Muchos aseguran que los puentes están cerrados, pero las trochas siguen abiertas.
En los municipios fronterizos de Bolívar y Pedro María Ureña, sus habitantes ven incongruente que se mantengan los puentes internacionales cerrados, mientras los caminos verdes mantienen un dinamismo con pocos controles sanitarios.
Javier Rodríguez, habitante de San Antonio del Táchira, está consciente que los escenarios provocados por la pandemia no son fáciles y son necesarias las normas de bioseguridad; sin embargo, ve necesario que se abran los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, pues “el cruzar hacia Colombia se sigue dando, pero por las trochas”.
“En las trochas no hay controles y la gente sigue pasando, ya sea por Las Pampas, La Siete, La Platanera o por Llano de Jorge (Juan Frío)”, precisó Rodríguez, al tiempo que pide a las autoridades reflexionar sobre este punto.
Francis Medina, habitante de Ureña, también aboga por el restablecimiento del paso peatonal por los puentes. “De nada sirve tener los puentes cerrados, cuando las trochas no paran”, recalcó la dama, de 45 años, mientras aclaraba que activando estrictos controles de bioseguridad, y quitando los contenedores, es posible este escenario.
“Deberían empezar las autoridades probando con los habitantes de la frontera. Que el paso se dé por número de cédula, así cada quien sabe qué día puede pasar, y se evitan aglomeraciones”, enfatizó.
Los sectores productivos de la zona (comercial, industrial y aduanero) también han estado en las últimas semanas sosteniendo reuniones en pro de que los puentes se activen. Incluso en algunos encuentros, tanto en el año 2020 como en lo que va de 2021, han participado autoridades nacionales, regionales y municipales, que apuntan al restablecimiento de los pasos binacionales.
La Nación del Táchira