El mamut lanudo pudo haberle dado la vuelta al mundo dos veces

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Unos investigadores analizaron el comillo de un mamut que caminaba por la Tierra largas distancias hace 13.000 años. De esta forma, los expertos concluyeron que estos gigantes animales podrían haber recorrido 70.000 km.

Unos investigadores que rastrearon los pasos del mamut lanudo han informado que estos grandes animales tenían la capacidad de caminar el equivalente a dos vueltas a la tierra en apenas 28 años de vida, según el estudio publicado el jueves (12.08.2021) en la prestigiosa revista científica Science.

La investigación pretendía dilucidar algunas hipótesis sobre la extinción de esta especie, además de aclarar por qué recorrían distancias tan largas: “Un animal tan grande usa mucha energía para desplazarse. En toda cultura popular, por ejemplo en el dibujo animado de ‘La era de hielo’, hay mamuts que se desplazan mucho”, dijo Clement Bataille, profesor asistente en la Universidad de Ottawa y uno de los principales autores del estudio.

Los investigadores quedaron asombrados con los resultados: los mamuts estudiados probablemente caminaron alrededor de 70.000 kilómetros, y no se quedaron únicamente en las planicies de Alaska, como se pensaba inicialmente.

Los secretos de los colmillos de los mamuts

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores seleccionaron los colmillos de un mamut lanudo macho que vivió al final del último periodo glaciar. El animal, llamado Kik en honor a un río local, vivió cerca del momento en que se extinguió la especie, hace unos 13.000 años.

Uno de sus colmillos fue cortado en dos para hacer una lectura de lo que se conoce como “reporte isotópico de estroncio”. El estroncio es un elemento químico similar a la piedra caliza que está presente en el suelo. Se transmite a la vegetación y, cuando se come, se deposita en los huesos, los dientes o los colmillos. Los colmillos crecen a lo largo de la vida del animal, y su punta representa los primeros años, mientras que la base muestra los últimos.

Como los isótopos son diferentes en función de la geología, Bataille desarrolló un mapa isotópico de la región. Al compararlo con los datos del colmillo, fue posible rastrear dónde estuvo el mamut y en qué momento.

Colmillo de un mamut encontrado en las cercanías de Düsseldorf, Alemania.

Miles de kilómetros en búsqueda de nuevas áreas

El gran animal volvía regularmente a las mismas áreas donde podía quedarse por varios años. Sin embargo, sus movimientos también fueron cambiando fuertemente en función de su edad: “Lo que fue realmente sorprendente fue que después de su adolescencia comienzan a ser mucho más importantes las variaciones isotópicas”, añadió Bataille.

Asimismo, los científicos sugieren que el macho pudo ser un solitario que se movía de manada en manada para reproducirse. O pudo haber enfrentado sequías o duros inviernos que lo forzaron a buscar nuevas áreas para alimentarse. Bien sea por diversidad genética o por escasez de recursos, es “claro que esta especie necesitó un área muy amplia” para vivir, subrayó Bataille.

Pero en la época de la transición entre la Edad de Hielo y un periodo interglaciar, cuando se extinguieron, “el área se redujo porque crecieron más bosques” y “los humanos ejercieron una fuerte presión en el sur de Alaska, adonde los mamuts probablemente dejaron de venir”.

Entender los factores que llevaron a su extinción podría ayudar a proteger otras especies de megafaunas actualmente amenazadas, como caribús y elefantes.

DW

 

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