Luisa Pernalete: Bachillerato devaluado

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“Me gradué y no se multiplicar, aplausos. Me gradué y me rasparon 5 materias, aplausos, me gradué y no se restar, aplausos, me gradué y raspé educación física, aplausos, me gradué y no se sacar la regla de tres…” y así siguieron otras confesiones parecidas de unas adolescentes con camisa beige, y los expresivos aplausos ante cada confesión.

No sabemos si era chiste o eran verdades de graduandos del quinto año, que les hacía gracia grabar ese video. Pero sea la opción que sea: verdad o chiste, el video encierra unos dramas terribles: se están burlando del mal bachillerato que han tenido, de paso, que no importa que no sepan elementos básicos, como multiplicar, o que no hayan aprobado todas sus materias igual se pueden graduar, no es el mérito, no es el conocimiento lo que importa.

Es cierto que lo expresado en ese video, que se volvió viral en pocos días, no son contenidos del quinto año, ni la regla de tres, ni la tabla de multiplicar, por poner dos ejemplos, pero se supone que después de 12 o 13 años de estudio, al menos se debería saber multiplicar, lo cual se aprende en los primeros años de la primaria, matemática básica, necesaria para la vida. De manera que la evaluación que hacen las estudiantes no es de su quinto año, sino de toda su educación formal.

Y ahora, trascendamos el video, que, por cierto, no es el único que está circulando con chicos y chicas de “camisa beige” en estos días.

Se piensa en lo que ha sido nuestra educación los últimos años, no sólo este, totalmente a distancia, que ha sido peor, y tenemos que afirmar, aunque no tengamos “datos duros”, que hay una gran materia pendiente: educación integral y de calidad, tal como lo establece el Artículo 103 de la CRBV y tal como lo necesita todo joven para poder desarrollarse adecuadamente en la vida, educación para ser ciudadanos, para poder seguir aprendiendo, educación para la vida digna, pues.

La promoción automática ha influido, según la cual todos los estudiantes de primaria pasan de grado, tengan o no los objetivos totalmente logrados. Hay que decir que llevamos años con la “meritocracia” suspendida desde hace varios años. Recuerdo cuando se implantó, se suponía que se quería evitar que el niño, repitiera el año, pero ello tenía que ir acompañado de otras medidas, por ejemplo, que la misma maestra que tocara en primer grado, siguiera en segundo con el mismo grupo, o al menos que cada maestro entregara un informe detallado de cada estudiante al docente del siguiente grado, de manera que este pudiera hacer seguimiento a los niños. Y ello no eximía que en cada grado se evalúen las competencias que deban desarrollarse, como el de la comprensión lectora. ¿Cuántos niños aprendieron a leer corrido en el primer grado? ¿Cuántos están el proceso? ¿Se lleva esa evaluación en todos los planteles, públicos y privados? Recuérdese que en otros países se aplican estandarizadas, tales como la del sistema Pisa, de las más conocidas, que permiten medir el impacto del proceso de enseñanza aprendizaje, y no para competir con otros países, sino para que cada plantel, cada maestro, pueda saber si avanzan los chicos, a cuáles hay que poner más atención… En Venezuela llevamos años sin medir el impacto de la educación. ¡Ojalá las olimpiadas del padre Wyssenbach, ese jesuita extraordinario que pone a niños, niñas y adolescentes a competir consigo mismos en las áreas de lengua y matemática, se pudieran hacer en todo el país!

También en bachillerato, hace unos años, se decidieron medidas para evitar la repitencia: el alumno podía presentar “remediales” en varias oportunidades… muy difícil que no terminara pasando la materia aplazada en julio. No es que en el fondo estuviéramos en contra de dar oportunidades a los que le hubieran quedado materias, pero si no se acompañaba con clases extras, para que el estudiante llenara los vacíos, ¿tenían sentido esos remediales? Se mantiene en el bachillerato una evaluación que no es parte del proceso, que no orienta al alumno. Necesitamos medir los aprendizajes, para saber si estamos avanzando o estamos estancados o estamos retrocediendo.

En definitiva. ¿Se trata de pasar el año o se trata de que el estudiante aprenda?

Estamos muy lejos de la educación de calidad, establecida como derecho en la  CRBV, y que, además, lo más importante, es la educación necesaria para la vida, la educación necesaria para incrementar la resiliencia, en un país en el que cualquier acción, por pequeña que sea, es una carrera de obstáculos, un país en donde todos necesitamos un plan b o c o d a cada rato, un país con alto índice de embarazo temprano – de adolescente – , alto índice de violencia, con el delito organizado creciendo y reclutando niños y jóvenes  de los sectores populares. Añadamos, esta pandemia, ya con 475 días, cuando escribo estas líneas, en cuarentena prolongada, con su componente de ansiedad, angustia, estrés etc Nuestros niños, niñas y adolescentes, requieren de mucha educación emocional, y el aparato productivo está necesitando de jóvenes con capacidad para aprender y para emprender.

Con esto quiero decir, que, ante tal cuadro de país, la educación venezolana tiene que ser de mucha calidad para le sirva a los NNA y para que le sirva al país y salir de esta crisis humanitaria compleja. Necesitamos hacer una evaluación sincera, objetiva de nuestro sistema educativo, para hacer los correctivos requeridos y para que sirva para formar ciudadanos solidarios, con cultura democrática, con mucha capacidad de resiliencia. Necesitamos un bachillerato que permita a los graduandos sentirse orgullosos de lo que han aprendido.

Nota: Ciudadanos indefensos

“No la vamos a poder entrevistar hoy profe, la emisora está fuera del aire por que robaron unos cables”, me informó Adriana, periodista de la emisora de Fe y Alegría de Ciudad Guayana. Y me quedé pensando que el problema no era mi entrevista, sino que, al ser una emisora educativa, se quedaban miles de niños y niñas sin sus clases por radio. Y eso si es un gran problema: niños y niñas, de educación inicial y de primaria, sin educación. No es primera vez que sucede ni es la única.

Se produce un robo, se hace la denuncia correspondiente, pero, a decir verdad, sin mucha fe en que se resuelva el caso y se recupere lo robado. Crece la sensación no sólo de inseguridad, sino también de orfandad, de indefensión de los ciudadanos. No es sólo la pandemia, no es sólo la hiperinflación, los venezolanos también estamos en estado de vulnerabilidad frente a nuestros derechos fundamentales.

Daremos un recorrido breve a casos cercanos. Usted agregue los que conoce.

Terminemos el tema de las emisoras educativas de Fe y Alegría afectadas por los robos en estos últimos meses, también la de El Tigre fue robada.  Agreguemos las que tienen problemas para operar por causa de la electricidad, que, si bien no tiene que ver con delincuencia, si tiene relación con la orfandad del ciudadano como sucede con la de Tumeremo y la de Ciudad Bolívar. Y como ya dijimos para Ciudad Guayana, una radio educativa fuera del aire, supone miles de niños que se quedarán sin el programa “La escuela en la radio”, la estrategia por la cual Fe y Alegría está educando a distancia en muchos municipios del país. Afectado pues el derecho a la educación.

Sigamos con el tema educativo: escuelas de Fe y Alegría robadas en este año escolar. Pasemos revista: zona Miranda 2, zona Zulia 1, zona Andes 4, más la oficina de coordinación en Mérida; en oriente, 6 más la oficina de coordinación; zona central 2; en frontera, 1; 4 en la zona Guayana; 1 en la zona frontera, y en la zona Caracas 4.  Total: 22. Y robar una escuela, en la ubicación que sea, no es afectar al dueño o al responsable del plantel,  se afecta a todos sus beneficiaros: los niños, niñas, adolescentes, las familias de la comunidad, pues las escuelas, y hablo sobre todo por las de Fe y Alegría, suelen ofrecer otros servicios a los representantes y vecinos, así que el daño es a toda la comunidad- También aquí hay que recordar que se vulneran derechos de NNA, que según nuestra legislación,  son Prioridad Absoluta( Art. 70 CRBV y Art.7 Lopnna) Las escuelas son protección para esta población, , y claro, sobadas, suponen estudiantes sin protección, pues el Derecho a la Educación (Art.103 y 104 de la CRBV) se verá afectado.

En cuanto a la salud de NNA, el jueves 1 de julio, unos 12 jóvenes venezolanos, acompañados por Prepara Familia, Cecodap, Acción solidaria y la Redhna, denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la suspensión de tratamientos médicos y trasplantes. En informaciones difundidas por la REDHNA, y por radio Fe y Alegría Noticias, entre otros, los jóvenes expusieron este miércoles el impacto de la suspensión del programa de órganos de trasplantes de médula ósea en Venezuela. En la audiencia con la CIDH,  expresaron  “la desesperación de vivir con una condición de salud crítica, crisis hospitalaria, la angustia de sus familiares, la imposibilidad de tener esperanza de vida al recibir un trasplante de órgano” ( www.radiofeyalegrianoticias.com) Hay que añadir que desde  su suspensión se dejaron de  hacer aproximadamente 960 trasplantes, de los cuales el 10% corresponden a pacientes del JM de los Ríos- Hay que decir también que hay niños que han muerto esperando esos trasplantes, en edades que son para son para jugar, soñar estudiar, pero no para morir. ¡Mayor indefensión que esta está difícil!

El mes pasado, la parroquia católica Jesús de Nazaret, ubicada en La Carucíeña, al oeste de Barquisimeto, en una urbanización de INAVI, fue robada. No sólo unos equipos de aire acondicionado, sino también se robaron las medicinas de la botica comunitaria, que, como se puede suponer, servían de ayuda a todos los vecinos de la comunidad. Recordemos que la Constitución, en su artículo 55, establece que “toda persona tiene derecho a la protección por parte del estado, a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por la ley, frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física para integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes”. Agreguemos, que, en el caso de la parroquia a la cual nos hemos referido, es muy activa, tiene una relación estrecha con su entorno. Su párroco, Raúl Herrera sj, de paso, conocido defensor de DDHH, estaba indignado y con razón.

No olvidemos la indefensión de los ciudadanos que viven en zonas como la cota 905 o La Vega en Caracas, que deben esconderse en sus casas por el problema de los intercambios de balas entre bandas i y también por los operativos.

Así podíamos seguir pasando revista de la indefensión de los ciudadanos en este país, no nos afecta sólo el covid, sin plan conocido de vacunación, no nos afecta solo la hiperinflación, y la falta de combustible, la violencia delincuencial y la desprotección en salud para NNA, son solo ejemplos de esa indefensión.

Y ahora unos consejos: no nos quedemos como si fuera “normal” lo que pasa. En la Carucieña, el domingo después del robo, feligreses, con su párroco a la cabeza, salieron a protestar frente al módulo de la policía; Prepara Familia y Cecodap, han denunciado la suspensión de los trasplantes para los niños del JM de Los Ríos; han ha habido casos de intentos de robos en escuelas que se han abortado porque los vecinos se mueven y hacen huir a los ladrones… Hay que organizarse y expresar que se tienen derechos, que los ciudadanos merecemos protección.

@luisaconpaz

 

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