El elogio de Daniel Ceballos a tenebrosos dictadores salidos del Táchira “es un discurso deplorable, caracterizado por la ignorancia y el oportunismo ramplón”, comentó el historiador y escritor Elías Pino Iturrieta.
Daniel Ceballos, un dirigente de la errática y menguada oposición que intenta sin éxito enfrentar al régimen autoritario que encabeza Nicolás Maduro, pareció darse un disparo en el pie en la arrancada de su nueva carrera política.
El militante del perseguido partido Voluntad Popular y ex preso político, lanzó su campaña como candidato a gobernador de Táchira a las cuestionadas elecciones del 21 de noviembre. Pero de puso una soga en el cuello mostrando una gran incoherencia.
Ceballos difundió en las últimas horas un video proselitista en el que elogia a al menos tres sanguinarios dictadores venidos del estado andino de Táchira: Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez.
Se trata de un aparente intento por rescatar el gentilicio de la región, pero parece dejar de lado la impronta criminal de estos personajes y olvidar que la Política real debe ir más allá de buscar votos apelando a mensajes simplistas.
«Es discurso deplorable, caracterizado por la ignorancia y el oportunismo ramplón», comentó el historiador, escritor y profesor Elías Pino Iturrieta.
«Niega los valores democráticos al hacer la apología de tiranos comprobados. Solo le faltó la beatificación de Eustoquio Gómez (un sanguinario hijo de Juan Vicente Gómez)», añade el autor de libros como Castro, epistolario presidencial (1899–1908); Positivismo y gomecismo; Ideas y mentalidades de Venezuela.
Mala señal
«Es oscura señal que un partido de cuño democrático pueda respaldar a un individuo tan alejado de la civilidad y del republicanismo. Con palabras como esas, se profundiza el agujero tenebroso y mediocre del chavismo», advirtió Pino Iturrieta, también de origen andino.
«Con tantas figuras dignas de enaltecimiento que tiene el Táchira, llega al extremo de ponderar la “paranoia” de Gómez y la coherencia de Pérez Jiménez: suficiente como para inscribirlo en un kínder de Moral y Cívica», dijo Pino Iturrieta en estas breves declaraciones para El Estímulo.
«Sin lecturas coherentes del pasado, tal vez piensan que el destino de la sociedad depende de lo que les pasa por la cabeza», agregó sobre ese «presentismo» de esos dirigentes políticos que parecen creer que todo empieza por ellos mismo.
Perplejidad
Ceballos fue en su momento uno de los mártires de la oposición venezolana cuando como preso político fue internado en la cárcel militar de Ramo Verde. Fue injustamente acusado de «rebelión y agavillamiento», tras una serie de protestas callejeras que se desataron en toda Venezuela contra el gobierno de Nicolás Maduro en febrero de 2014.
Ahora regresa al activismo y lanzó su candidatura sin el apoyo expreso de Voluntad Popular. Además irá a unas elecciones primarias con la actual gobernadora, Leidy Gómez, a su vez ex militante del partido Acción Democrática (que fue expropiado por el chavismo para entregar las siglas a políticos amigos del régimen).
Ceballos fue alcalde del municipio San Cristóbal, de Táchira, durante unos 70 días, hasta ser destituido por el chavista Tribunal Supremo de Justicia, a causa de las protestas contra el chavismo que se habían desatado en su ciudad.
A elecciones vamos
Sería liberado en junio de 2018, como parte de un grupo de presos políticos opositores entregados por Maduro como supuesto gesto de reconciliación nacional.
Ahora, Ceballos está en la línea del bloque de opositores que apoya la idea de acudir a las elecciones de alcaldes y gobernadores del 21 de noviembre. Otra parte de la oposición, encabezada por Juan Guaidó, pide primero garantías de que serán elecciones justas, libres y con observación internacional.
Mal por donde se mire
Desde el estado andino, algunos paisanos de Ceballos también expresaron su rechazo.
«Cuando se habla de la influencia del Táchira en Venezuela, no es preciso decirlo de manera personal. El mensajero es el mensaje, si usted como mensajero no tiene la autoridad moral y ética ¿cómo puede enviar un mensaje?», señala Eleazar Useche, empresario del Táchira.
Para Leonardo Manrique, defensor de los derechos humanos en ese estado, esa la promoción difundida por Ceballos como candidato a la gobernación del estado representa un insulto a la inteligencia de los tachirenses y de los venezolanos.
«Catalogar «cualidades positivas» de estos dictadores que tanto daño hicieron es un acto nefasto. Estos tiranos apresaron, torturaron y asesinaron a dirigentes que buscaban sembrar la democracia en Venezuela: Leonardo Ruiz Pineda, Alberto Carnevalli o Carlos Andrés Pérez. Es atroz tratar de manipular a la opinión pública con estos personajes que demuestra sólo la desesperación de Daniel Ceballos, como “el último pasajero” de Truman que narra la historia de Diógenes Escalante», dice Manrique.
Diego Mendoza, joven estudiante de Comunicación Social señala que el video de Ceballos fue premeditado, más no por ello brillante.
«Es una apuesta por tocar el sentimiento tachirense al invocar políticos oriundos de la región que llegaron a la presidencia de la República. Ceballos se ha dado cuenta que la actual crisis ha llevado a una descentralización y aislamiento de los estados, lo que ha avivado hasta cierto punto el crecimiento del sentimiento regional», señaló.
«Aun así, no creo que su discurso tenga el efecto que espera, más allá de la polémica que genera el elogiar a ciertos mandatarios que ejercieron el poder de manera dictatorial. Particularmente como tachirense, el discurso de Ceballos no me representa. Creo que del Táchira debe emerger un nuevo discurso que eleve la premisa del respeto irrestricto por la propiedad y libertad del prójimo como única garante de progreso», añade.
El Estimulo