El régimen revolucionario militarista, farsante y carcomido por la corrupción, poco le importa el grado de inmiseración que sufren las clases C, D, E y F como la mayoría del cuerpo social venezolano, debido al completo fracaso del régimen y su modelo económico, sociológico y marxista. Lo que si sabe el régimen es atormentar al ciudadano con su guerra psicológica a diario sobre sus proyectos, nunca realidades que contrastan con la lucha y compasión mediante la cual el ciudadano intenta conseguir su bocado diario. El fracaso económico de la revolución es total y a tal extremo que Venezuela vive en una permanente hiperinflación, hiperinflación alimentaria que provoca en el ciudadano una respuesta de violencia y una inmensa frustración frente al hambre.
El régimen miente y desarrolla consuetudinariamente una tormentosa propaganda para ganar tiempo y desviar la atención pero la inmiseración se profundiza y la violencia crece. La Inmiseración creada por el régimen muestra su falta de alternativas del revolucionarismo militarista y deja claro de bulto, qué ningún salario de hombres y mujeres hoy satisface las necesidades de las clases C, D, E y F. Esa realidad desgraciada ha sido creada por el régimen socialista militarista que son darse cuenta esta potenciando una respuesta de violencia social con impacto y consecuencias inimaginables.
La inmiseración viene creciendo exponencialmente en Venezuela desde el 2017, después de la desgraciada Guerra Civil de Venezuela en el siglo XXI que provocó el hiato Nicolás maduro y Padrino López desde el mes de octubre de 2016 y luego lo activo con su famoso plan Zamora durante los primeros 90 días del año 2017. El hambre desde entonces hace boquear a los ciudadanos al igual que lo hace boquear por la falta de libertad política. El hambre y la falta de libertad coincidieron para arribar hoy al estadio de pobreza y escasez, pero también de persecución que sufre el venezolano. Un régimen arbitrario e incapaz arrinconando a la clase social creando miseria y muerte impidiendo que hombres y mujeres tengan algún modo para comer. Provoca entonces este régimen una reacción de violencia.
Nicolás Maduro en su ejecutoria como Presidente todavía no ha entendido el impacto de la inmiseración. Inmiseración como término empleado y usado por Karl Marx quien según él régimen socialista le sirve como norte o guía. El régimen subestima el calor de las masas democráticas y la importancia de la ciudadanía por eso juega con la inflación y la hiperinflación que son las causas que impiden comer al ciudadano pero generan graves descontentos que pueden terminar en violencia social. La sociedad como un Todo, esta insatisfecha, descontenta y de allí a la violencia lo que queda es un paso.
El régimen cree tener maniatado, acorralado y sin capacidad de respuesta a la sociedad, tampoco reconoce el resquebrajamiento que crece y no atina a comprender su posible desplazamiento del ejercicio de poder político. Régimen que vive en su burda ceguera y en su torpeza política descuida la posible reacción de una sociedad democrática digna y hambreada por la revolución debida a la Inmiseración extrema, qué pudiera crear una grave situación de calle. Situación de calle que tendrá como vector central a las clases, C, D, E y F hambreada accionando como violencia política.
La sociedad necesitada, descontenta, en creciente protesta muchas de ellas silentes y localizadas esta tensa. Tensión que lleva a la insatisfacción y al reclamó con real lógica por la irresponsabilidad en el área económica de la revolución militarista torpe e inmoral, no saben gobernar los revolucionarios frente a la inmiseración y el hambre accionan con piruetas, planes comunicacionales, mentiras sistemáticas y son incapaces de interpretar el dolor estomacal del hambre del venezolano. No saben de economía, como no saben de política y menos de historia y desconocen lo que significaría una sociedad hambrienta pero descontenta.
La Inmiseración ha reunido a la revolución militarista, al ciudadano hambreado y posible cuadro de violencia como consecuencia de la incapacidad de quien dice ser Presidente de la República. Ese Presidente y su gobierno todavía no entienden lo que sufren una mayoría de venezolanos por la hiperinflación. El gobierno ha servido para crear hambre, para que sufran la mayoría de hombres y mujeres que están hartos de revolución, indignados por la falta de liderazgo y cercados en extremo por la inmiseración que ronda a la sociedad en los últimos tres años. Puede afirmarse que la sociedad vive en penuria.
La sociedad vive en penuria porque el venezolano de barrio, los pobres que son la mayoría las clase, C, D, E y F ya han mostrado su inconformidad. El tiempo corre en contra del revolucionarismo militaristas que está creado por la violencia que ya a oído las voces de los venezolanos pobres que aun trabajando mucho no pueden comprar sus alimentos por causa de la hiperinflación. Y la hiperinflación es causa y responsabilidad del régimen que por incapaz y militarista y falta de sentido de la historia atiza la violencia, el desespero y la violencia en la masa social democrática venezolana.
Es auténtico. Dr. José Machillanda – Director CSB CEPPRO – @JmachillandaP