Con una actitud prepotente, enfática y sin dudar, para 2007 el cuestionado presidente Hugo Chávez anunció que Venezuela tenía rotas las relaciones directas con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, organismos a quienes catalogó durante mucho tiempo como inútiles y que violentaban los derechos de muchos países.
“No nos hace falta estar viajando a Washington, ni al Fondo Monetario ni al Banco Mundial ni nada (…) yo quiero formalizar la salida de Venezuela del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y de todo eso”, dijo luego de la cumbre del Alba en la que abogó por una supuesta integración de los pueblos.
Ahora 14 años después y con una narrativa totalmente distinta, Maduro ha insistido en solicitar un préstamo de 5 mil millones de dólares para atender la emergencia por Covid-19 que arrincona a los venezolanos.
El Pdte @NicolasMaduro ha solicitado formalmente al Fondo Monetario Internacional un financiamiento por 5 mil millones de dólares para fortalecer las capacidades de respuesta de nuestro sistema de salud en la contención del #COVIDー19. Otra acción oportuna para proteger al pueblo pic.twitter.com/OrI4nyFX2C
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) March 17, 2020
La estrategia del régimen supone recaudar estos fondos que hacen parte “Derechos Especiales de Giro” (DEG) que el FMI liberó a muchos de sus 190 países miembros.
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