Román Ibarra: SOS Cuba

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La inmensa ola de protestas que se viene dando en Cuba demuestra un cambio, no solo cuantitativo, sino cualitativo, y siembra una esperanza en quienes hemos deseado por largos años, la liberación de esa sociedad tan maltratada por el ensayo criminal y desalmado del comunismo.

Esos movimientos no son nuevos porque comportan el cúmulo de todas las luchas que en el pasado otros patriotas dieron y que fueron severamente perseguidas y asfixiadas por la dictadura cruel que encarnan los Castro, hoy entregada a un burócrata sin alma como Díaz Canel. Mandadero de los jefes del partido comunista.

Desde el comienzo mismo de la mal llamada ¨revolución¨, ha habido voces disidentes, y un partido todopoderoso dueño del poder, se encargó de destruir cualquier movimiento, y/o actuación contraria a los intereses del gobierno totalitario.

Los fusilamientos en masa a cargo del asesino del Ché Guevara, ordenados por el no menos asesino de Fidel Castro, dieron al traste con cualquier posibilidad de construcción de alternativas democráticas.

Desde Huber Matos, pasando por Haydée Santamaría; Reinaldo Arenas; Cabrera Infante; Paquito D´Rivera; Arturo Sandoval; Las Damas de Blanco; deportistas; artistas, y ciudadanos comunes, hasta llegar hoy al Movimiento San Isidro, toda la disidencia fue aplastada por un régimen impúdico y cruel, sin importar la condición de nadie. Solo importaba la permanencia de la dictadura a cualquier precio.

Intelectuales, y políticos del mundo entero cayeron fascinados con la presencia de Fidel Castro, sin reparar en el hecho de las tropelías que se cometían y cometen contra toda la población.

Fallecidos ya, alabarderos y celestinas de sus crímenes como los García Márquez;  J.P. Sartre; Simone de Beauvoir, entre otros, aún le quedan en la actualidad, los asalariados y aspirantes a déspotas (menores por fortuna), de Pablo Iglesias; Pedro Sánchez; Garzón, o López Obrador, quienes Dios mediante y la fuerza democrática de sus respectivas sociedades, jamás lograrán similares despropósitos.

El cambio muy significativo de las exigencias por comida y medicinas en medio de la pandemia del Covid-19, se ha trocado casi inmediatamente en consignas políticas, como libertad y el fin de la dictadura, obligando a la dictadura –a partir del llamado desesperado de Díaz Canel a una guerra civil- a la perpetración abierta de violaciones a los DDHH.

Estas advertencias en el cambio cualitativo de la demanda social, fueron muy bien expresadas por el Profesor chileno-alemán, Fernando Mires (@FernandoMiresOI) en un lúcido artículo denominado: ¨Cuba: Otra Historia Ha Comenzado¨.

El llamado es a que los organismos internacionales presten atención inmediata a la crisis que se observa en Cuba, y se les preste toda la ayuda necesaria para que se pueda iniciar un proceso de diálogo y negociaciones que los lleve a democratizarse.

A los cubanos que decidieron levantarse en protesta cívica tras 62 años de oprobio, y atraso, nuestro más firme apoyo y solidaridad. Hay que estimular que sigan en su lucha, y que nadie desde afuera pretenda dirigirlos. Ofrecerles ayuda material, y acompañamiento es lo que corresponde hacer.

Ojalá se apropien de todos los mecanismos de la lucha no violenta, y eviten dar excusas a unos sanguinarios que –por cierto- no necesitan nada para ejercer de asesinos cobardes, como hasta ahora. Pero que la lucha ciudadana no tenga manchas y pueda perfectamente diferenciarse de sus opresores, para desarrollar un vigoroso movimiento democrático. Que el mundo entero lo vea y lo sepa.

No podemos dejar solos a nuestros hermanos cubanos en la búsqueda de libertad, así como tampoco pueden dejarnos solos a los venezolanos, y nicaragüenses, que luchamos por lo mismo.

Perseverancia en la lucha e inspiración en líderes no violentos para lograr los objetivos. Digo esto y pienso en Jesucristo; Ghandi; Mandela; Juan Pablo II, y Walesa, entre otros.

¡Viva Cuba, viva la Libertad!

@romanibarra

 

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