Eumenes Fuguet: Fermín Toro, orador fecundo y elocuente

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El 14 de julio de 1806 ve la luz primera en Caracas específicamente en El Valle, Fermín Toro destacado político, diplomático, educador, filólogo, de profunda elocuencia, poeta, naturalista; de una labor literaria escasa pero brillante, admirado y respetado aún por sus adversarios. Hijo de Don Antonio Rodríguez del Toro y Doña Mercedes blanco, ambos canarios; es Fermín Toro sobrino del marqués del Toro y demás hermanos que se adhirieron al movimiento revolucionario del 19 de abril, y pariente cercano de María Teresa la esposa del Libertador. Recibe una esmerada educación incrementada por su preocupación en aprender idiomas y la lectura de los grandes clásicos. A los dieciocho años empieza a trabajar en la aduana de La Guaira y luego en la de la isla de Margarita.

En 1831 inicia carrera parlamentaria como diputado electo por Margarita ante el Congreso Nacional; es famoso su discurso en esas tribunas el año 1832, promoviendo mediante emotivas palabras con acentos inconfundibles repatriar los restos del Padre de la Patria desde Santa Marta. Sus dotes de escritor polémico son mostradas en los artículos publicados en la prensa caraqueña; en ocasiones utilizaba el seudónimo de Emiro Kastos o el de Jacosías. Su capacidad de negociador le fue requerida como asesor diplomático de Alejo Fortique en Londres durante el período 1839 a 1841, sin descuidar sus delicadas funciones, aprovechó para estudiar Geología, Química e idiomas; dominaba el inglés, francés, italiano, latín y griego. Al regresar al país continuaría su producción literaria, publica en 1842 su conocida obra “Los Mártires”, considerada la Primera Novela Publicada en Venezuela; seguiría con “La Viuda del Corintio”, “La Sibila de los Andes”; igualmente dictaba clases de Literatura, Gramática y Filosofía en el conocido colegio Independencia regentado por Feliciano Montenegro Colón (1781-1853), fundado el año1836, patrocinado por Páez, Vargas y Manuel Felipe de Tovar, primer establecimiento de su género en Venezuela. Ese año es designado para presidir la comisión que llevaría a cabo las honras fúnebres al Libertador a su llegada a Caracas; Fermín Toro cual fiel cronista, llevó un cronología de los mínimos detalles ejecutados en tan magna ocasión.

Sería designado en 1843 Ministro de Interior y Justicia y luego de Relaciones Exteriores. En abril de 1846 fue enviado a Madrid con carácter de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario para concluir el Tratado de Reconocimiento por parte de España, sustituyendo al general Rafael Urdaneta y Alejo Fortique quienes fallecieron en 1845; cumpliendo a cabalidad la misión encomendada el 7 de agosto de 1846, pudiendo reunirse con la reina Isabel II de España. Al regresar en 1847 es designado Ministro de Hacienda por el presidente general José Tadeo Monagas, a los pocos meses se incorpora como Diputado, criticando los diez años en el poder de los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas. Toro vive momentos difíciles cuando la tarde del 24 de enero de 1848, por los enfrentamientos en el Congreso entre los liberales de Monagas y los conservadores que seguían a Páez, se produce el asalto al Congreso, acción que deja varios parlamentarios muertos entre ellos Santos Michelena y varios civiles partidarios de ambos bandos.

Fermín Toro quien estaba en su casa simbolizó la digna actitud de la minoría, cuando al emisario del presidente Monagas que le exige presentarse en el Congreso, le contesta: “Díganle ustedes al gral. Monagas que mi cadáver lo llevarán, pero que Fermín Toro no se prostituye”. Nuestro biografiado apartándose de la política prefirió trasladarse a los Valles de Aragua, dedicándose a las faenas propias del campo, como también a escribir y desarrollar estudios sobre la botánica; allá fue visitado por los grupos que promovían la destitución de Monagas y la llegada al poder de Julián Castro, comandante de la guarnición de Valencia, líder de la revolución de marzo de 1858, que al ocuparse de la presidencia designa en marzo a Toro Ministro de Hacienda y en abril en Relaciones Exteriores, correspondiéndole resolver la crítica situación de un eminente bloqueo a Venezuela por parte de Francia e Inglaterra con el famoso protocolo Urrutia. Durante el desarrollo de la Convención Nacional de 1858 reunida en la Iglesia de San Francisco en Valencia, Toro es nombrado Presidente y en tal condición dio un discurso que por su contenido sobre el gobierno central federalista y por su brillante elocuencia, mereció elogios. Refiriéndose a nuestros héroes dijo:”En el símbolo de la naciones, Colombia fue Bolívar y Venezuela fue Páez”; igualmente “Carabobo dio el grito de guerra contra el poder de los Monagas”. De nuevo es enviado en comisión a España, Francia e Inglaterra para informar sobre la confiscación de bienes y demás detalles ocasionados por la Guerra Federal. En 1861 realiza el Tratado con Italia sobre amistad, comercio y navegación, concluido en Madrid el 19 de junio de 1861. Al regresar vuelve al campo, continuando su importante y acuciosa labor investigativa sobre la flora de la zona central del país; llegó a clasificar unas setecientas plantas del Ávila; material recopilado en 1872 por el científico Adolf Ernest (1832-1894), fundador de la etnobotánica en Venezuela. Fermín Toro fallece en Caracas el 22 de diciembre de 1865; sus restos ingresan al Panteón Nacional el 23 de abril de 1876. Juan Vicente González al referirse a la personalidad de Toro dijo: “Poseía el principal elemento del orador que marcaba todos los elementos de su alma sublime”.

 

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