Insigne prelado y militar. Nació en Caracas el 24 de septiembre de 1782.
Siendo un adolescente, observó con horror la tortura que era infligida al mártir José María España el 8 de mayo de 1797 en la Plaza Mayor de Caracas.
Hijo expósito, criado por la negra liberta Bartola Madrid, logró de su padrino José Domingo Blanco el apellido, así como el apoyo moral y económico.
Recibió la Orden sacerdotal en Mérida en noviembre de 1808.
El 19 de abril de 1810, fue enviado de urgencia por Juan Germán Roscio desde el Cabildo caraqueño, para buscar al sacerdote José Cortés de Madariaga, en la iglesia de La Merced.
Se alistó como capellán en el ejército del general Francisco Rodríguez del Toro, en las operaciones sobre Coro, donde recibió su bautizo de fuego. Es el primer Capellán del Ejército.
En 1811, estuvo bajo órdenes de Miranda en la Operaciones militares sobre Valencia.
Al lado del Libertador, participó en Puerto Cabello, Bárbula, Trincheras, Barquisimeto, Vigirima y Araure.
Con Rafael Urdaneta estuvo en marzo de 1814, entre los defensores de Valencia. Emprendió con Urdaneta la Retirada desde San Carlos hasta Bogotá, vía Pamplona.
En 1816, está en los llanos lanza en mano, junto a otros doce sacerdotes, al lado del impertérrito Páez participando en Achaguas y El Yagual.
En 1817, enviado a Guayana a las órdenes del general Manuel Piar, como jefe de las Misiones del Caroní, donde proporcionaba caballos, mulas y alimentos.
Ocupó importantes cargos en la Administración Pública. Ascendido en 1830 a general de brigada.
Su designación el 20 de enero 1837, como Ministro de Guerra y Marina (actualmente Defensa), es un suceso inédito en nuestra historia, al concederse tal investidura ejecutiva a un sacerdote.
La provincia de Carabobo lo designó en 1841, Diputado ante el Congreso. Ministro de Hacienda y Relaciones Exteriores en 1847. Páez lo ascendió a general de división en 1862.
Sus últimos días los dedicó a la investigación histórica junto al distinguido escritor Ramón Azpúrua, trabajo denominado: Documentos para la historia de la vida pública del Libertador.
El sacerdote José Félix Blanco falleció en Caracas el 18 de marzo de 1872, sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 3 de julio de 1896. Es uno de los cuatro sacerdotes que se encuentran en el augusto lugar.
