Acción Democrática, en el andar de toda su historia, ha alzado la bandera de la justa participción y del logro de la soberanía nacional, en los beneficios y manejo de nuestra riqueza petrolera.
En su “más lejano ancestro” -como diría Manuel Caballero- ARDI (Agrupación Revolucionaria de Izquierda) con el Plan de Barranquilla, del año 1931, ya hace el siguiente planteamiento: “… “Las industrias no afectadas directamente por su monopolio personal (se refiere a Juan Vicente Gómez, nota de CCM) han sido entregadas sucesivamente, sin control de ninguna clase, a la explotación capitalista extranjera. La Standard Oil, la Royal Dutch, el Royal Bank, cuatro o cinco compañías más con capitales integrados en su totalidad en dólares o libras esterlinas, controlan casi toda la economía nacional”; y en el Programa Mínimo del Plan, antes de que llegue la hora de la nacionalización, se propone “la revisión de los contratos y concesiones celebrados por la nación con el capitalismo nacional y extranjero”.
El Partido Democrático Nacional (PDN) clandestino, 1939, -antecedente inmediato de Acción Democrática-, en su Tesis Política, dice: “…Desde 1917, el imperialismo extranjero afincó sus sólidas garras sobre la economía venezolana, explotando intensivamente nuestro subsuelo petrolífero y creando una forma de industria exhaustiva y destructora –como toda industria minera- sobre la cual ha terminado por girar la vida del país. El violento desarrollo de la producción petrolera, mientras en proporción inversa decrece la producción natural y las industrias de transformación progresan muy débilmente, ha terminado por hacer de Venezuela, un país monoproductor, suerte de reserva del imperialismo internacional de la más codiciada entre las materias primas”. Y comenta que las exoneraciones de derechos aduaneros en favor de las importaciones que realizaban las compañías petroleras, dió lugar a la célebre frase de Gumersindo Torres de “que hubiera sido preferible no cobrar impuesto alguno de explotación en cambio del pago de los derechos de aduana exonerados”.
Acción Democrática al asumir su actual y definitivo nombre, al ser legalizada en 1941, desde la oposición insistió en la justa participación de la nación en los proventos petroleros –todavía no estaban dadas las condiciones para la nacionalización de la industria- y afirmó en el voto salvado del diputado Juan Pablo Pérez Alfonzo y otros diputados militantes e independientes amigos de Acción Democrática, al aprobarse en marzo de 1943 el Proyecto de Ley de Hdrocarburos –sin dejar de reconocer sus ventajas-, que el impuesto de explotación sumado a los tributos fijos también pautados por la Ley “no garantiza un justo equilibrio de ganancias entre la Nación y las Compañías, ni mucho menos asegura esa pregonada participación de Venezuela en más del 50% de los ingresos obtenidos por las Empresas explotadoras del subsuelo petrolero del país”, lo que sí se logró –señala Manuel Pérez Guerrero- “a través del impuestto extraordinario decretado en diciembre de 1945 y la reforma de la tarifa del impuesto sobre la Renta, efectuada a fines de 1946…La reforma legal aprobada por el Congreso Nacional de 1948 establecía que ´si sumados todos los impuestos pagados por las empresas, la tributación de éstas no alcanzaba al 50% de sus ganancias, quedaban obligadas a satisfacer al Fisco la respectiva diferencia’ “ (Manuel Pérez Guerrero. “El 18 de octubre, el 24 de noviembre 1945/1948”. Carta a Rómulo Gallegos, de fecha 10 de febrero de 1949. Página 57. Folleto editado por la Fundación Rómulo Betancourt. Caracas. 1998). Fue el famoso fifty-fifty. O sea, fue bajo la Junta Revolucionaria de Gobierno que presidió Rómulo Betancourt y del Gobierno Constitucional de Rómulo Gallegos, que Venezuela tuvo participación justa en las ganancias petroleras.
Posteriormente, cuando estaban dadas las condiciones nacionales e internacionales, 1975/1976, se realizó la nacionalización, bajo el Gobierno Constitucional de Carlos Andrés Pérez, mediante la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos.
El día 13 de este mes de septiembre, Acción Democrática cumple 80 años de existencia, y, con este motivo, en la próxima entrega continuaremos analizando un tema fundamental para el país, como lo es la política petrolera.