El mundo hipertecnológico va a necesitar filósofos. La Filosofía parecía haber perdido pie en la era de la utilidad, en una sociedad donde importa más el precio que el valor e impera una fe ciega en el progreso científico. Hasta la propia Filosofía cayó en un cierto escepticismo de sí misma al renunciar a la verdad como concepto, pero al toparnos con la realidad de estar construyendo un mundo nuevo, la Filosofía vuelve a cotizar al alza.
La digitalización de todo tipo de procesos y los avances en ciencias como la genética no hacen más prescindible al humanista. Al contrario, si esta cuarta revolución industrial ha de suponer una nueva era en la historia de la humanidad, el primer requisito es que se haga con la tecnología y para el hombre. Y no para la tecnología y con el hombre. Y ahí es donde las empresas, las instituciones, la escuela o las universidades van a necesitar a filósofos. Personas capaces de ubicar los avances técnicos desde el prisma de lo que nos hace auténticamente humanos.
El hecho de que la Filosofía aporte una visión de plano general, capaz de superar la anécdota para distinguir lo sustancial no sitúa al filósofo fuera del mundo. Su lugar está en instituciones académicas, claro está, pero también en la alta dirección de empresas de tratamiento de datos, biotecnológicas o grandes consultorías.
La Filosofía siempre le ha sido útil a la sociedad
Cuanto más rápidamente evoluciona la tecnología, más se aprecia el valor de aquél conocimiento vinculado con lo genuinamente humano. No sabemos de qué posibilidades técnicas podremos disponer dentro de veinte años, pero sí que serán necesarios profesionales con criterio para aplicarla. La Filosofía ha probado su valor durante milenios, lo cual es indicativo de que siempre le ha sido útil a la sociedad.
Como señaló el especialista en Transformación Digital e Industria 4.0, Marc Vidal, durante su intervención en las conversaciones ‘Education Talks’, “va a haber un debate en el futuro sobre para qué es la tecnología y será importante que los seres humanos cuál es nuestro papel ante esta tecnología”, por lo que es recomendable que los jóvenes estudien, cuanto antes, la tecnología.