Arminda García: Vivir apasionadamente

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¿Cómo lograr que la monotonía y la rutina  no nos invadan,  haciendo que minimicen nuestras energías positivas?  Este efecto,  influye en nosotros de manera que, nos cuesta apreciar nuestra realidad. En todo caso, debemos entonces preguntarnos por qué algunas veces no tenemos ese ánimo para luchar, planear y alcanzar nuestros propósitos. Cuando, valoramos un nuevo despertar, apreciando las oportunidades, experimentamos emociones que nos energizan y permiten sentirnos con fuerzas y motivados, con el fin de, tener capacidad para seguir adelante.

Si deseamos conseguir, que realmente vivamos de forma apasionada y podamos tener la actitud requerida, se necesita contar con la habilidad para animarnos a nosotros mismos procurando ser felices, al punto que lo propaguemos a otros.  Del mismo modo, debemos hacer un esfuerzo por ser menos estresados, más optimistas, ya que, es importante aprender a disfrutar cada paso que damos hacia  la materialización de nuestros objetivos. Esto, sin duda ayuda a mejorar nuestra relación con el entorno y con los demás.

Todos de alguna forma, deseamos sentirnos entusiasmados, eufóricos o dichosos, permanentemente, cosa que es difícil lograr. Para esto,  en muchos casos es prioritario adoptar una postura con la seriedad suficiente para avanzar demostrando el compromiso exigido, entendiendo que no podemos controlar todo, y por lo tanto, hay circunstancias que debemos aceptarlas tal como son. Así que, también es relevante asumir nuestra responsabilidad tomando las decisiones más acertadas y no permitir que nuestras emociones nos lleven por su propia cuenta, sin considerar nuestra voluntad.

Por otra parte, es oportuno tratar de deshacernos de todos los aspectos negativos que nos puedan perturbar, ya que, estos debilitan en nosotros la capacidad de conectarnos con lo que nos apasiona. Así mismo, diluyen nuestras energías y ganas de seguir enfocados en las  necesidades propias. Además, no debemos dejar de aprovechar las habilidades, el ingenio y las competencias que tenemos, con el fin de, cultivarlas a plenitud, asumiendo con contundencia  los retos que se puedan presentar.

Es fundamental finalizar recordando que, cada uno individualmente tiene una forma distinta y particular de asumir la pasión por la vida.  Esto, depende de nuestro equilibrio interior, así como, de nuestra decisión personal, en cuanto a, demostrar una  actitud apasionada. Debemos preguntarnos a nosotros mismos qué es lo que realmente disfrutamos,  para que lo tomemos en cuenta, haciendo los  ajustes necesarios en nuestro día a día, facilitando así,  el camino para sentirnos más felices y realizados.

 

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