Hay aspectos inherentes al individuo, que se deben aprender en el hogar, comportamientos elementales como, las normas de cortesía, mantener ciertas conductas adecuadas, los valores y principios que estamos comprometidos a hacer prevalecer. Por eso, es fundamental que los padres velemos por propiciar el cumplimiento de esa formación básica. Esto, es una labor muy importante y comprometida, de mucha responsabilidad, pues, no existe un manual predeterminado, sino que, debemos aprender por experiencia propia.
Así mismo, es relevante que los padres manifestemos nuestro ejemplo a través del comportamiento que demostramos, ya que, ellos desde muy pequeños nos observan y desean imitar nuestras acciones, independientemente que estas sean correctas o no. En este sentido, se hace oportuno cuidar nuestra actuación en la rutina diaria, los hábitos demostrados en la mesa, el respeto a las normas y a las prácticas adecuadas en general, para que tomen las referencias más favorables. De nada sirve, exigirles que sean correctos si los padres a su vez, no tenemos un comportamiento apropiado.
Otra forma de corregir y establecer parámetros convenientes, es a través del intercambio o diálogo, pues así, los padres podemos tratar de entenderles y demostrarles compresión. La comunicación oportuna, es una vía para escucharlos y manifestarles lo que sentimos. Se considera fundamental, utilizar las posturas acertadas, un lenguaje y expresiones que no representen amenazas, interesarse por su opinión y hablarles claramente expresando nuestras ideas. Así, fortaleceremos la conexión con nuestros hijos y ellos sentirán confianza en nosotros.
Por otro lado, debemos esmerarnos por reforzar lo positivo pues esto, es muy efectivo para lograr los resultados pertinentes. De esta manera, las recompensas, premios, retribuciones, así como, las gratificaciones, sirven de excelente estímulo, ya que, es necesario no sólo corregir las fallas, sino además destacar lo bueno. En este sentido, también es fundamental demostrarles afecto, que los valoramos, apreciando su capacidad para superar las distintas situaciones que se puedan presentar y resolver problemas.
Igualmente, se debe recordar que ellos necesitan vivir sus propias experiencias, que cometan fallas o errores, lo cual, genera que experimenten distintas situaciones, permitiéndoles aprender y crecer. Así, pueden explorar la realidad, enfrentar sus miedos y los riesgos existentes en su entorno. Esta, es una excelente forma de facilitar su aprendizaje y de aportar vivencias en su crecimiento. En el caso que cometan equivocaciones, estaremos ahí para apoyarlos, orientarlos y animarlos a seguir adelante, sin caer en la sobreprotección.