De dilatada y beneficiosa trayectoria en la investigación documental, bibliográfica e histórica.
Sus aportes a la filología que permitió ahondar el legado “bellista” y la docencia, lograron enaltecer aún más su preclaro nombre.
Con este venezolano-catalán nacido El 17 de septiembre de 1909, en Villafranca del Penedés, provincia de Barcelona-España, se cumple el viejo axioma de que: “Nadie es profeta en su tierra”.
A los dieciséis años, ya escribía en periódicos y revistas de su región natal.
Luego de obtener el doctorado en Filosofía y Letras y Derecho; ejerció en Barcelona el profesorado de estas materias y el idioma árabe entre 1931 y 1936.
Amenazas de muerte y la guerra civil española, lo obligaron exiliarse en Francia. De allí decidió dirigirse a Venezuela en busca de nuevos horizontes. Zarpó en el navío Simón Bolívar de bandera holandesa. Llegó a La Guaira el 17 de agosto de 1937, acompañado de su extraordinaria esposa Doña Asunción Galofré, compañera por casi setenta años, y de sus pequeños hijos Pedro Juan y José Pablo.
En Caracas nacieron María Asunción y Manuel.
Don Pedro Grases
Su vida venezolana se inició en Maracay, y al residenciarse en Caracas se dedicó al comercio con la firma Bloohm.
Al conocer al Dr. Ernesto López Ministro de Educación, éste lo invitó a dar clases de gramática y literatura en los liceos Fermín Toro y Andrés Bello, clases que alternaba en el Colegio América.
El recién fundado Instituto Pedagógico Nacional, utilizó sus valiosos servicios educativos, también aplicó nuevas ideas en el Liceo de Aplicación.
Para profundizar sus investigaciones sobre grandes personajes militares y civiles de hispanoamérica, recorrió bibliotecas nacionales y extranjeras, archivos, Palacio de las Academias, con fructífero resultado.
Logró rescatar y divulgar al continente americano, la egregia personalidad de Don Andrés Bello a quien calificó como *”el humanista de América”*; a Don Simón Rodríguez también logró elevar su sitial.
En la Universidad Central de Venezuela, fundó la Escuela de Humanidades de la U.C.V y su Escuela de Bibliotecología. Concluidos sus estudios por una beca otorgada por la Fundación Rockefeller y profesorados en Norteamérica en 1946, le propusieron quedarse como profesor titular de la prestigiosa universidad de Harvard, apetitosa oferta que rechazó para regresar al país que lo maravilló para siempre por su paisaje físico y humano, que lo adoptó como su hijo al nacionalizarlo en los años cincuenta.
Su casa con el nombre de Villafranca Nro 9 ubicada en la urbanización La Castellana donde vivió por más de cincuenta años, convertida en un centro obligado de tertulia los días sábado por parte de estudiantes, profesores, académicos e intelectuales de la época, ávidos por actualizar los conocimientos humanísticos.
Don Pedro realizó interesantes estudios y escritos sobre la imprenta en nuestro país, de allí su obra: “Orígenes de la Imprenta en Venezuela”, y su ensayo sobre Valentín Espinal a quien consideraba el mejor impresor del siglo XIX”
La erudición y tantas obras le permitieron ingresar como Individuo de Número de la Ilustre Academia Nacional de la Lengua y de la Ilustre Academia Nacional de la Historia.
Designado igualmente académico de corporaciones intelectuales de América y Europa.
“En vida fue el máximo conocedor de Andrés Bello en América”*, de allí que no se podía separar el binomio Grases-Bello.
Grases Investigó con entusiasmo los archivos del Libertador, Sucre; Urdaneta, Roscio, Juan Vicente González, Baralt y Fermín Toro entre tantos personajes de la Venezuela heroica y republicana.
Tuvo la suerte y honra en 1975, de tener acceso en Inglaterra y traer a Venezuela, el “Documento Original Manuscrito Leído Por Bolívar En El Congreso De Angostura El 15 de Febrero De 1819”
Escrito por el capitán Jacinto Martel secretario y amanuense del Libertador; celosamente guardado en casa de descendientes del coronel y comerciante James Hamilton, quien lo había traducido al inglés y entregado a familiares antes de morir en Angostura en 1840.
Documento considerado la máxima pieza de los escritos del Padre de la Patria.
Las hojas tenían las observaciones y correcciones realizadas por el abogado Manuel Palacio Fajardo.
Don Pedro fue Director y Asesor de la Casa de Bello, fundada bajo su tutela, ubicada al lado del Ministerio de Educación. Profesor titular de las universidades Andrés Bello y Metropolitana. Fue Secretario de la Comisión de las obras completas de Bello presidida por el Dr. Caldera.
Junto al sacerdote Pedro Pablo Barnola, se dedicó a fondo en analizar las negociaciones de los dos Tratados firmados el 26 de noviembre de 1820 en Santa Ana por Bolívar y Morillo.
Poseía gran capacidad analítica para comparar documentos que esclarecen los hechos.
La “Fundación Grases” dignamente presidida por María su hija y Carlos Maldonado Bourgoin, ilustre historiador y crítico de Arte, aportan valiosa información al serle requerida.
Su valiosa biblioteca fue donada en vida a la Universidad Metropolitana.
Formador de insignes educadores, con una envidiable producción epistolar de cuarenta mil cartas escritas de su puño y letra, más de dos mil entradas bibliohemerográficas y una producción de ciento setenta y nueve libros y folletos.
Falleció en Caracas el 15 de agosto del 2004.
Cuanta deuda tenemos con su legado resumido en la brillante ejecutoria docente e investigativa, ingente en dimensión y espiritualidad.
El Amherst College en EE.UU. instituyó en 1983 el prestigioso *”Premio Pedro Grases de Excelencia en Hispanismo”*
Uslar Pietri dijo: “La historia de la investigación en el país se divide en antes y después de Grases”.
En palabras del Dr. Guillermo Morón: “Es Pedro Grases el primer bibliógrafo venezolano del siglo XX.
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