No hubo noticias razonables del operativo de apertura del año escolar como obligaba el protocolo de inicio de clases del Ministerio de Educación más Básica. Lo que sí es público y notorio es que los ministerios de la Educación siguen narcotizados por la carencia de dirección distinta a su involucramiento en las campañas políticas extra-pedagógicas. Sigue la alta burocracia sin ocuparse de algo distinto a su supervivencia personal y política. Así y todo, empezó el movimiento de regreso a las instituciones para la iniciativa privada y el anuncio de que será el 25 de octubre para la mayoría oficial. Todo ello agravado por el repunte del COVID 19 según lo reconocen las cifras oficiales que proporciona el alto gobierno.
Inicia el año académico en Básica y Universitaria con unos términos que auguran que el colapso real de la Educación no mitigará, tal es la incertidumbre que produce la escasez de información oficial y lo que van mostrando las investigaciones que produce la académica no oficial. El país se empobrece y la pobreza es el enemigo Nº 1 de la Educación de calidad para todos. Los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI-2021) de la UCAB además de diagnosticar la consolidación de la pobreza como forma de vivir en Venezuela, indican que hay pérdida de institucionalidad, que hay un incremento de la crisis económica (depresión en marcha), y que se produce una muy escasa respuesta institucional al Covid-19. Se señala en esa encuesta, tal como lo hace la encuesta de EducaMiranda que se reseñó la semana pasada, que hay unos cambios demográficos preocupantes, traducidos en pérdida de población y continuidad de la diáspora en condiciones cada vez más ingratas para los venezolanos que escapan. Indica la ENCOVI 2021 que hay consecuencias por la desatención generalizada respecto a las necesidades más ingentes de la Educación Nacional, lo que ha generado: “El cierre de los centros educativos a causa de la pandemia por el Covid-19 ha tenido efectos adversos sobre la cobertura educativa en todas las edades, particularmente las correspondientes a la educación inicial y universitaria. Las inequidades sociales en los procesos de aprendizaje se han ampliado debido a la adopción de la modalidad de educación a distancia sin brindar los apoyos necesarios a docentes y estudiantes, así como a los hogares para que puedan realizar el acompañamiento que se pide”
