En 1964 circuló un libro que se convirtió en la Biblia de los movimientos juveniles y estudiantiles del mundo en decidida lucha contra el sistema en el marco de la Guerra de Vietnam. Nos referimos a “El Hombre Unidimensional” escrito por el filósofo y sociólogo judío-alemán Herbert Marcuse (1889-1979), quien contaba 65 años de edad. Su ideología era la de un marxista heterodoxo que disentía tanto del capitalismo como del socialismo y contra los cuales, por igual, levantó su voz de protesta.
Hasta entonces su pensamiento solo era conocido en reducidos grupos intelectuales de EE. UU. y Europa en momentos cuando el planeta era sacudido por una ola de protestas que pasó por el consumo de drogas, pues algunos jóvenes creían en los poderes liberadores que supuestamente la misma facilita y que proyectaban sobre aquel convulsionado mundo. Entonces los jóvenes intentaron la transformación del mundo inspirados en el pensamiento marxista, maoísta y el marcusiano, convirtiéndose éste último en su guía ideológica. En 1968 lo leímos cuando era un inquieto estudiante de secundaria motivado también por las muertes del padre Camilo Torres y el Che Guevara.
En ese libro Marcuse criticaba despiadadamente tanto al capitalismo como al socialismo y profetizaba una revolución que liberaría al hombre de la opresión.
La esencia de sus críticas al capitalismo radica en lo que él llamo los efectos nocivos de la tecnología deshumanizante en la clase obrera y otros estratos sociales. En su opinión pese a los avances de la técnica no se han superado las condiciones de explotación que padece el hombre aunque el capitalismo creó las condiciones materiales para lograrlo. En el socialismo sigue siendo un sueño el paso del reino de la necesidad al de la libertad como lo planteó Marx. Pero también prometía la liberación del hombre de la opresión cultural.
El incendiario pensador afirmaba que la clase obrera perdió su carga revolucionaria asignándoles el papel de cambio a los intelectuales y estudiantes. En tal sentido el siquiatra argelino Frantz Fanon fue más allá y se lo asignó a los marginales de los barrios. En sus teorías llamó a las sociedades altamente industrializadas “opulentas” tanto del capitalismo como del socialismo que niegan la libertad plena del hombre. En nuestro país Américo Martin se refirió al tema en su libro Marcuse y Venezuela; ¿se aburguesa la clase obrera en Venezuela?
Para algunos Marcuse era un pensador “extraño” que en 1933 fue expulsado de Alemania por el fascismo en ascenso no siendo bien visto por los poderes constituidos. Estos lo consideraban un “peligro público”, visto que era un radical en lucha contra los abusos del capitalismo y el socialismo.
Sus tesis se confirmaron posteriormente en el Mayo Francés del año 1968 por el papel decisivo jugado por los estudiantes durante dichos sucesos socio-políticos, los cuales rompieron con el dogmatismo y atraso de los partidos comunistas de línea ortodoxa prosoviética. En Venezuela se expresó en el Poder joven y la Renovación universitaria, entre otros.
La obra escrita por Herbert Marcuse también incluye entre otros libros: La sociedad opresora, Eros y Civilización, El marxismo soviético, Razón y Revolución, El final de la utopía, Ariel y Ensayos sobre política y cultura.
El 29 de julio de 1979, a los 90 años de edad, murió este radical pensador que inspiró las protestas juveniles de los años 60 del siglo pasado en el mundo, entre estas las del Poder Joven y la Renovación universitaria en Venezuela.