La pregunta tiene larga data: ¿es este un universo de vida, muerte y destrucción? ¿A quién sirve la locura? Don Quijote al explicar su proceso nos aproxima a una respuesta: viví todo el tiempo de mi locura y al volverme cuerdo caigo en cuenta que no es verdad que hubo y hay Caballeros Andantes empeñados en alcanzar la justicia universal.
Busqué acompañantes para otro quehacer y sólo me topé con poderes que, en mi antiguo estado, pensaba que debían derribarse: como la Santa Iglesia y los molinos de viento. Ambos mantienen en aumento su fuerza económico-espiritual y tecnológico- social.
Lo destacado es que al paso de nuestra pequeña caravana los perros de los dueños en todos los dominios ladraban en señal del peligro que según ellos representábamos. Hoy, cuerdamente, sé que padecimos una locura útil para soportar el paso del amargo tiempo que nos ha tocado padecer.
Y ahora siento que no estoy enfrentado sino cercano a las autoridades representadas por curas, bachilleres y molinos que antes vimos como atraso y destrucción. En fin, hoy estamos lejos de la aventura, acogidos más bien a lo establecido y ya en mi lecho de muerte para separarme de la vida que no llegó a ser.
Recuerdo sobre todo la confrontación que me hizo Sancho, no convencido de mi error en locura que hice suya. Por eso al verme en mi lecho de enfermo en lo espiritual, me dijo cosas firmes y duras: No se muera señor mío, siga mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos lo acaben que las de la melancolía.
Don Quijote siente que sólo tuvo vida de engaño. Por ello su melancolía y amargura. Incurable enfermedad. ¿Existe hoy este mal? En la era electrónico-computarizada las vidas tienen poco que ver con libertad-conciencia. Los propios líderes de potencias y colonias forman parte de este cuadro. Su decir y hacer no les pertenece.
El llamado líder actual de las multifacéticas oposiciones de este ex país insiste en que la solución de nuestros males está en manos de las grandes potencias. El otro lado no lo dice. ¿Y qué será de nuestra historia llamada independiente en sus 200 años de muerte?
Sancho, ¡La angustia, miedo, desesperación que produce hoy la guerra y covid acelera la locura, melancolía y muertes en este mundo sin vida!
@ABlancoMunoz