Luisa Pernalete: Padrenuestro en la pandemia

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Esta cuarentena prolongadísima, ya más de 365 días, nos obliga a reforzar nuestras defensas personales, nuestra salud mental. Rezar ayuda, independientemente de nuestras creencias religiosas, rezar por otros, saber que rezan por nosotros. Un Padrenuestro, que de entrada nos permite reconocernos como hermanos, es una buena oración. Escribo el Padrenuestro de la cuarentena que recoge angustias y buenos deseos.

Esta cuarentena está prolongadísima, y no se ve cuándo terminará. Es necesario fortalecernos como personas, reforzar lazos afectivos, pues se nos pide distanciamiento físico, pero no social. Aislados nos debilitamos. Sentirnos parte de un grupo, sentirnos cerca de otros, ayuda. Por eso recomiendo rezar, no es suficiente, no lo arregla todo, pero fortalece nuestra persona, y para mí, la mejor oración, es la del Padrenuestro, porque, de entrada, nos reconocemos como hermanos, cercanos.

Les comparto mi Padrenuestro de la cuarentena.

Padrenuestro que estás en la tierra

en un mundo que vive angustiado

que sepamos recurrir a Ti

y que con tu mano seamos consolados.

Padrenuestro que tu voluntad

de construir tu Reino de fraternidad

se encuentre con gente de mano extendida

que pueda gestar otra humanidad.

Padrenuestro, pido especialmente

por los niños y por los ancianos

escucharles les ayuda mucho

también sonreírles cuando saludamos.

Padrenuestro, no es sólo el covid

también están muchos otros males

pacientes renales, sin sus tratamientos

niños sin trasplantes en los hospitales.

Padrenuestro, pido que protejas

a periodistas, médicos… a gente

que sale cada día a servirnos

arriesgándose, son muy valientes.

Padrenuestro pido que el gobierno

tenga plan sin discriminación

y así todos los venezolanos

tengan acceso a la vacunación.

Padrenuestro, dales hoy el pan

a los vulnerables, que viven al día

que encuentren a alguien en su caminar

que al ser compasivos, les den alegría.

Padrenuestro, te pido perdón

por las veces que yo no se actuar,

por esperar que otro haga tu obra,

por no ver lo grande que es rezar.

 

Padrenuestro, que nunca caigamos

en la tentación de dejar de soñar

que vea tus signos en cosas pequeñas

y que la bondad pueda contagiar.

Complete usted la oración. Agregue por quién quiere rezar, agregue sus preocupaciones y también sus buenos deseos por el país, por el mundo angustiado. Agregue porqué dar gracias.

Le aconsejo que cuando rece por otros, si puede, hágaselo saber, eso también consuela y anima a las personas por las cuales pedimos. Por supuesto, en estos momentos, pedir por los enfermos de covid, por esos que no consiguen recursos para sus medicinas… todo eso sin dejar de exigir a las autoridades un Plan de vacunación y acuerdos para que entren suficientes vacunas, eso no lo va a meter en el Padrenuestro, pero también hay que hacerlo.

Padrenuestro de la escuela en pandemia

Si algo hemos aprendido en esta cuarentena prolongadísima, es que somos muy vulnerables y que solos no salimos airosos de estas dos emergencias en las que los venezolanos estamos: la humanitaria compleja desde hace varios años – y la pandemia, universal y aquí agravada por las condiciones prexistentes.

Los educadores tenemos que hacer un doble esfuerzo: cuidar a los estudiantes y sus familias, y cuidaros nosotros mismos, fortalecer el sujeto de ellos, y fortalecernos nosotros, si es que queremos seguir siendo educadores, y si no queremos arrastrarnos, como en una larga agonía, sino caminar, seguir formando personas, soñando. Tenemos que cuidarnos del covid y también cuidar nuestra salud mental.

Hay varias cosas que podemos hacer. Les resumo en unas erres eses consejos para terminar con la erre de rezar. Respirar profundo – antes de comenzar nuestra rutina -, relajarnos, reír así sea con nosotros mismos para distendernos, reflexionar sobre lo que hacemos sin culpabilizarnos sino aprendiendo de eso que hacemos, incluso de los errores, reunirnos – por wasap, por zoom – no aislarnos, recrearnos – descansar – resolver los problemas por vía pacífica…

Añado siempre en las erres, la de rezar, que no es lo mismo que orar, las dos acciones son necesarias, y es bueno que lo hagamos, pero cuando hablo de rezar, digo, por ejemplo, recitar esas oraciones que ya nos sabemos, las peticiones a ese Dios Padre bueno que siempre nos oye. El Padrenuestro me encanta porque de entrada ya nos reconocemos como hermanos. Rezar por otros ayuda, y si se lo decimos a esos por los cuales rezamos, mejor.

Les comparto mi Padrenuestro de la escuela en pandemia.

Padrenuestro, que estás en la escuela

Aunque ahora vacía de niños

Que nosotros los educadores

A distancia, les demos cariño.

 

PN pido por aquellos

Por los “niños dejados atrás”

Necesitan de mucha atención

Hoy sus padres no pueden abrazar.

 

PN también yo te pido

Por los que venían y no han regresado

Tú lo puedes todo, búscalos te pido,

Diles que aquí tienen su cupo apartado

 

PN también a los padres

Sabemos que hay que acompañar

Que tengan paciencia, que pongan rutina

Ellos hacen falta para hoy educar

 

PN hay supermaestros

Enfrentado mil y un problemas

Dales fuerzas para que ellos puedan

A pesar de todo, enseñar poemas.

 

PN mira a los docentes

Pasando trabajo y necesidades

Merecen salario que sea decente

Que eso lo entiendan las autoridades.

 

PN danos fortaleza

Para defender a la Educación

Estudiar no sólo es derecho,

Es también deber y una bendición.

Agregue usted sus estrofas, ¿por quién más pide? ¿Cuáles otros deseos tienen para los estudiantes, para el país? Rezar consuela, reconforta, y necesitamos mucha fortaleza para continuar. ¡Dios los bendiga!

 

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