La corrupción, la desidia y las malas políticas del régimen han causado una emergencia humanitaria en Venezuela como nunca antes se había visto en la región. Durante 22 años han saqueado al país para enriquecer sus bolsillos a costa del sufrimiento de millones. En la actualidad, el venezolano debe luchar contra las fallas constantes en los servicios básicos, sobrevivir con un salario de miseria y lidiar con la inseguridad y los matraqueos. El día a día en el país se ha transformado en una odisea cada vez más difícil de sobrellevar.
Ante esta cruenta realidad, cerca de 6 millones de venezolanos han migrado a otros países en búsqueda de oportunidades reales y calidad de vida, es decir, han partido para encontrar lo que lamentablemente no hallaron aquí. En su aspiración de una vida mejor dejan atrás sus hogares, a sus seres queridos y los recuerdos que forjaron en esta tierra. Parten sabiendo que deberán enfrentarse a lo desconocido, sin saber si podrán adaptarse a una nueva sociedad a un nuevo estilo de vida. En su travesía, lo único seguro es la incertidumbre de no saber cuándo volverán, ni cuándo podrán abrazar a esas personas que tanto aman.
Los migrantes venezolanos se exponen en muchos de los casos a toda clase de dificultades y riesgos. En medio de la desesperación por encontrar oportunidades y un mejor futuro, pueden tomar medios alternos para llegar a otros países, muchos de los cuales resultan riesgosos para sus vidas. Los casos de venezolanos que recorren el camino a otros países en balsas o caminando, abundan. Esta es una injusticia más ocasionada por el régimen. Ningún venezolano debería abandonar el país de esta manera.
Sabemos que los gobiernos de estos países han tenido que tomar medidas para resguardar el bienestar de sus pueblos. Sin embargo, pedimos a los gobiernos y pueblos su solidaridad y compresión ante la grave situación por la que pasamos en Venezuela. Esta crisis que mantiene en sufrimiento a los venezolanos se ha convertido en un problema regional: la situación es insostenible.
Recuperar la democracia en Venezuela es un objetivo que involucra a toda la región. Los venezolanos nos hemos esforzado para lograr el cambio político que tanto anhelamos como sociedad, pero es indispensable seguir contando con el apoyo de los gobiernos y pueblos de América Latina, y el resto de democracias del mundo.
El final de este sufrimiento y de la ola migratoria solo ocurrirá con el retorno de la democracia. Este es el camino para que aquellos que se fueron en búsqueda de calidad de vida puedan volver con sus familias y a sus hogares y encontrar oportunidades aquí, en su tierra. Ante todas las injusticas del régimen, los venezolanos seguiremos unidos en todos los espacios, hasta lograr reconstruir el país que queremos.