La medición de la agudeza visual del niño debe hacerse al inicio de cada año escolar
El bajo rendimiento escolar de un niño o flojera; pudiera ser algo más.
Una deficiencia visual por inadecuada visión y cansancio en el trabajo cercano continuo, obligará al estudiante a ser menos aplicado.
Los déficits visuales, como miopía –visión borrosa de lejos-, hipermetropía -visión con esfuerzo de cerca y a veces también de lejos-, astigmatismo –visión defectuosa y deformada- o una falla en el paralelismo de ambos ojos (estrabismo) son factores suficientes para generar problemas en el rendimiento escolar
Poca visión en la miopía, impedirá ver lo escrito en el pizarrón y por los otros defectos visuales, hipermetropía, astigmatismo o mala coordinación motora, el niño propenderá a rechazar la lectura, escritura, dibujo, el trabajo con la computadora ¨canaimita¨ y en general la actividad cercana constante.
Este esfuerzo visual puede producir dolor de cabeza, cansancio visual e irritación de los ojos.
En estos casos el escolar, sobre todo en sus inicios en la lectura y escritura, por carecer de experiencia previa, tenderá a identificar subconsciente, el trabajo escolar con las molestias causadas por su deficiencia visual.
Pero hay algo más, referido al comportamiento del niño y su actitud frente a la vida.
El miope sin corrección visual, por su visión pobre de lejos, se concentrará en las labores de cerca, en la lectura, escritura, dibujo o computadora y eludirá los deportes al aire libre; fácilmente podría hacerse introvertido.
Muy al contrario, aquellos cuyos déficits se relacionen con mala visión de cerca y buena visión de lejos, además de desarrollar una aptitud negativa hacia la lectura y demás labores escolares, preferirán los juegos al aire libre, en los cuales su visión esté en reposo y tenderán a ser extrovertidos.
De esta manera podría entenderse la creencia generalizada, muy difundida por la televisión y el cine, que los miopes son más inteligentes o más aplicados en los estudios, generado el estereotipo del intelectual o científico, cuyos rostros están colocados detrás de un grueso par de anteojos.
El uso de anteojos ayuda a ver bien, y a un desarrollo psicológico adecuado
Las edificaciones escolares deben favorecer las condiciones visuales, tratando siempre de lograr una buena iluminación solar. Los textos y demás implementos escolares. La dislexia compromete el aprendizaje dislexia y consiste en la dificultad presentada por algunos niños para aprender a leer o escribir, generando retraso en sus estudios.
La dislexia o dificultad para aprender a leer o escribir, de orden psicológico puede tener influencia visual y deficiencias en su capacidad o en la coordinación motora entre ambos ojos, durante el inicio de la actividad escolar, pudieran ayudar a generarla.
Dolor de cabeza, cansancio visual y otros trastornos a causa de una disfuncionalidad de la vista, crean en el niño animadversión a la lectura.
En este sentido, educadores, padres y madres de familia al analizar el bajo rendimiento en las labores escolares de un infante, deben estar muy alertas, pues la presencia de uno o varios factores visuales, puede traer graves consecuencias. Detrás de una aparente “flojera en los estudios”, pudiese haber un déficits visual.
Un niño difícilmente se percatará de su deterioro visual, o de las molestias visuales, generadas en la lectura. La pérdida de la visión por progresiva, no la percibe y en el caso de la lectura, por andar en sus primeras experiencias, subconscientemente pensará: dolor de cabeza y lectura van juntos.
Todo niño al inicio de su año escolar debe ser examinado visualmente y tratado de ser necesario, para beneficiarlo visualmente y en sus estudios.
Omar Barrientos / Sol de la Optometría III