En el régimen chavo-madurista, primero con el resentido social nacido en Sabaneta de Barinas y ahora con Nicolás, en los últimos 22 años lo que siempre dicen es: “Vamos a hacer tal cosa”, pero no concretan, y con esos cuentos chinos ganan tiempo para aferrarse al poder y seguir saqueando las arcas públicas. Son centenares las obras comenzadas y no terminadas pero canceladas en su totalidad, así como las cobradas completamente y ni quiera comenzadas su construcción, con grandes pérdidas en millones de dólares para la nación y el enriquecimiento de algunos que antes de 1999 eran patas en el suelo. Son miles de promesas, por no decir millones, las que hemos escuchado en cadenas de radio y televisión, o en declaraciones exclusivas a ciertos medios de comunicación social.
En esta oportunidad, con motivo del virus que salió de la china comunista para infectar a la humanidad en todo el planeta, le toca el turno a las vacunas para combatir ese terrible mal que hasta los momentos ha matado a más tres millones de personas en todo el mundo. Desde el mes de septiembre 2020, estamos escuchando a Maduro decir que vienen millones de vacunas rusas y chinas, pero a estas alturas del juego solo han llegado 150 mil rusas y 200 mil chinas, para un total de 350 mil, que en la práctica solo alcanzarían para vacunar a 175 mil personas porque se debe aplicar doble vacuna para cada persona. Sin embargo, muchas de estas vacunas han ido al mercado porque todos los dias vemos por las redes sociales como las ofertan con precios entre cien a trescientos dólares.
En la ruta de una vacunación de acuerdo a las normas de la ciencia mundial, estas debieron ser aplicadas a los sectores priorizados como médicos, enfermeras y el resto del personal de salud, por estar en la primera línea de combate contra el virus chino. Luego seguirían los maestros y profesores, personal de transporte, los de tercera edad por la vulnerabilidad que representan ante el terrible mal y posteriormente el resto de la población. Pero en Venezuela la vaina no fue así. Primero se vacunaron Maduro y Cilia, según confesión el 7 de marzo 2021 hecha por el propio Nicolás en cadena de radio y televisión. También se vacunaron los miles de funcionarios de alto rango del régimen chavo-madurista.
En Venezuela los fallecidos por el virus chino ya están por encima de los 2000, de los cuales casi 500 son médicos, enfermeras y del personal de salud, a quienes no solo, no han vacunados si no que están trabajando sin los correspondientes equipos de bioseguridad como lo indican los protocolos y las normas sanitarias para enfrentarse a este terrible mal. Y todo eso a pesar de que a cada rato, voceros del régimen madurista y otros que no son del régimen, anuncian la llegada de aviones cargados con miles de toneladas de insumos para la ayuda humanitaria, pero que la mayoría del pueblo no sabe dónde la reparten.
En ese sentido vemos que algunos individuos por las redes sociales y buhoneros colocados en las aceras de las ciudades, ofrecen en venta vacunas rusas o chinas, bombonas de oxígeno, mascarillas e implementos de bioseguridad, mientras en los hospitales carecen de esos insumos, lo que hace suponer que esas ofertas pudieran formar parte de esa ayuda humanitaria que tanto cacarean que ha llegaron. En el caso de las bombonas de oxígenos, no se entiende que mientras Maduro dice que envía todos los dias a Brasil, en los hospitales venezolanos no hay, pero los buhoneros en las aceras y comerciantes por las redes sociales lo ofrecen en venta libremente y con toda impunidad.
En ese mismo orden, mientras Maduro patina y patina, diciendo que las vacunas distribuidas por la Organización Panamericana de la Salud, a través del Sistema Covax, dice un dia que no entran y otro dia dice que ya pagó la mitad del dinero para que si lleguen a nuestro país. Igualmente Maduro después de haber trillado el año pasado que en el país se producirían las vacunas rusas y chinas, ahora dice que para julio 2021 fabricaran las vacunas cubanas Abdala que según él, estarían en la tercera fase con efectividad de 100%, pero la Academia Nacional de Medicina de Venezolana dice lo contrario. Maduro al despreciar las vacunas fabricadas por laboratorios reconocidos como Moderna y Pfizer, donde hay verdaderos científicos trabajando durante años y años en las investigaciones para todo tipo de vacunas, y preferir la cubana, pudiera estar atentando contra la vida de toda la población.
Es muy macabro y peligroso para los venezolanos en general, que Nicolás Maduro por un sesgo ideológico con el régimen de los hermanos castro en Cuba, pretenda utilizar a los venezolanos como ratones de laboratorios para probar una vacuna realizada por curanderos y brujos como son los cubanos, despreciando la ciencia médica mundial. Esta acción debe llamar la atención de organismos como la ONU, la OEA, la Unión Europea y la OPS porque podríamos estar frente a un exterminio planificado. Es mas, los líderes que se autocalifican como opositores deben hacer frente común para enfrentar las pretensiones de Maduro y no estar montando tarantines para participar en elecciones de gobernadores que en nada resolverán el fondo de la crisis humanitaria.
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