Internamente en el municipio Palavecino, estado Lara, sus habitantes deben caminar largos tramos para hacer diligencias o asistir a sus puestos de trabajo.
Esto sucede principalmente por las fallas del transporte en el municipio, ya que ante la imposibilidad de hacer mantenimientos un gran número de unidades se encuentran inhabilitadas; también la escasez de combustible en el país obliga a que solo unas cuantas se mantengan operativas por día; y por si fuera poco, la falta de dinero en efectivo y el sobreprecio ilegal del pasaje, hace que en muchas ocasiones los ciudadanos no puedan utilizar el servicio.
“Ya no aguantamos más esta desidia, esta situación tan caótica”, manifestó Miguel Graterol mientras esperaba en Cabudare por un autobús que lo llevase hasta Barquisimeto. “Me he venido de Barquisimeto a pie, por la Ribereña (avenida), porque algunas veces trabajan (transportistas) solo hasta las cuatro de la tarde”, confesó ante las cámaras de Elimpulso.com.
Mismo problema ha padecido Maira Bastidas, quien vive en la parroquia Agua Viva y le ha tocado caminar en varias oportunidades para asistir a su puesto de trabajo.
“A veces es más difícil venir de Agua Viva para Cabudare que ir a Barquisimeto, mucho más difícil porque los transportistas piden más plata para allá”, dijo la consultada, quien estaba acompañada de su hija y minutos antes se quejó con un transportista porque, desde Cabudare hasta su hogar, le estaba cobrando un millón de bolívares, mucho más de la tarifa establecida.
Por otra parte, Ramón Carrillo, adulto mayor, asegura que debe esperar entre una a dos horas por una unidad de transporte, y que ante la espera, muchas veces le ha tocado caminar, incluso hasta más de 15 cuadras en Cabudare.
El impulso