En esta última semana, al menos en el sector de Naguanagua, hemos tenido constantemente problemas con el voltaje del servicio eléctrico.
El mismo sube y baja, creando una situación de inseguridad recurrente, dado que, entre otras cosas: pone en peligro las funciones normales de las instalaciones, y los aparatos cuyo funcionamiento depende de esta fuente energética.
La frecuencia de subidas y caídas nos mantiene en vilo, porque mucho de nuestra vida depende justamente de esa energía.
Es el sector de Naguanagua donde se ubica El Naranjal y La Campiña, la situación se ha vuelto peligrosa, por lo que resulta urgente el que Corpo-Eléct se acerque al sector y realice una inspección estricta para pasar a tomar las medidas del caso.
La frecuencia con la que ocurren las subidas de tensión o sobretensiones es muy peligrosa, y la probabilidad de quedarse sin los aparatos que requieren de este servicio (neveras, computadores, lámparas, cocinas, etc) es cada vez más cercana, en la medida en que siga sucediendo tal cosa.
La frecuencia de las caídas es alarmante. La empresa a quien se le atribuye la responsabilidad de esta supervisión tiene por tanto que cumplir con sus funciones y determinar causas para evitar tales efectos.
Hacer seguimiento de tales circunstancias es imprescindible y tal cosa aseguraría buena parte del bienestar cotidiano de los naguanaguenses, por lo tanto pensamos que organismos de gobiernos sectoriales como la Alcaldía del Municipio, sería importante intervinieran al respecto, para supervisar las posibilidades de la calidad de vida de quienes habitamos en este lugar de la ciudad (y probablemente debe revisarse en otros municipios igualmente).
Todos agradeceríamos hasta festivamente que estos asuntos, indudablemente evitables con buena supervisión y mantenimiento, se resolvieran, asegurando una mejor calidad de vida a los ciudadanos de estos territorios.