Cada día se produce menos leche en Táchira

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El presidente de la Asociación de Ganaderos del Norte, Isidro Uribe, manifestó que la merma de leche en el estado Táchira es del 30 % por día, debido a los gastos operativos en las unidades de producción que se incrementan por la falta de combustible y los cortes eléctricos.

Hasta hace 10 meses la región producía 500 mil litros de leche diaria, ahora la cifra se redujo a 350 mil; es decir, que en fincas de la zona norte, sur y frontera se dejaron de sacar más de 150 mil litros por día.

Para Uribe, la problemática del sector es compleja, pero arranca con el gasoil y gasolina, pues este líquido se usa para las guadañas, motosierras, fumigadoras, vehículos, mantenimiento de leche y plantas eléctricas, que por hora consumen siete litros, y que a la vez sirven para dar energía eléctrica a las vaqueras y ordeños mecánicos.

El costo del diésel en las estaciones de servicio de la zona norte y sur es de mil 100 pesos el litro, mientras que en el mercado negro supera los 2 mil. El eje de frontera no se ve afectado, pues debido a la cercanía con Colombia es más fácil obtenerlo desde el vecino país.

“Nosotros pasamos hasta más de cinco horas sin energía eléctrica, lo que quiere decir que debemos hacer un gasto de más de 38 mil 500 pesos diarios en gasoil, que de forma semanal se traducen en 269 mil 500 pesos o aproximadamente 77 dólares; siendo un gasto significativo para los productores”, dijo Uribe.

A ello se suma el aceite hidráulico y demás gastos para el buen funcionamiento de la planta, que de acuerdo a su capacidad su precio oscila entre 15 mil y 20 mil dólares.

Cupo insuficiente

Aunque algunos productores reciben combustible a un precio “subsidiado” por parte del gobierno Nacional, este cupo es insuficiente para cubrir las necesidades de las fincas, pues algunos requieren hasta 15 mil litros mensual y no reciben ni la mitad, lo que los obliga a recurrir al mercado negro.

“Esta es una de las razones por la cual algunos productores cambiaron al ordeño tradicional, puesto que los agroquímicos, mantenimiento y ordeñadores representan un precio elevado y por tanto tuvimos que cambiar la manera de trabajar para poder bajar los costos, situación que se agravó con el tema eléctrico”, manifestó.

Explicó que un ordeño mecánico de dos puestos tiene un valor de 3 mil dólares; de ocho puestos 6 mil dólares; que puede servir para 70 vacas, cuyo proceso tardará dos horas y media, que va a generar dos veces al día un total de 700 litros, mientras tanto 70 vacas en el ordeño tradicional es un trabajo que tarda más de cuatro horas y media, y que en un solo turno dan 250 litros de leche.

“Se tuvo que mermar el ordeño por esta situación que se viene presentando y que afecta a muchas personas, pues prácticamente estamos trabajando a media máquina para poder laborar de forma correcta, necesitamos herramientas como diésel y gasolina a buen precio, porque la que compramos lo hacemos a precio internacional que está súper costosa”, dijo.

Los productores, según afirmó Uribe, han adquirido equipos eléctricos para evitar el problema de la gasolina. “Ahora tenemos el tema del gasoil, por lo tanto estamos peor que antes”, expresó sin titubeos.

Especulación

Uribe denunció que los productores han caído en manos de los especuladores, pues estas personas que acuden a las fincas les manifiestan que no pueden pagar el precio establecido que es de 0.30 centavo de dólar o 900 pesos la leche de vaca, y mil 100 pesos la de búfala.

“La excusa de ellos es que no hay poder adquisitivo, que no hay salida para Colombia, entre muchos otros factores, por lo que como solución le estamos dando de mamar al becerro; es decir, que si antes le dábamos una teta, ahora le damos dos tetas”, aseveró.

Es por ello, que el representante del gremio pidió al gobierno Nacional que se permita la exportación de queso al igual que ocurrió con la carne, pues esto permitirá una nivelación del mercado y evitará un aumento del precio al consumidor.

Uribe mencionó que alrededor del 20 % de las queseras que hacen vida en Samuel Darío Maldonado, Panamericano y García de Hevia han cerrado sus puertas al no contar con el combustible para mantener operativos los cuartos fríos y trasladar la mercancía hacia el interior del país.

“Como hay sobreoferta de leche, los queseros desean pagarla como ellos quieren, entonces allí está la falla, porque se está vendiendo barata y no se está cubriendo los costos operativos de producción”, apuntó.

Uribe reconoció la inestabilidad de precios que viene como consecuencia de lo ya mencionado y la baja compra que se envía hacia el vecino país.

Frontera

El presidente de la Asociación de Ganaderos de la frontera, Carlos Pacheco, señaló que en los municipios Córdoba, Junín y Bolívar se encuentran al menos 35 fincas que están dedicadas a la producción de leche.

Sin embargo, estos lugares no se ven afectados por el tema del gasoil, pues al estar en el eje fronterizo tienen mayor acceso al combustible colombiano que ingresa a través de los pasos ilegales. “La refrigeración y proceso se maneja con gasolina del vecino país, esto debido a la cercanía, que si bien es cierto no es económica, es más accesible comparado con otras zonas del Táchira”, dijo. El litro de gasolina de Colombia oscila entre 2 mil 600 y 2 mil 700 pesos.

A su juicio, la producción no ha mermado, por el contrario se ha incrementado, esto debido a las charlas que ha venido realizando el gremio: En cuanto a los precios del alimento concentrado y alianzas estratégicas con el comercio “el clima ha sido benevolente con nosotros, pues hemos tenido un verano muy suave que permitió que los primeros meses del año el tiempo fuera muy accesible, pese a ello la producción no está a su máxima capacidad”, apuntó.

Competencia

Para Pacheco, otro problema que aqueja al sector es el costo de la leche, que a puerta de corral en pesos tiene un costo de 600 a 800 pesos, mientras que al consumidor el valor supera los 2 mil.

“Aquí históricamente ha sido el comprador el que pone el precio, por lo que estamos bastante alejados del 0,20 % de ganancia, de acuerdo monitor lácteo establecido por nuestra casa matriz de Asogata”, indicó.

Jairo Méndez, productor de la zona de montaña alta del estado, precisó que los trabajadores del campo se encuentran afectados debido a la disminución láctea y el poco desarrollo de la ganadería especializada y de alta genética que se ha perdido con los años.

El descenso en la producción en las parroquias Emilio Constantino Guerrero, y Monseñor Miguel Antonio Salas del municipio Jáuregui es del 70%, pues antes se producían 100 mil litros al mes y hoy día, la cifra no supera los 30 mil litros.

“Tenemos una desventaja donde vendemos la producción láctea en bolívares, pero nos cobran todos los insumos que requerimos en nuestras unidades de producción en moneda extranjera, incluyendo mano de obra, lo que nos pone en emergencia a la hora de seguir trabajando”, expresó.

Los costos de alimentación para el ganado están entre 36 mil y 45 mil pesos una paca de 35 kilos, mientras que los minerales de acuerdo a su tipo, supera los 119 mil y 130 mil pesos la paca de 20 kilos.

Migración

Para Méndez, la ganadería de altura se encuentra en un punto crítico, trayendo como consecuencia que algunos productores migraran a actividades agrícolas o de otra índole, debido a la baja rentabilidad, los altos costos de los insumos y mano de obra.

Dijo que de la ganadería especializada se obtenían beneficios como traer desde el exterior diversos productos con minerales de buena calidad para probar en los animales, algunas compañías brindaban apoyo técnico y orientación a los productores, especialmente al área de inseminación.

“Esto se limitó, pues al país ya no llega semen importado, se usa el nacional. El nitrógeno aumentó su valor, cuyo precio supera los 8 dólares, y de forma mensual algunos trabajadores requieren hasta más de 10 kilos”.

Con el paso del tiempo, la crisis se agudiza para este sector; sin embargo, sostienen que quienes laboran en este gremio están enamorados de su trabajo y del campo, y por tal razón se mantienen trabajando y buscando alternativas para mantenerse a flote en medio de la terrible situación que padecen.

“Aquí no hay asistencia técnica, se abandonaron los planes de vacunación que se hacían hace años contra la fiebre aftosa, Clostridium, entre otras enfermedades que afectan al ganado; sin embargo, esperamos que esto mejore en beneficio de todos, de lo contrario iremos cada día en retroceso”, mencionó. La falta de apoyo por parte de organismos nacionales es nula, comparando el país con Colombia, donde se presta colaboración al gremio a través de créditos para la inversión en las fincas, lo que se hace necesario para la producción.

Estilo de ordeño

El presidente de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira, Édgar Medina, reiteró que los productores de diferentes zonas del estado han tenido que volver al antiguo ordeño tradicional, ya que los cortes eléctricos y la falta de gasoil les impide realizar las labores del campo de forma regular.

Medina dijo que un alto porcentaje de productores tuvieron que volver a “la antigua, lo que demanda más mano de obra; es decir, a mayor cantidad de animales más número de hombres, mientras que el mecánico tiene la ventaja de ser operado por pocas personas en menos tiempo. Una sala de ordeño de cuatro puestos puede ser manejada por una persona”. Alertó que no sólo se ven afectados los del área de leche y queso, también los de carne, pues los comerciantes se ven obligados a recurrir al mercado negro para la compra de combustible.

Recordó que las fincas quedan lejanas de la zona metropolitana del Táchira, por lo cual el cupo de gasoil y gasolina no cubre la necesidad que requiere la unidad de producción. Esta problemática ha generado un incremento del precio de la carne, que en los últimos días se encuentra en las neveras de los comercios a un precio que oscila entre los 11 mil hasta 18 mil pesos.

Descartó que el aumento se deba a la exportación de ganado en pie, pues este envío hacia países del medio oriente no influye en el mercado interno del estado.

Maryerlin Villanueva – La Prensa Táchira

 

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