Una acotación necesaria…
¿Tiene el Comando de la oposición, en estos instantes despejado como enfrentar el desafío que tiene planteado?, Además todavía de la mano del residual de los viejos partidos, agotados ética e intelectualmente, de grupos de intereses con atavios de partidos y de algunos grupos regionales, empresariales, económicos que tienen una velada alianza con la derecha roja en el obsceno negocio de antes con la especulación cambiaria, en el ahora, subrepticiamente participando en el perverso procesó de exoneraciones para la especulación, y la repentina reprivatización que remunera buena parte de esa oposición.
Por enésima vez están quedando desnudos frente al país que los escruta, fingiendo transparente escogencia de los candidatos, a Alcaldes y Gobernadores pero lo cierto es que lo están haciendo en oscuros cenáculos y es un secreto a voces que pactaron las cuatro minorías, (que no son 10% de los electores de el país) como los viejos magos apuestan a sacar del sombrero no conejos, pero si toda una suerte de reciclados “dirigentes”, tratando en una suerte de celeste alquimia, retocar a estos agrietados personajes, y presentárselos camuflados a los electores en briyantes accesorios mediáticos, todo en capítulos de la ya vieja comedia bufa. “Nos recuerdan el mito griego del Euroboros encerrados en sí mismo se comen su propia cola, representando la materialización en la figura del animal del eterno retorno, y que al morderse la cola resulta en un acto de autofecundación”
La posibilidad de que el gobierno a través de especialmente el TSJ, La Contraloría y el CNE sorprendan con más obstáculos y hagan nugatoria la voluntad participatoria, lo que cuadra con la visión estratégica de la inteligencia de la Antilla Mayor, de dislocar al “Enemigo” introduciendo elementos de sorpresa, por eso es necesario prever una vía alterna al de la participación electoral.
Asociado esto al nulo entusiasmo que han despertado los candidatos de las oposiciones, en estos comicios que podría estimular la inclinación abstencionista que aún tiene muchos seguidores. Hay que exigir con firmeza elementos que moderen el ventajismo del régimen, especialmente en el CNE, frente al que hay que hacer las reclamaciones precisas que permitan reducir la desconfianza de los ciudadanos, sino es así, la suspicacia en el árbitro electoral se estimulará. La absurda persistencia dirigida a intimidar electores, dependerá del posicionamiento en las encuestas “del régimen”. Es fabular pensar que “Indivisa fuerza firme” de 80% frente al 12% como alegremente se repite por los encuesteros, con su variedad de menú ayudará a facilitar mejores condiciones. No es así y si se lograse esta “Fuerza creciente” por el contrario endurecerá estas condiciones, de manera que saldrán a cortarle contundentemente el paso a esta posibilidad.
En uno de los textos considerado paradigmáticos, sobre la feroz bataya de Stalingrado, el historiador William Craiq, destaca entre muchas otras cosas una afirmación de un testigo cercano de ese cruento lance, Whiston Churchill, quien al referirse a su radical importancia, lo resume en esta expresión, sin lugar a dudas que esa encarnizada bataya “giró los goznes de la historia”. En el país o hacemos mover por lo menos el picaporte de la puerta CNE, o admitiremos que nos cancelen la ya malograda República.
Cara al endurecimiento de la confrontación con la alianza gobernante, y una primara etapa debe definirse el próximo 21 de noviembre, hay que forzar una política de acción coincidente, urge una coordinación entre todos conservando cada partido, cada grupo regional, independiente, económico, empresarial, juvenil, estudiantil, trabajadores, y demás, todos su independencia ideológica y su autonomía organizativa interna. Esta articulación debe responder a la consigna de que “todas las fuerzas políticas están obligadas a hacer respetar la Soberanía Nacional con los medios que dispongan”. En este momento debe ser entre otras el de marchar paralelos y entusiasmar con los que promueven una masiva asistencia, tratando de incitar los que tienen severas vacilaciones por participar, y anuncian descabeyadas acciones “como descarrilar el tren” para finalmente encontrarse en la decisión más conveniente y cumplir la vieja máxima militar de General Sherman de marchar separados y atacar concentrados, materializando el principio estratégico del “objetivo alterno” o seremos nosotros los que estaremos colocados una vez más en las próximas elecciones, entre los Cuernos de de un dilema.
Pasa el tiempo y el segundero avanza decapitando esperanzas”
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