El chavismo busca en México la complicidad del G4 para desplazar a Juan Guaidó, dijo Georg Eickhoff

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La negociación en México entre chavismo y oposición ha acaparado la atención de la opinión pública sobre el conflicto político venezolano. Unos son escépticos. Algunos, moderadamente optimistas. Otros, críticos y frontales.

En este tercer grupo, se encuentra Georg Eickhoff, doctor en Historia Moderna, conocedor de la Alemania Oriental (comunista) y exasesor de la MUD en Venezuela.

En una conversación por videollamada, atendió el teléfono del equipo de Politiks desde su domicilio en la zona de guerra en Ucrania, donde trabaja actualmente, para darnos luces sobre esta negociación.

A continuación, reproducimos lo conversado. La entrevista fue recortada por motivos de extensión y para mejorar la experiencia de lectura.

Enderson Sequera- Politiks.com

¿Esta negociación en México marca el final del gobierno interino de Juan Guaidó?

Eso es lo que dice el señor Maduro, y por eso asumo que no es así. Es su deseo, pero no es la realidad. Creo que el presidente Guaidó se está comunicando con los venezolanos y con la comunidad internacional. Estos lazos que tiene son su fuerza y los tiene que manejar con mucha cautela en estas negociaciones.

El Dr. Román Duque, uno de los catedráticos de derecho más importantes en Venezuela, dice que la firma del Memorando de Entendimiento en México no implica reconocimiento a la presidencia de Maduro. ¿Qué opina sobre esto?

Evidentemente, no se puede reconocer el gobierno de facto de Nicolás Maduro porque entonces carecen de sentido estas cuestiones. Esto lo aclaró el profesor Duque Corredor.

El gobierno de facto utiliza su poder en los medios y la censura contra los medios libres, democráticos, de los venezolanos, para imponer su narrativa sobre esta negociación. En este momento, es que ha sido reconocido por la oposición venezolana.

Debemos estar claros que hay una parte de la oposición, inclusive en la delegación de México, que colabora con el gobierno de facto y tiene muchas ganas de reconocer este gobierno de facto.

Pero la narrativa del gobierno de facto, y su supuesto reconocimiento, es falsa.

Usted ha insistido en la hipótesis de que Venezuela es un país en guerra. Más específicamente, una guerra híbrida del régimen de facto contra la población. ¿Se puede negociar contra un régimen que le declara la guerra a su propio pueblo?

Esto es una guerra híbrida. En todas las guerras, y más en las guerras híbridas, las negociaciones son una parte esencial de la guerra. Y así lo utiliza el gobierno de facto. Está atacando a los venezolanos e intenta robarlos a través de estas negociaciones.

Las falsedades, las mentiras, la propaganda, eso es esencial en las guerras híbridas. Y por eso creo que las herramientas conceptuales de análisis estratégico de estas son pertinentes en este caso y se tienen que aplicar a esta negociación, que es un episodio de una guerra que el gobierno de facto está llevando a cabo contra los venezolanos.

Dijo que solo tendría sentido negociar el cronograma electoral si la Plataforma Unitaria propone que se le llame “gobierno de facto” al régimen de Maduro en la negociación en México. ¿Podría profundizar un poco más sobre esto?

Si el gobierno de facto fuese un gobierno normal, entonces habría encuentros en los pasillos de un parlamento, y estarían negociando o conversando representantes de lado y lado, y también podrían negociar o conversar sobre la composición del ente electoral, que es completamente inconstitucional en este momento.

Porque también los rectores de la oposición son claramente representantes de la oposición. Por más que respeto a Roberto Picón, él fue operador electoral del otro bando y ahora es representante. O sea, allí contribuyen al desprestigio de este ente de la dictadura, porque también la oposición manda un rector que, en contra de la constitución, no es imparcial.

He trabajado con Roberto Picón. Sé a ciencia cierta que no es imparcial. Que es un luchador por la democracia contra esta dictadura, y por eso no debería estar en el ente electoral.

“Hay una parte de la oposición, inclusive en la delegación de México, que colabora con el gobierno de facto y tiene muchas ganas de reconocer este gobierno de facto”

Algunos de los observadores internacionales lo tienen claro. Saben que lo que el presidente Maduro lidera es una banda, un gobierno de facto y eso tiene muchas consecuencias para las características de las negociaciones, y de las expectativas que los venezolanos y la comunidad internacional deben tener con respecto a estas negociaciones.

El día que se firmó el Memorando de Entendimiento entre el chavismo y la oposición usted criticó la capacidad e intenciones de Noruega como mediador. ¿A qué se refería cuando dijo que Noruega necesitaba ayuda profesional para mediar el proceso?

Pocas horas después de las primeras negociaciones, el gobierno de facto de Nicolás Maduro hizo todo lo posible para desprestigiar el proceso de negociación. A Maduro se le ha hecho muy fácil con todo el show de la Asamblea Nacional, de la gaceta, y pretendiendo algo con mucha fuerza y empeño, lo cual muestra que ¡no es verdad!

Maduro tiene muchas ganas de quitarse de encima a Juan Guaidó. Eso era absolutamente previsible. El facilitador o lo promueve, o no lo sabe evitar.

Noruega facilitó los Acuerdos de Paz en Colombia. Los colombianos, el 02 de octubre de 2016, rechazaron el trabajo de Noruega. Si en términos de democracia podemos saber si Noruega funciona, ahí rasparon.

Los colombianos (sin Noruega ya), se quitaron de encima el facilitador fracasado y, con algunos parches, enmendaron los Acuerdos de Paz y lo pasaron por el parlamento. Santos recibió su Premio Nobel de Noruega, los noruegos sienten que ese Premio Nobel se lo dieron a sí mismos también y están muy contentos.

Los venezolanos no pueden estar contentos con este trabajo de facilitación porque son los que mayor daño han sufrido de los Acuerdos de Paz en Colombia, porque la guerrilla colombiana hoy opera en Venezuela.

Las FARC, ELN, disidentes han migrado de Colombia a Venezuela, amenazan la población venezolana y la democracia colombiana desde el territorio venezolano. Y todo esto como un resultado de este proceso de paz fracasado en Colombia.

Quién llama nuevamente a Noruega quizá quiere pensar “fuera de la caja”, como se dice think out of the box, pero me parece muy out of the box, y no entiendo muy bien cómo se puede tener por ellos un concepto tan alto, porque por los frutos los conoceréis.

Si uno espera que en este proceso la función de Noruega sea hacer ver a Cuba como una parte del mundo civilizado, entonces bien. Para eso sirve Noruega.

Mi conclusión es: máxima cautela con ese facilitador parcializado a favor del gobierno de facto.

…Y si no es Noruega, ¿Quién sería un mediador idóneo para usted?

En la historia de la humanidad, muchas veces ha sido el Papa. Ya se intentó en Venezuela. No funcionó. Hubo mucha ingenuidad del anterior Nuncio. Otras veces ha sido Suiza que sabe construir Tratados que 100 años después todavía están funcionando.

Hay otras opciones. Estaría la misma ONU. No estamos atados a Noruega. Creo que después de este diálogo con la facilitación de Noruega, que no le doy mucha perspectiva de éxito, habrá que buscar respuestas a esta pregunta que me acabas de hacer.

Hace un año, nos dijo que la oposición no tenía nada que ofrecer en una hipotética negociación. La negociación ha llegado, ¿Sostiene aún este planteamiento? ¿Ha cambiado algo?

El desastre económico y humanitario se ha profundizado. El gobierno de facto se preocupa cada día más por su poder, por la retención del poder y por la gobernabilidad del país. Por eso busca la colaboración de una parte de la oposición, busca dividirla y ofrece una cohabitación en alcaldías y gobernaciones, y una gran parte de la militancia media, no los electores, sino los líderes intermedios, están interesados en tener una forma de vida. Son políticos que viven de esto.

Buscan tener, primero, una campaña electoral donde fluye dinero del gobierno a través de empresas intermedias, y los líderes están acostumbrados en Venezuela de toda la vida que retienen un porcentaje de las donaciones de campaña para su economía familiar. Quizá comprarse un carro. Quizá el gobierno les promete que los abastece de gasolina. Creo que esto es un primer incentivo.

Esto es lo que algunos en la llamada oposición, o en estos sectores colaboracionistas de la oposición, piensan ofrecer al gobierno. Esto que llaman “espacios” es una forma de cohabitación y de sobrevivir como familia, como persona privada, y como líder político.

“Mi conclusión es: máxima cautela con ese facilitador parcializado a favor del gobierno de facto”

Ahora lo vemos. Abres Instagram. Abres Twitter. Tengo muchísimos amigos de mis tiempos en Venezuela que hoy ya están en campaña, no lo han dicho, pero están. Regresan a Venezuela desde México y lo primero que hacen es que se lanzan a un evento de campaña. Esta sumisión al régimen es lo que quieren ofrecer y quieren algo a cambio.

En este sentido, sí hay que ver la conexión entre las elecciones, que abren un espacio de cohabitación, y las negociaciones en México.

Expertos opinan que la Zona de Acuerdo Posible en este proceso es el tema humanitario. ¿Usted coincide? ¿Ve al chavismo, que usa la pandemia como mecanismo de control social, cediendo en el tema humanitario?

Hasta cierto punto. Bueno, es su responsabilidad. Ellos dicen que son gobierno. Lo ponen en Gaceta. Es un gobierno que pone en su gaceta: “Soy gobierno”. Más ridículo imposible. Entonces, que ellos se encarguen.

No sé cuál es exactamente el rol del tema humanitario, pero sí sé que allí la oposición no pinta nada. Que el gobierno que pretende ser gobierno, sea gobierno. Pero no lo son. Están en una guerra contra su población, y utilizan la pandemia para debilitar y aterrorizar aún más a la población.

Para empujar hacia afuera del país a toda la gente que se atreve a tener un pensamiento propio. Un sueño de vida más allá de ser esclavo o empleadito en una alcaldía de esta dictadura.

Creo que es un fantasma el tema humanitario porque se resuelve sin la oposición, como en todas partes.

Si son gobierno, que paguen lo que necesitan pagar. No lo son. Y ese es el problema. No veo que el gobierno sea sincero en el tema humanitario. Ellos no pretenden mejorar las condiciones de vida de los venezolanos porque una sociedad sana y fuerte rechazaría esta dictadura.

Por eso usan la pandemia y todo el tema humanitario para someter a los venezolanos y mantenerlos en un estado constante de emergencia donde, al final, desesperadamente se someten a la esclavitud frente a un grupo criminal que pretende ser gobierno.

El profesor Michael Penfold dijo que lo que se debe buscar en México es la reinstitucionalización del país. ¿Este planteamiento es realista? ¿Se puede negociar la reinstitucionalización del país con un actor con vocación totalitaria y señalado por crímenes contra la humanidad?

Leí al profesor Penfold como lo hago siempre. Lo conocí en Venezuela. Lo aprecio mucho. Pero creo que es una forma de decir lo mismo que dice la Plataforma Unitaria de que hace falta un “Acuerdo Integral”. Lo mismo que dice la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos.

Se ha sumado también simbólicamente el Reino Unido. Esto es muy interesante porque esta es una de las negociaciones internacionales, ahora después del Brexit, donde juega un rol independiente el Reino Unido. Creo que es un gran logro del presidente interino como ha podido mostrar fehacientemente que cuenta con el apoyo del Reino Unido.

Todos ellos, y creo entender que el profesor Penfold también, dicen: “Hacen falta muchas cosas”. Pero la reinstitucionalización… Eso no tiene principio ni fin. Es todo.  Es otra forma más académica de decir lo mismo.

Aquí hay muchísimas cosas que resolver y ninguna de estas cosas se va a resolver sin un cambio de gobierno. Esta consecuencia intelectual de su propio razonamiento parece que el profesor Penfold no la considera, por eso no entiendo exactamente en qué anda. Porque pide algo que en las condiciones de este gobierno es visiblemente imposible.

Mi conclusión es: la reinstitucionalización de Venezuela empieza el día que sale este gobierno de facto.

A propósito de México, la profesora Colette Capriles dijo que había llegado la hora de admitir que la teoría de cambio de la oposición era errónea. ¿Qué opina usted? ¿La oposición liderada por Guaidó equivocó el enfoque para producir una transición a la democracia en Venezuela?

Si leemos Prodavinci, si leemos Twitter, si leemos los medios digitales que la censura del gobierno de facto todavía deja abiertos, entonces vemos diez mil teorías de cambio. Y cada día otra nueva. Y hay algunos personajes que saltan de una a la otra. Hay muchas teorías de cambio.

Hubo una expectativa de cambio relacionada con la presidencia interina en enero de 2019. Francamente, nunca tuve grandes esperanzas de que esto iba a funcionar. Pero, al final, me he sorprendido y me sigo sorprendiendo de, para ponerlo muy venezolano, ¡cuánto jode Guaidó! (risas).

Ha decepcionado a muchísima gente. Tenía una aprobación de 80%. Ahora tiene una aprobación de un dígito, por arriba de Maduro, eso sí. Pero la presidencia interina no es una sombra de lo que fue cuando todas las esperanzas se enfocaron en ella.

Pero, desde enero de 2019, yo francamente no le daba mucho crédito. Y hoy, tanto tiempo después, y con tanta discusión, creo que la presidencia interina es una herramienta muy imperfecta, muy débil. La teoría de cambio asociada inicialmente a la presidencia interina no funcionó, yo nunca creí que iba a funcionar así tan fácil.

Ahora bien, a lo largo de estos más de dos años, la presidencia interina se ha podido consolidar y eso es lo que molesta al gobierno de facto. Por eso busca en México la complicidad de los partidos mayoritarios, del G4, de Gerardo Blyde y del grupo de Capriles y su infiltración a la oposición, para quitar lo antes posible la presidencia interina de Guaidó.

Cuando habla de la infiltración del grupo de Henrique Capriles en la delegación de la oposición, ¿se refiere a Tomás Guanipa y Stalin González?

Ellos intentan representar a este grupo. Vamos a ver cómo se comportan en estos próximos encuentros de la mesa de negociación. Haciendo bromas muy impertinentes en la radio, Gerardo Blyde ha hecho un gran daño a su propio prestigio, bromeando sobre cosas que no son nada graciosas para los venezolanos que luchan por la democracia.

Estados Unidos, Canadá y la UE emitieron un comunicado conjunto valorando positivamente la negociación. Dijeron que las regionales eran un hito en el camino hacia las elecciones libres. ¿Cómo interpreta usted esta declaración?

Ellos hablan de todas las elecciones, incluyendo las presidenciales, lo cual me parece bien. Porque la constitución dice que los alcaldes, concejos municipales, gobernadores, todos se tienen que elegir.

Por supuesto que las elecciones están en la constitución y la reinstitucionalización, de la cual habla el profesor Penfold, tiene que ser una realidad. Algunos van a enfatizar que la UE, Canadá y EEUU hablan de las regionales, otros van a enfatizar que hablan de las presidenciales.

En suma, creo que es un gran logro esta declaración de Canadá, EEUU y la UE, y creo que Reino Unido se ha sumado. Creo que es, hasta ahora, el mayor logro de este proceso.

Luego de ver cómo el PSUV trata a sus propios cuadros en las primarias, el país va a elecciones para elegir alcaldes y gobernadores. Usted que vivió la experiencia comunista de Alemania, ¿tiene sentido ir a unas elecciones regionales para retomar la iniciativa política, cuando se tiene al Estado Comunal como una especie de Espada de Damocles sobre nuestro cuello?

Primero, creo que lo del Estado Comunal está sobrevalorado. No hay Estado en Venezuela. Esas son declaraciones como la de los jardines hidropónicos. El Estado Comunal es algo parecido a los gallineros verticales.

Lo que es evidente es que el gobierno de facto ha destruido las gobernaciones y los municipios. Lo sabe cada venezolano sin excepción: los municipios no funcionan, los servicios públicos no funcionan, las gobernaciones no funcionan. Solamente dan empleo.

“[El chavismo] busca en México la complicidad de los partidos mayoritarios, del G4, de Gerardo Blyde y del grupo de Capriles y su infiltración a la oposición, para quitar lo antes posible la presidencia interina de Guaidó”

Estos empleos para mucha gente son muy importantes. Eso está presente. La tentación es tener un ingreso durante la campaña electoral, con los porcentajes que se retienen de las donaciones. Las donaciones solamente pueden ser de los chavistas, porque ningún empresario lo va a hacer. Inclusive, si por su libre albedrío quisiera donar a la oposición, le van a presionar y obligar a que esos recursos pasen por el control del chavismo.

Luego, están todos estos enchufados que tienen dinero y reciben una llamada de un líder chavista que les dice: “Haz una donación a tal y tal partido”. Así funcionan las campañas.

Y entiendo a la gente. Si no tienes cómo vivir, entiendo que eso es un rebusque político.

Luego, tienes una intención política también. Si tú has competido durante muchos años en tu municipio, en tu estado, con otro que tú sabes que es muy malo, y va a agarrar esta botella vacía que es el municipio, que es la gobernación, tú prefieres que seas tú. Aunque sea una botella vacía, es mejor tú que el otro.

Esa es una ley básica de la política.

Entiendo también a estos amigos que dicen: “No, yo soy Ocariz. Yo sé. Yo no quiero que Uzcategui, que no sabe, se agarre el estado”.

Entiendo esto. La dictadura lo entiende demasiado bien. Y sabe que es difícil resistir a estas tentaciones. Ahora piensan lograrlo a través de las negociaciones en México y distribuir el botín con esta gente que quiere cohabitar con el régimen en los municipios y gobernaciones. Es posible que tengan éxito con eso.

Los venezolanos necesitan entender cómo está conectada la tentación electoral y la repartición del botín de México por medio de las elecciones, y por eso creo que hay que comunicar sobre estos asuntos como lo estamos haciendo aplicando el análisis político a estos dos fenómenos: las elecciones y las negociaciones chimbas que, básicamente, sirven para corromper a la oposición.

Eso que usted comentaba, me recordó a la referencia del expresidente Woodrow Wilson de que la política universitaria era más agresiva que la política nacional, por una razón simple: había menos poder en juego. De allí su famosa frase de que no hay pelea más agresiva y sangrienta que la de dos borrachos por una botella vacía…

…Bueno, estos borrachos no están. Saben qué están haciendo. Saben perfectamente que la botella está vacía. Y pelean por el músculo que ellos piensan crear en esta pelea. No estoy llamando borrachos a mis amigos que los conozco desde la Mesa de la Unidad (MUD), entiendo la intención, pero no la comparto. Lo entiendo. Pero creo que es muy peligroso y va en detrimento de la gran mayoría de los venezolanos.

Algo que hay en todos los países y que es un gran peligro: el Pacto de Élites contra la población. Estoy convencido que el 21 de noviembre será un Pacto de Élites contra los venezolanos.

Ahora bien, haciendo la salvedad de todas las críticas que tiene sobre la negociación. ¿Qué debería pasar en México para que se llegue a un acuerdo beneficioso para el pueblo venezolano?

Yo creo que ningún acuerdo es más beneficioso que un mal acuerdo. Temo un mal acuerdo. Sé que hay muchos líderes de la llamada oposición que se quieren someter. Se han organizado en el G4. Quieren quitar al presidente interino para cohabitar y esclavizar a los venezolanos, y vivir del rendimiento que una población esclava sigue dando.

Básicamente, han perdido la esperanza y deciden cohabitar. Quieren recuperar la tarjeta de su partido. Quieren volver a los viejos negocios de recibir donaciones de empresarios que después reciben contratos del gobierno donde ellos tienen cierta influencia. Todo esto que no es nada específico de Venezuela son los ciclos entre economía y política, como se dan en la gran mayoría de los países del planeta.

Quieren cierta normalidad. Fedecámaras quiere esta cohabitación. Ven el atractivo del modelo cubano donde una dictadura comunista tiene una población esclava que, prácticamente, no recibe ningún beneficio de su propio trabajo y son esclavos para los turistas en los hoteles, esclavos sexuales en la calle.

Esto es un modelo de tener una gran masa de esclavos como durante siglos en la Colonia y quieren regresar a eso, bajo la condición de que ellos son los capataces.

De esto va la negociación, así tan pacífica, en México. Por lo cual pienso que ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo.

Si no se logra nada en México, ¿cree usted que la comunidad internacional tirará la toalla con respecto al caso Venezuela? ¿Pasaremos a formar parte de esa lista donde está Siria, Cuba, Corea del Norte, y ahora Afganistán, sobre países sin solución? ¿O ya estamos ahí?

Sí, eso. No hace falta entrar en esa lista. Venezuela evidentemente ya está. Y así la tratan los españoles, los noruegos. Para ellos, democracia. Para los venezolanos, cualquier cosa. Es el racismo también contra El Caribe y contra la población de color.

Es el mismo racismo contra los cubanos. Que los cubanos se merecen a Fidel. En una mente racista, un capataz blanco, Diaz-Canel blanco, el Canciller cubano blanco, los torturadores, como Ramiro Valdez, blancos, la familia real gallega, los Castros blancos, que someten a unos negros, y luego Noruega dice: “Bueno, así es la cultura ahí”.

Estoy convencido de que no podemos tolerar esto en Occidente. Ha sido siempre un gran pecado tolerar estos regímenes en Occidente.

Venezuela ya está en esa lista.

Cuando hablaba del racismo de la UE, me hizo recordar una declaración reciente de Leopoldo López, donde dijo que en el seno de la UE llamaban maximalistas a los venezolanos que exigían libertad. Él calificó estas declaraciones de “colonialistas”, ¿Usted está de acuerdo?

Sí, por supuesto. Para Berlín, democracia. Para Caracas, Maduro. Para Berlín y París, democracia. Para La Habana, un capataz y esclavos.

El mundo está escandalizado y conmovido viendo las imágenes que deja la retirada de Estados Unidos de Afganistán. ¿Qué lecciones podemos extraer los venezolanos de este proceso?

Que los que deberían sacar lecciones nunca las sacan, ni de Vietnam, ni de Irak, ni de Libia, ni de Siria. Los que seguramente están sacando lecciones son las FARC y ELN. No dudo de que ya están estudiando a fondo como hicieron los talibanes resguardándose en Pakistán ya que a ellos les toca resguardarse en Venezuela. Los colombianos deberían aprender y no permitir que las FARC y ELN se lancen encima de ellos desde Venezuela como ahora los talibanes contra los afganos desde Pakistán.

A todos nos gustaría que el proceso de México tuviese éxito y desembocara en la libertad de Venezuela. Pero, de fracasar, ¿cuál cree usted que debe ser el siguiente paso de la oposición venezolana? ¿Revocatorio 2022? ¿Organizarse para las presidenciales en 2024? ¿El exilio?

Para mucha gente a nivel personal va a ser el exilio. Uno o dos millones de venezolanos van a abandonar el país en el futuro próximo. Ven que con este gobierno y esta oposición el país no tiene arreglo. Tampoco se pueden imaginar si cambiamos de presidente, y es, qué se yo, Gerardo Blyde presidente, no creen que el policía que extorsiona, el malandro que los roba, va a desaparecer de un día para otro.

Es mucho más que la política. Y los políticos de lado y lado, y los noruegos y los analistas, y periodistas, y gente como tú y yo, que estamos pendientes de esto, somos muy chiquitos frente al problema inmenso que la gente tiene en su día a día.

Es heroico estar dentro, es heroico irse. Hay que tener un profundo respeto ante el dolor del que sufre en Venezuela, y le roban o le matan la familia. Mueren los amigos de COVID19. Pero también del que sufre el racismo de la alcaldía de Bogotá que se dirige ahora contra venezolanos.

El exilio, lamentablemente, va a crecer. Millones de venezolanos nunca más van a regresar, porque han conocido la experiencia de cortar raíces y ahora con mucho esfuerzo intentan echar raíces en otro lugar. Y no van a querer cortarlas otra vez para regresar a una Venezuela en ruinas.

Volviendo a México. Creo que es una negociación donde la democracia venezolana está a la defensiva y tiene que cuidar que no le metan demasiados goles.

Con su aparato comunicacional, la conchupancia de algunos países, el facilitador parcializado, el gobierno de facto tiene buenas oportunidades de conseguir algo en esta negociación, lo principal es lo que yo llamo “el atraco al Banco de Inglaterra”. El chavismo quiere acceder a CITGO, a Monómeros, a la posibilidad de hacer negocios como antes y algunos representantes de esta delegación, dividida, infiltrada, quieren ofrecer al gobierno de facto acceso al oro de Inglaterra.

Algunos en la oposición se quieren poner una máscara para unirse a estos asaltantes de banco y hacerse con los bienes de los venezolanos, y sabemos exactamente que si le das un dólar al chavismo va a hacer algo malo con él: se lo van a robar o utilizarlo para hacer más daño a los venezolanos.

Hay que trabajar para que la negociación en México no haga más daño todavía a los venezolanos y que, después de estas negociaciones, que estoy casi seguro que van fracasar, la presión sobre la dictadura sea más alta.

Hace meses dijo que la sociedad venezolana había perdido la batalla. Pero, a título personal, ¿Es optimista con respecto a la libertad de Venezuela?

De los venezolanos, sí. Va a haber una nueva Venezuela dentro y fuera del país. Como hay iraníes dentro y fuera del país. Como hay cubanos dentro y fuera del país. Esta nueva nación que está dentro y fuera del país hay que descubrirlo y verlo.

Las FARC y el ELN van a estudiar mucho el ejemplo de los talibanes. Los Talibanes se estaban preparando 20 años en el territorio de Pakistán. Hoy FARC y ELN en Venezuela se están preparando para el ataque contra Colombia.

Si me preguntas por mis esperanzas, mi esperanza es que Colombia se salve del desastre de VenezuelaMi esperanza es que nunca vamos a vivir el aplauso de la dictadura venezolana por la toma de Bogotá. Mi esperanza es que no nos metan más goles.

Pero la esperanza no es una estrategia.

 

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