Sur.

Los grupos criminales no sólo utilizan el Puerto de Amberes porque su diseño y volumen de tránsito de mercancías dificulta la vigilancia completa, sino también porque las sanciones judiciales con las que se castiga a los detenidos por tráfico de drogas “son relativamente indulgentes.”

Además, Bélgica no cuenta con un sistema para monitorear o interrumpir la “web oscura” utilizada por las organizaciones de tráfico de drogas, y aunque existen acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y Bélgica en el combate a las drogas y lavado de dinero, en Bélgica existen muchas áreas de oportunidad para el lavado de dinero de las organizaciones criminales.

De acuerdo con el diagnóstico, “Bélgica se está convirtiendo en el principal centro de tráfico de dinero en efectivo  procedente de las ganancias de la droga, de Europa”.

Se asegura que diversos grupos criminales recolectan el dinero proveniente de la venta de drogas en efectivo en Bélgica y lo trasladan al continente americano y Asia a través de diferentes métodos. Uno es la compra de diamantes.

El mercado de diamantes de Amberes está poco controlado y opera de modo discrecional, por lo que los grupos criminales lavan dinero ilícito comprando diamantes a  empresas legales.

Mucha de la cocaína y drogas sintéticas que van y vienen del Puerto de Amberes pasan de una y diversas maneras por los carteles de la droga mexicanos, los principales comerciantes de la cocaína en el mundo.

Muerte en Amberes

Aunque durante años Europa se ha pensado exenta de las repercusiones violentas de todos estos crímenes: tráfico y producción de drogas, lavado de dinero,  y la evidente corrupción y vacíos legales que permiten que esto suceda, durante los últimos años la aparente tranquilidad se ha ido quebrantando.

Todos estos fenómenos criminales en el Puerto Amberes ocurren en un ambiente de creciente violencia en la ciudad y su entorno. En un reporte de la Dirección de Investigación Antimafia del gobierno de Italia, se enumera que desde 2016  Bélgica ha sido escenario del homicidio de integrantes de la mafia siciliana, particularmente Cosa Nostra, cuya presencia ha crecido en las ciudades de Lieja y Seraing, vecinas de Amberes.

Y en su reporte correspondiente a los mercados de droga en 2019, Europol refirió a al menos 16 homicidios ocurridos en Bélgica, Países Bajos y España relacionados a la disputa por el creciente mercado de tráfico de drogas.

Una de las expresiones más violentas de esa guerra al estilo mexicano ocurrió en 2016 en Amsterdam, cuando el cuerpo del marroquí de 23 años Nabil Amzieb fue encontrado dentro de un auto incendiado, mientras su cabeza fue abandonada a plena luz del día dentro de una cubeta azul en una calle muy transitada de esa ciudad holandesa.

 

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