Agustín Blanco Muñoz: ¡Nuevo gobierno ya!

Compartir

 

Caracas, 10 de marzo de 1961. En el Palacio de los Deportes se instala el III Congreso del Partido Comunista de Venezuela. La militancia de base había sido informada sobre la decisión a tomar. El ambiente era candente, adrenalina pura, impaciencia. Y en la clausura el discurso de Jesús Faria secretario general y encargado de lanzar el misil que se supone pondría en manos de los radicales lo que querían y esperaban. Lo que anticipaban pondría al gobierno de Rómulo Betancourt frente a una oposición fuerte y decidida.

Allí estaba además del PCV, El Movimiento de izquierda revolucionaria (MIR), división de Acción Democrática (AD) en abril del 60 y Vanguardia juvenil de Unión Republicana Democrática (URD). Son las organizaciones que en el momento concentran las mayores fuerzas juveniles y que se consideran invencibles.

Se estableció que el camino de la revolución venezolana es violento

En este clima político en extremo radical, con prevalencia de la presión por encima de todo argumento y sin siquiera asomo de debate político e ideológico, en una situación que junta rapidez con prepotencia, simplismo y superficialidad, el orador final legaliza la consigna que pide un ¡Nuevo Gobierno Ya! Una consigna que tiene varios meses en la calle y que va más allá cuando afirma de manera tajante que “el próximo congreso lo haremos desde el poder”. Y esto después de dejar establecido que el camino de la revolución venezolana es violento.

Sigamos el sendero cubano y nos encontraremos con la revolución

La emotividad convertida en grito, desorden, despelote. Aquel bochinche al unísono mira hacia un obsesivo punto: sigamos el sendero cubano y nos encontraremos con la revolución. Y antes de arribar a lo culminante sería derribado el ‘accidente’ constituido por el gobierno de Betancourt.

La represión gubernamental la decretó Betancourt en su toma de posesión en febrero / 59

La represión gubernamental fue decretada oficialmente por el nuevo jerarca en su toma de posesión el 13 de febrero de 1959: El PCV será excluido de toda relación con este gobierno porque su filosofía política nada tiene que ver con la democracia. Sin embargo, ese partido siguió jugando a la Unidad, al pedido de Rectificación, a la subestimación al lanzar la consigna ‘¡Abajo este gobiernito!’ y ‘¡Renuncia Rómulo!’ Finalmente, el programado y desmedido ataque gubernamental les lleva al convencimiento de que la vía violenta es indispensable para avanzar hacia la toma del poder.

El PCV y el MIR emprenden formalmente  lo que se llamó lucha armada

Y siguiendo esta orientación, el PCV y su aliado MIR emprenden formalmente el camino de lo que se dio en llamar la Lucha Armada. Un trágico proceso que nace y comienza a morir en la propia década de los sesenta, pero cuyas secuelas se extienden hasta los ochenta y aún hoy no puede hablarse de materia superada y olvidada. A partir del 04 de agosto de 1959 comenzó la cuenta de los muertos y para la fecha no ha sido posible contabilizar los asesinados por razones políticas en lo que se ha bautizado como “período democrático”.

La superficialidad e improvisación en la paz democrática

La superficialidad e improvisación con que conciben y ponen en práctica la política los subversivos de este momento, se pone plenamente de manifiesto a partir de la aparición oficial de la línea de “Paz Democrática” en 1967. Es una convocatoria a la pacificación que permitiera volver al ‘pasquín electoral’ recubierto o disfrazado del llamado a deponer las armas para coger fuerzas y volver a la lucha con más empeño, organización, capacidad y firme decisión para avanzar hacia la toma del poder.

Pero en la vía propuesta prevalecía el engaño-falsedad

Pero en la vía propuesta, para supuestamente darle espacio a la recuperación y relanzar la lucha armada, prevalecía el engaño-falsedad, la ausencia de ética-honradez. En la oscuridad avanzaban las conversaciones con el “Gobierno del Pacificador Raúl Leoni”. El mismo que crea la criminal realidad de los desaparecidos y los Teatros de Operaciones Militares, cuya historia los establece como Campos de Torturas y Asesinatos.

De ese penoso arrodillamiento nace el partido Unión Para Avanzar

De este penoso y despreciable arrodillamiento nace el Partido ‘Unión Para Avanzar (UPA)’ que resguardaba la identidad del PCV ilegalizado y ‘alzado en armas’, para su participación en las elecciones generales de 1968. La síntesis de su presencia en el evento la da su consigna para que la militancia sepa por quien votar: “La chiquita por el gallo y la grande ya tú sabes”.

El escrito lo acompaña las fotos del gallo PCV y un muñequito con la mano en  la oreja para indicar que se debe emitir el sufragio que no se puede mencionar porque no acepta el apoyo marxista-leninista ni es aprobado por buena parte de la militancia. Subrayemos que el “ya tú sabes” indica la total ausencia de rigor, seriedad e irrespeto a la tradición de rectitud que se dice poseer.

De la línea del ‘nuevo gobierno ya’ a la bancada en el congreso

¿Y es así también cómo se lanza en 1961 la línea del ¡Nuevo Gobierno Ya!? Por lo menos se puede afirmar tajantemente que es la misma dirigencia que ahora estará “dignamente representada en el Congreso de la democracia gracias a los votos obtenidos”.

Sesenta años después ¿dónde andamos? ¿Vía cese a la usurpación?

Y 60 años después de este andar violento recubierto de democracia y ahora de revolución, ¿dónde estamos? La mayoría nacional permanece en la confrontación con los llamados revolucionarios de hoy, que se presentan como continuadores triunfantes de la desbandada opositora de los 60’. Y ambos bandos con un hilo común de superficialidad. Sin ideología ni política, pero con la bandera de la conchupancia-negociación en alto. He allí el mal de este ex país. Iguales credenciales presentan las oposiciones de hoy que juegan a los tres pasos: Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres

Del ¡nuevo gobierno ya! A un llamado gobierno interino. ¿Qué diferencia hay?

La ligereza del llamado ‘gobierno interino’ está claramente expresado en su demanda de Cese de la Usurpación previamente aprobado por el presidente Trump. Era materialmente la invocación por el regreso del ¡Nuevo Gobierno Ya! Lo mismo que se pide desde 1810/11 y que se reitera también este1961. Algo que en esta oportunidad, seis décadas después, no podía fallar. Porque estaría apoyado por sanciones y, de ser necesario, la invasión para arrancar a Maduro del mando. No se tuvo en cuenta el contexto internacional. Y el tan improvisado como superficial plan fracasó estrepitosamente. Intentos serios de levantamiento militar o de llamado a la insurrección no habrían encontrado espacio.

Las nuevas orientaciones del norte

Y hoy, lejos de insistir, el norte traza una nueva orientación: elecciones con condiciones. En México se planteará y decidirá todo. Se  participará en las regionales, pero no en las presidenciales, a menos que Maduro acepte medirse con el candidato opositor “de los interinos” en el más breve plazo. Sólo así podrá volver algo de normalidad, según la voz imperial. ¿Aceptará esto la “revolución bolivariana” en medio de su radical antiimperialismo? ¿Podría quebrarse lo que se considera como la fuerza emocional y militante de la revolución?

¿Revolución? ¿Dónde, cuándo y cómo se ha producido?

Y mientras permanezca este flagelo de las dos fuerzas de todas las debilidades, simplezas y atrasos, estaremos materialmente dónde mismo, aunque actuemos en un tiempo y veamos actores diferentes, pero portadores de la misma formación, mentalidad e intereses. ¿Revolución? ¿Qué significa esto? ¿Dónde, cuándo y cómo se ha producido?

Sancho, ¿Y hasta cuándo seremos un espacio-comarca alejado de la realidad país-nación-pueblo colectivo, pero identificado con las ficciones políticas, democracia y revolución que llenan estos 60 años? ¿Vendrá un camino real de proyecciones geopolíticas, económico-sociales y humano-vivenciales?

@ABlancoMunoz

 

Traducción »