Alejo García: Día mundial de la preservación de la capa de ozono

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El 0zono es una capa natural de gas que existe en la estratosfera para proteger a los seres humanos y a los seres vivos de la radiación ultravioleta (UV) nociva existente en el sol. El ozono se encuentra en toda la atmósfera en pequeñas concentraciones. Su descubrimiento lo realizaron en 1913, los físicos franceses Charles Fabry y Henri Buison. El meteorólogo británico Gorden Miler Bourne Dobson, examinó las propiedades del gas y fabricó un espectrofotómetro con la finalidad de medir el ozono estratosférico a partir de la superficie terrestre. La composición del gas es un compuesto formado por tres átomos de oxigeno (03).

En 1970 los científicos descubrieron el agotamiento de la capa de Ozono, como consecuencia de sustancias químicos artificiales, por la ampliación de gama de aplicaciones industriales y exceso de consumo sobre todo en refrigeradores, uso desmesurado de aparatos de aire acondicionado y de extintores de incendios.

Al agotarse la capa de ozono se produce un aumento de los niveles de radiación ultravioleta en la superficie terrestre, lo cual es altamente perjudicial para la salud de las personas. Entre los efectos negativos se encuentran: los incrementos de cáncer de piel, las cataratas y los trastornos inmunitarios. La radiación UV afecta los ecosistemas terrestres y acuáticos, al obstaculizar el crecimiento, las cadenas de producción de alimentos y los ciclos bioquímicos, Además, daña el crecimiento de la vegetación y disminuye la productividad agrícola.

Al final del siglo XX varios científicos analizaron, se preocuparon y advirtieron a la comunidad internacional sobre una posible crisis global en relación a la capa de ozono, con motivo de una progresiva destrucción de la misma, como consecuencia del uso indebido de sustancias químicas reiteradamente por los seres humanos. Al cabo de muchos años, los diferentes sectores de la sociedad mundial no examinaron mi estudiaron de forma contundente las advertencias, perjuicios y consecuencias lamentables del detrimento constante de la capa de ozono. Ante semejante preocupación en 1985, un grupo de países se reunieron en Viena, Austria para examinar un contento de medidas apropiadas y oportunas, con la finalidad de resguardar la salud mundial y el ambiente de un conjunto de procedimientos y actitudes de las personas perjudicadas por las alteraciones de la capa de ozono. Por tal motivo, a partir de ese instante se instauró el Convenio para la Protección de la capa de ozono. A los años se efectuaron acuerdos internacionales en ese orden, tales como el protocolo de Montreal, Canadá en 1987 y después las enmiendas acordadas en Londres en 1990, Copenhague en 1992, Viena en 1995 y nuevamente en Montreal en 1997.

De acuerdo al cambio climático existe desde todavía a pesar de los esfuerzos y ejecutorias llevados a cabo por varias organizaciones mundiales y unas cuantas nacionales, la capa de ozono no ha alcanzado una sustancial y comprobada recuperación. Sin embargo, determinados científicos confían y sostienen la posibilidad de su garantía y agradable estado, conforme a los propósitos, medidas y previsiones adelantadas por varios gobiernos. En cuanto a los efectos sustanciales originados por su destrucción progresiva se destacan: incremento de los niveles de radiación ultravioleta B, perjudicial para los personas, reino animal y lo flora, aumento del cambio climático, que produce el calentamiento global, riesgos alarmantes en la salud humana como: el cáncer en la piel, reducción del sistema inmunológico y lesiones en la vista, destrozos en los bienes y habitantes; alteración de la atmosfera, intensificación de fenómenos naturales, huracanes, tormentos tropicales y otras manifestaciones similares; efectos en los ecosistemas por la contaminación, tala vegetal y demás abusos; reducción de los caudales de mares, lagos, ríos y nacientes naturales de agua, con lo cual causa disminución en la producción de alimentos y sus derivados.

Los personajes estudiosos de la capa de ozono, han hecho recomendaciones y sugerido ejecutorias para mantenerla en estado satisfactorio. En las mismas se mencionan: evitar emplear aerosoles con gases, no usar extintores que incluyan materiales nocivos, no utilizar material aislante que contenga gases clorofluorocarbonos (CFC); hacer mantenimiento constante a los aires acondicionados, su mal funcionamiento ocasiona fuga de gases perjudiciales al mismo, reducir el excesivo uso de vehículos, compresores, máquinas de césped a explosión y aparatos afines.

Preocupada por los daños nocivos de la disminución de la capa de ozono para la humanidad y la naturaleza, la Asamblea General de los Naciones Unidas (ONU), proclamó el 16 de septiembre de 1994 como el Día Internacional de la Preservación de la capa de ozono, en reconocimiento y tributo de la fecha de Montreal en 1987 donde se firmó el protocolo para eludir la utilización de substancias que inciden en su agotamiento, como derivado de la firma del Protocolo de Montreal se obtuvo el establecimiento del Fondo Multilateral, facilitado y permitido a más de 130 países para emprender y establecer la disminución, producción y el consumo de materias en perjuicio de este notable gas. En numerosas naciones en vías de desarrollo ese esfuerzo mancomunado mundial ha obtenido logros en obligaciones para obtener las metas deseadas. En contraste, en las naciones desarrolladas no se han instituido plenamente las políticas esenciales para fortalecerlo, consolidarlo y hacerlo garante de una vida humana normal y un ecosistema fortalecido.

Al conmemorar el 16 de septiembre esta efeméride de vital importancia para el bienestar de la población y del ambiente, exhortamos a los gobiernos y a los diversos sectores de la sociedad organizada para incentivar y perfeccionar las condiciones del entorno y así eludir su disminución y esquivar malestar inmediato, mediato y a largo plazo en nuestra vida.

 

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