Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 señalaron a Irán como responsable del ataque a un petrolero, gestionado por israelí, en el que murieron dos personas el 29 de julio frente a las costas de Omán.
“Todas las pruebas disponibles apuntan claramente a Irán”, afirmaron en una declaración conjunta, denunciando un “ataque deliberado y dirigido” sin “ninguna justificación”.
“El comportamiento de Irán, así como su apoyo a fuerzas que actúan como relevo y a los actores armados no estatales, amenaza la paz y la seguridad internacionales”, dijeron los siete ministros (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón) y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell.
El 29 de julio, el “MT Mercer Street”, un petrolero gestionado por una empresa propiedad de un multimillonario israelí, fue objeto de un ataque frente a las costas de Omán, que se saldó con la muerte de un guardia de seguridad británico y un miembro de la tripulación rumano. Estados Unidos, Reino Unido e Israel ya señalaron a Teherán, que negó ser responsable.
Llamado a la paz en Medio Oriente
“Hacemos un llamamiento a todos los actores relevantes para que desempeñen un papel constructivo en el fortalecimiento de la estabilidad y la paz en la región”, subrayó el G7.
Durante años, Israel e Irán se enfrentan directa o indirectamente en Líbano, Siria, Irak y la Franja de Gaza. Pero en los últimos meses, la rivalidad se trasladó al mar con una misteriosa serie de sabotajes y ataques.
DW