Al cumplirse el 19 de abril de 1811, el primer aniversario del movimiento autonómico, la Sociedad Patriótica (la fundada por Miranda), quemó las efigies del rey Carlos IV y la de su hijo Fernando VI. Era la ebullición de las ideas renovadoras de nuestro “Siempre Precursor”, seguido con el entusiasmo de los jóvenes de avanzada. Luego de la misa solemne en la Catedral de Caracas oficiada con gran solemnidad el 2 de marzo por el arzobispo español Narciso Coll y Pradt, el Congreso se había instalado al siguiente día en la casa del conde de San Javier, utilizada como Casa de Gobierno desde el 19 de abril de 1810.
El 27 de junio se decidió trasladarse a la capilla de la Universidad Real y Pontificia. El encendido discurso en la Sociedad Patriótica por parte del joven coronel de 27 años Simón Bolívar el 3 de julio del memorable año, y la comunicación llevada por el doctor valenciano Miguel Peña, motivaron Presidente del Congreso, Juan Antonio Rodríguez Domínguez, el día 4 de julio, “tratar el importante tema”. Encendidos fueron los discursos de Miranda quien dijo: “O la vida para siempre o el sacrificio de todos por la libertad”.Fernando Peñalver y sus sabias palabras: “Un pueblo para ser libre, basta que quiera serlo”, igualmente expresaron sus opiniones Juan Germán Roscio y Francisco Javier Yánez entre otros diputados. A las 11:00 de la mañana del 5 de julio, declara suficientes las discusiones, procediéndose a la votación por parte de los legisladores, la cual culmina a las 2:30 de la tarde.
A las 3:00 de la tarde toma la palabra el Presidente del Congreso para exclamar: “Queda declarada solemnemente la independencia absoluta de Venezuela”. Fue el resultado favorable del Poder Legislativo representante del poder popular; el público agolpado en los alrededores de la capilla de Santa Rosa de Lima, celebraba el inédito acontecimiento de la América hispana. Miranda con los miembros de la Sociedad Patriótica y un grupo de entusiastas seguidores recorrieron las calles y plazas caraqueñas, llevando la buena nueva, celebrando con vítores y fuegos artificiales; se exteriorizaba a los cuatro vientos: ¡Al fin somos libres!
A partir de ese fausto día dejamos de ser españoles americanos para convertirnos en venezolanos. El Congreso realizó una segunda reunión para designar al abogado y diputado Juan Germán Roscio y al médico italiano Francisco Isnardi, para la redacción del Acta de Independencia, presentada el 7 de julio para su aprobación; iniciándose las firmas el día 8 concluyéndose el 18 de agosto; el Congreso designa a Miranda, al capitán de fragata Lino de Clemente y al capitán peruano y diputado José de Satta y Bussy para el diseño de la Bandera y la Escarapela, aprobada el 7, Bandera Nacional izada por primera vez el 14 de julio en el cuartel San Carlos y luego en la Plaza Mayor, por los hijos del protomártir José María España, ajusticiado en ese sitio no sin antes proferir: ¡No pasará mucho tiempo sin que mis cenizas sean honradas!
Otra de las disposiciones del Congreso fue la de ordenar la redacción de la Constitución Nacional, primera en Hispanoamérica, sancionada el 21 de diciembre de 1811. El Cuerpo Legislativo reinicia actividades en Valencia el 1° de marzo de 1812, declarada Ciudad Federal. Debido al avance exitoso desde Coro del jefe realista Domingo Monteverde, las sesiones se suspenden el 6 de abril del fatídico año.
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