Historia en breve –
* El músico Eric Clapton compartió los detalles sobre la grave reacción adversa que experimentó tras recibir la vacuna AstraZeneca contra el COVID-19
* La primera dosis de la vacuna le provocó temblores, fiebre y escalofríos y lo dejó “indispuesto alrededor de una semana”
* La segunda dosis agravó los síntomas de su neuropatía periférica, por lo que sufrió “dolor y agonía” y perdió la movilidad en sus manos durante tres semanas
* Clapton comentó que la coerción es lo que más le preocupa de la respuesta ante la pandemia; la propaganda del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) incluía fotografías de personas de la tercera edad que padecían alguna enfermedad junto a dichos como “Míralo a los ojos y dile que el riesgo no es real”, lo cual es victimización según Clapton
* El músico piensa que hay más personas que no están alzando la voz por temor a sufrir represalias por contradecir la narrativa oficial, así que se ha sentido alienado y ha perdido amigos debido a sus puntos de vista
En una entrevista con Oracle Films, el músico Eric Clapton compartió los detalles sobre la grave reacción adversa que experimentó tras recibir la vacuna AstraZeneca contra el COVID-19. Clapton ha recibido críticas por los medios de comunicación debido a que ha compartido su opinión sobre la vacuna y el confinamiento por COVID, lo cual le ha costado varias amistades.
No obstante, se mantiene firme al alzar la voz por aquello que cree correcto y comparte sus experiencias a pesar de tener miedo de perder el cariño y la con anza, incluso, de los miembros de su familia.
“Creo que lo que más se debe defender es la libertad, tanto de expresión como de movimiento, libertad para decidir cómo vivir; creo en el amor y la bondad y, debido a que abundan perspectivas políticas que contradicen a las que brindan la medicina y la ciencia, me resultó muy difícil ser neutral debido a que he presenciado desprecio y desdén de ambas partes, así que me encuentro entre la espada y la pared.
Hoy hablo en nombre de las personas que tal vez estén confundidas igual que yo, quizá necesitan escuchar a alguien hablar de ello desde un punto de vista humano, sin juicios ni condenas. Tiene que haber una manera de unir a las personas. Sostengo la idea de que la música puede hacer eso, aunque puede tomar mucho tiempo. Creo que no es tarde para que nos unamos”.
La canción “Stand and Deliver” aborda el confinamiento debido al COVID
Antes de recibir la vacuna contra el COVID-19, Clapton colaboró con Van Morrison en la canción “Stand and Deliver”, que se lanzó en diciembre de 2020 y aborda el con namiento tan estricto que formó parte de la respuesta del Reino Unido ante la pandemia.
El análisis de la evidencia científica desde el inicio de la pandemia respalda la teoría de que esta medida no ha contribuido a que la enfermedad deje de propagarse, pero sí ha tenido un costo financiero y humano demasiado alto. Incluso se ha denominado como el “peor error de salud pública” de los últimos 100 años. La letra de la canción de Clapton menciona lo siguiente:
“Arriba las manos/los dejaste atemorizarte/arriba las manos/pero ni una palabra de lo que escuchaste era verdad/pero si no puedes decir nada/tal vez no haya nada que puedas hacer/¿quiere ser libre?/¿o un esclavo?”
Clapton perdió la movilidad de sus manos tras recibir la segunda dosis de la vacuna
A pesar de que Clapton no estaba de acuerdo con la respuesta del gobierno ante la pandemia, e incluso consideró apartarse de Inglaterra con su familia, pensaba que podría ser vulnerable al COVID-19 debido a su edad (76 años) y a que le diagnosticaron un en sema.
Tomó la decisión de vacunarse contra el COVID-19, así que recibió la vacuna OxfordAstraZeneca, la cual usa un vector de adenovirus de chimpancé que se modificó genéticamente para expresar la proteína spieke del SARS-CoV-2. Los efectos secundarios tuvieron lugar poco después de la primera dosis:
“Fui a vacunarme… después de algunas horas empecé a temblar como gelatina, así que me fui a la cama temprano, pero no podía calentarme y pensé:
Seguro tengo fiebre. Estaba hirviendo y sudando y me daba frío de forma esporádica; estuve indispuesto durante una semana.
Había estado ensayando para un proyecto, que ameritaba una inflamación, en el que tocaría la guitarra acústica a lado de un par de músicos. Esa semana mermó tanto mi rendimiento que tuve que empezar desde cero. Aunque lo hice bien, no resultó como me hubiera gustado porque fue un gran retroceso profesional”.
Aunque no estaba seguro, Clapton recibió la segunda dosis y experimentó una reacción aún más severa:
“Poco a poco me di cuenta de que tal vez no debería haberme vacunado la primera vez, pero luego me ofrecieron la segunda dosis y pensé, bueno… ¿por qué detenerme ahora?, así que la recibí y después de eso me empecé a sentir muy mal. Casi una semana después mis manos dejaron de funcionar”.
Antes de eso, se le había diagnosticado neuropatía periférica, la cual implica un daño en los nervios de las extremidades que causa dolor, ardor, entumecimiento y sensación de hormigueo. El músico señaló que esta enfermedad es progresiva e incurable pero que su caso siempre se pudo controlar.
“Tenía en mente que esto empeoraría de forma paulatina a medida que alcanzara los 80 años, pero no me impediría sostener una compresa de hielo o lo que fuera”, sin embargo, esto cambió después de recibir la segunda dosis de esta vacuna.
Clapton asevera que la vacuna dañó su sistema inmunológico
Después de la segunda dosis, la neuropatía periférica de Clapton empeoró de forma considerable, algo que atribuyó que su sistema inmunológico sufrió un ataque:
“[Cuando me vacuné por segunda vez] esto aumentó de tres a ocho o nueve, en una escala del uno al diez. Agonía y dolor crónico. Resulta abrumador cuando se sabe que no hay nada que funcione para calmar el dolor ni tampoco medicamento alguno que pueda ser de ayuda y lo peor es que es imposible saber en qué momento aparecerá o se detendrá.
Desde el punto de vista médico, eso fue lo que más me asustó y me sigue preocupando ya que tengo conciertos y grabaciones que hacer, pero no puedo tocar la guitarra… no es divertido… y el dolor permanece hasta que me voy a la cama y tomo pastillas para dormir porque, de no ser así, tampoco me dejaría conciliar el sueño. Esa no es una buena forma de vivir.
La vacuna no ocasionó todo por sí misma, pero sí afectó mi sistema inmunológico de forma considerable y aún lo hace. Entonces volví a leer acerca de las personas que estaban teniendo reacciones adversas y el daño al sistema inmunológico estaba en la lista”.
Judy Mikovits, Ph.D., es una de las personas que han advertido que las vacunas contra el COVID-19 provocan una desregulación inmunológica y explicó lo siguiente en nuestra entrevista de junio de 2021:
“Como se mencionó, es un vector de adenovirus que expresa la proteína.
Entonces, el VIH, la envoltura de XMRV, la sincitina, la envoltura HERV-W y el ACE2 ya se están expresando en el vector. Estas vacunas de adenovirus, que son productoras de proteínas, se cultivan en una línea celular de tejidos fetales que fueron producto de abortos, por lo que ahora tiene sincitina humana [adentro]. Ahora tiene el 8 % del genoma humano de otro individuo.
Entonces, al mirar la comunicación que tiene que regular su respuesta al interferón tipo I, le dará autoinmunidad. En las personas inmunodeprimidas, se expresará y causará una infección, por lo que sus defensas estarán combatiendo otra [infección]. No se puede librar una guerra en tres frentes”.
Clapton le pidió al médico que hiciera un informe de “tarjeta amarilla”
El Reino Unido mantiene un sitio de informes de “tarjeta amarilla” para notificar los efectos adversos de las vacunas y medicamentos. Desde el 9 de diciembre de 2020 hasta el 2 de junio de 2021, el sitio informó las siguientes cifras en la categoría de tarjeta amarilla:
67 998 por la vacuna P zer/BioNTech
195 641 por la vacuna AstraZeneca
3 278 por la vacuna Moderna
754 por vacunas contra el COVID-19, marca no especificada
Esto da como resultado una tasa general de eventos adversos de tres a siete tarjetas amarillas por cada 1 000 dosis de las vacunas P zer/BioNTech, AstraZeneca y Moderna que se administraron. Cuando se le preguntó a Clapton si sentía que estaba al tanto de los riesgos de la vacuna antes de recibirla, dijo: “Oh, Dios, no. Ni siquiera sabía que había un informe de tarjeta amarilla, no sabía de su existencia”.
Además de decirle que puede estar un poco adolorido, comentó: “Dicen que es seguro”, sin embargo, después de la segunda dosis, le pidió a su médico que hiciera un informe de tarjeta amarilla y recibió una nota que, en el mejor de los casos, lo eximiría de tener que recibir una dosis de refuerzo:
“Perdí el uso de mis manos durante unas tres semanas, así que pensé que estaba en un verdadero problema… no puedo tocar nada frío ni caliente. Tengo que usar estos [sosteniendo un par de guantes], de lo contrario mis manos comenzarán a arder y seguirán así durante todo el día. Esa es mi experiencia tras recibir la segunda dosis.
Fui al médico rápidamente y le dije: ¿sabe?, no puedo recibir más vacunas. Esto no es posible para mí porque no sé qué pasará. No sé qué pasará después y, por lo que he leído y me han dicho, habría un refuerzo en otoño, así que pensé que necesitaba tener un documento que avalara que tengo alergia y que no puedo vacunarme contra el COVID y justo eso es lo que tengo en mi mochila”.
Fue en ese momento que Robin Monotti de Oracle Films invitó a Clapton a hablar sobre sus experiencias, lo cual fue una decisión fácil, afirmó: “Fue fácil aceptar porque me di cuenta de que yo no era el único que estaba sufriendo reacciones adversas”.
Las personas no están alzando la voz por miedo a las represalias
Clapton apoya la Declaración de Great Barrington (GBD, por sus siglas en inglés), cuya redacción estuvo a cargo de epidemiólogos de enfermedades infecciosas y científicos de salud pública quienes destacaron las preocupaciones sobre las medidas de confinamiento que se implementaron durante la pandemia y han recabado más de 850 000 firmas de apoyo.
Los autores de la GBD, junto con un equipo de académicos, investigadores y expertos en la materia, están publicando un análisis regular del impacto global de las restricciones por COVID-19, que lleva por nombre: Collateral Global. La verdad es que el confinamiento ha causado un daño importante, desde retrasos en el tratamiento médico e interrupción en la educación hasta desempleo y sobredosis de drogas.
Clapton comentó que la coerción es lo que más le preocupa de la respuesta ante la pandemia. La propaganda del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) incluía fotografías de personas de la tercera edad que padecían alguna enfermedad junto a dichos como “Míralo a los ojos y dile que el riesgo no es real”. “Eso es muy perverso, la victimización es lo que es”, dijo Clapton y agregó:
“Lo que buscaron con su propaganda fue responsabilizarnos por la vida de otras personas. De esa forma, pueden etiquetarme como un asesino y la gente en verdad lo creería. Eso es muy poderoso y muy ingenioso”.
El síndrome de ansiedad por COVID-19 hace referencia a la angustia psicológica debido a la pandemia o temas afines, la cual se ha manifestado en muchas personas, y es posible que las acompañe más allá de la situación que la ocasionó, lo que inter ere con la vida diaria. Clapton comentó que él es una de esas personas, pero que su ansiedad empeoró cuando estaba al pendiente las noticias, así que ya no ve la televisión. Este sufrimiento psicológico es un mecanismo de control muy importante, mencionó el músico, haciendo referencia a la obra “1984” de George Orwell:
“Es tan cierto. Hay tanta enfermedad en nuestra cabeza ahora. Nos hemos vuelto débiles. Aunque se hable mucho acerca de la libertad de expresión, movimiento y decisión respecto a la vacuna, en realidad estamos experimentando lo opuesto”.
Clapton cree que hay más personas que no están hablando por temor a represalias si contradicen la narrativa o social, lo que incluye a los miembros de sus familias. Si bien aseguró sentirse alienado debido a sus puntos de vista, comentó: “Lo que a mí me da miedo es lo que pueda pasarle a mis hijos. Lo que me abruma de la vacunación es no saber qué efectos tendrá en ellos”.
Fuentes y Referencias
Yellow Card
Yellow Card Weekly Summary
Great Barrington Declaration
Collateral Global
Psychiatry Res. 2020 Oct; 292: 113322
Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola Datos comprobados