Guyana, país subdesarrollado sudamericano, gracias a los prodigios del bloque Stabroek, distante a unos 222 km (cerca de unas 140 mn) de la costa, se perfila, desde abril pasado, con una proyección internacional de envergadura, gracias al hallazgo de yacimientos petroleros en pozos ubicados en aguas profundas (más de unos 1700 m de la superficie), operados sobre espacios acuáticos de la “zona en reclamación”, que podría acreditarle alrededor de unos tres mil millones de barriles de petróleo y gas, según prospecciones de Tullow Oil costa afuera de Guyana, en sociedad con Eco Atlantic; ambas, prestas a perforar la cuenca petrolera latinoamericana (Guyana-Surinam), con extensión de unos 26800 km cuadrados Incluye, además, unos 2500 millones de barriles de petóleo recuperable, así como unos 2,45 billones pies cúbicos de gas, asociados.
Por otra parte, Eco Atlantic estima que el bloque de Orinduik, también en aguas territoriales, acopia recursos cercanos a unos 2900 millones barriles de petróleo y gas, fronterizo con el área Hammerhead-1, donde Exxon Mobil anunció un hallazgo costa afuera de Guyana. Pero aceptar, siempre en el área en disputada, sobre la Proyección Marítima del Delta (fachada atlántica), extensión de su plataforma continental.
En efecto, el gobierno venezolano a través de su cancillería debería agotar gestiones ante las empresas que Guyana ha contratado para efectuar prospecciones sobre nuestras aguas territoriales; pues el que calla otorga. El asunto debe tratarse por vía diplomática, según el Acuerdo de Ginebra (17/2/1966) ya que nuestro reclamo (disputa) equivale a unos 152000 km cuadrados. “Una posible fusión Chevron/Exxon, tal y como está planteada, perjudicaría a Vnezuela; favorece a Guyana y dificulta la reclamación sobre el Esequibo, situación por la cual el Ejecutivo tendría que decidir si acepta la participación de Exxon Mobil en Venezuela por los activos que absorbería de Chevron (Petroboscán y Petropiar), cuando mantiene opraciones en aguas marítimas, extensión del territorio Esequibo”, según fuente PDVSA. De concretarse tal fusión, Venezuela debería participar en la reformulación de los proyectos que ambas empresas tienen con Guyana y Venezuela, lo que impone a ambos gobiernos decidir sobre las operaciones de aquella en Venezuela.
¡El Esequibo es nuestro!
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