El sábado 24 de julio entró en funcionamiento la planta catalítica de la refinería Amuay, con ello la producción de gasolina en la Península de Paraguaná llega a 25.000 barriles de gasolina por día
Mediante el arranque de la planta catalítica en la refinería Amuay que forma parte del Complejo Refinador de Paraguaná (CRP), ubicada en el estado Falcón, la producción de gasolina llega a 74.000 barriles por día al sumarse 26.000 barriles de la planta Reformador de la refinería Cardón; Sin embargo, son insuficientes para la demanda nacional.
Carlos Colina, director nacional del movimiento Petroleros Sin Fronteras, dijo que el sábado 24 de julio, arrancó la producción de gasolina a través de la plata catalítica en la refinería Amuay, que tenía un buen tiempo parada por problemas internos. La producción de gasolina en esta refinería se inició con 48.000 barriles diarios, lo que asegura es insuficiente para atender la flota de vehículos en todo el país. «Estimamos que la gasolina llegará una o dos veces a la semana en los diferentes estados y los más afectados son los que están más lejos del CRP y quedan de últimos en la lista», expresó.
Colina recordó que el 3 de julio se paró la producción de gasolina en la planta catalítica de la refinería Cardón por graves problemas estructurales que ameritaron una parada de emergencia. Aunque los trabajadores estimaron para el momento una duración de tres semanas, la complejidad del problema los ha llevado a continuar las labores sin tener fecha de culminación. Esta planta quedó fuera de servicio cuando era la principal que producía gasolina.
El Pitazo constató con trabajadores petroleros que la planta Reformador de la refinería Cardón está operativa y con una producción diaria de gasolina de 26.000 barriles. Esta gasolina no está mezclada, es un combustible de 95 octanos que sale del reformador de nafta y va directamente a la calle. Los trabajadores de la industria también confirmaron que los tanques de almacenamiento presentan fugas por falta de mantenimiento preventivo, por tanto lo que se produce va a despacho y muy poca gasolina queda almacenada.
Irene Revilla – El Pitazo
