Todos los días el régimen madurista a través de sus voceros anuncia boletines que dan cuenta de un promedio de 1200, con picos a veces que sobrepasan los 1500, de infectados por el virus que salió de la China comunista, e igualmente un promedio de 20 fallecidos diarios por el mismo virus. Es algo que sin querer ser alarmistas o profetas del desastre, nos preocupa, porque pudiera ser que esos voceros no estén ajustándose a la verdad de lo que exactamente está ocurriendo en Venezuela con relación a ese terrible mal que ha matado a más de tres millones de personas en todo el planeta tierra.
Es archí conocido que de todos los sistemas de salud de la región Latinoamericana el más frágil es el venezolano, no porque lo digamos nosotros sino porque así lo afirman todos los dias los profesionales de la salud venezolana y también lo comprobó la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en su informe del año 2020. Igualmente, en una simple operación de matemática que hacen los expertos de la Academia de Medicinas de Venezuela, dan resultados contradictorios a las cifras que esos voceros maduristas dan a conocer todos los días. Por ejemplo, dicen los de la Academia de Medicina de Venezuela, si en Brasil se producen entre 30 mil y 40 mil casos diarios de contagios con un promedio de tres mil fallecidos, y en Colombia un promedio de 25 mil infectados con promedio de trescientos fallecidos, es como difícil por no decir imposible, que Venezuela estando en el medio de esos dos países, tenga una cifra tan baja de 1200 infectados y solamente 20 fallecidos.
Otra situación preocupante que pudiera poner en dudas los números de los voceros oficiales es el fallecimiento de trabajadores de la salud, que según la organización no gubernamental Médicos Unidos, aseguran que en Venezuela han fallecido por causas del virus chino, un aproximado de 500 trabajadores, de los cuales 360 son médicos, renglón que no es especificado como tal por los voceros maduristas en el promedio de 2000 fallecidos en el total anunciados hasta los momentos. Eso significaría que el 25% del total fallecidos son del del sector salud, es una estadística que no se ve en ninguna parte del mundo.
Igualmente es condenable que a estas alturas del partido cuando todos los países latinoamericanos y del mundo llevan parte importante de su población vacunada, el régimen madurista por hablar patrás y palante, todavía no tenga un plan de vacunación elaborado para proteger a los venezolanos contra ese terrible mal que no tiene compasión con nadie. En el caso de la guerra contra el virus chino comunista, la primera línea de combate son los trabajadores de la salud, especialmente los médicos, y si esta primera línea está cayendo como lo indican las estadísticas proporcionadas por Médicos Unidos, entonces la esperanza de que le podamos ganar la guerra al virus chino comunista es incierta.
También es importante recodar lo que dicen los médicos venezolanos todos los dias, y ratificado por la ONG Médicos Unidos, es que el régimen madurista solo entrega a médicos y enfermeras un par de guantes y un tapabocas para toda la semana de trabajo, a pesar que Maduro y sus voceros a cada rato abren la boca para decir que llegan aviones cargados con toneladas de ayuda humanitaria. También hemos visto como el diputado Juan Guaidó públicamente ofreció pagar con dinero venezolano que está congelado en bancos internacionales el faltante para las vacunas del COVAX, pero Maduro como era de esperarse lo rechazó por razones ideológicas. En ese sentido consideramos que Guaidó debió pagar las vacunas y dejar que Maduro decidiera si las deja entrar o no, y dejarlo desnudo, tal como ocurrió el 23 de febrero de 2019 con la ayuda humanitaria que debió entrar por Colombia y Brasil pero fue saboteada perversamente.
Ahora bien. Esos médicos y enfermeras que sin haber sido vacunados porque así lo ha determinado el régimen madurista, son los mismos a quienes el mismo régimen madurista solo les paga 20 millones de bolívares devaluados mensuales, que al cambio del Banco Central de Venezuela que está en dos millones 500 mil bolívares, son apenas 15 dólares, siguen trabajando para salvar vidas que fue para lo que se formaron en las aulas universitarias, aunque tenga que arriesgar la de ellos. En ese sentido nuestros médicos hacen honor al legado recibido de sus antecesores como José Gregorio Hernández, Luis Razetti, Arnoldo Gabaldón y otros tantos que dedicaron su vida a trabajar por la salud de los venezolanos en sus respectivos tiempos. Pero eso a Maduro poco o nada importa porque él, Cilia y todos los enchufaos de su gobierno ya se vacunaron.
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