Iglesia de Güiria
Informe de los esfuerzos iniciales en la revitalización del criollo francés en Venezuela
1. Introducción
En la América Ibérica no es sorprendente que el criollo del léxico francés (CF) se hable principalmente en las zonas fronterizas, es decir, las fronteras nacionales entre las áreas de habla francesa/criollo francés y las áreas de habla española o portuguesa. Las tres variedades del criollo francés que se encuentran en las zonas fronterizas (terrestres o marítimas) son: a) el criollo francés haitiano en la República Dominicana (en la frontera con Haití), b) la lengua karipúna brasileña y el criollo francés amapá (en la frontera de la Guayana Francesa y en un área que alguna vez fue reclamada por Francia, cf. Ferreira y
Alleyne 2007) y c) el criollo francés venezolano. El criollo francés de San Miguel en Panamá, casi extinto, es la única lengua CF que se habla en América Latina que no sea una lengua de frontera. Esta lengua llegó a Panamá por medio de los inmigrantes de Santa Lucía y esto la hace una ramificación del CF de las Antillas Menores. En la Suramérica no latina, el criollo francés se habla en algunas comunidades de inmigrantes de Santa Lucía en Guayana y en Surinam, al occidente de la Guayana Francesa.
En Venezuela, se habla patuá o criollo francés venezolano (CFV) en el Oriente, en los estados fronterizos y cercanos de la isla de Trinidad, un territorio en el que alguna vez se habló francés, a pesar de nunca haber sido gobernado por Francia. Venezuela y Trinidad comparten una frontera marítima en el golfo de Paria, e están separados por una distancia aproximada de entre once y diecisiete kilómetros. Esta área ha sido un punto de intercambio constante entre los dos territorios desde la época precolombina con hablantes de lenguas amerindias, y después con hablantes de otras lenguas (europeas: español, francés e inglés, criollas caribeñas: del léxico francés y del léxico inglés, y también hindi y bhojpuri).
Este artículo se concentrará en el criollo francés de Paria, teniendo en cuenta que la lengua también se habla en otros lugares, incluyendo El Callao, Estado Bolívar, tierra de inmigrantes de Trinidad, Grenada, Santa Lucía, Dominica y Haití. El criollo francés venezolano se habla principalmente en Güiria, Estado Sucre (en donde se encuentra ubicada la península de Paria). El explorador francés Dauxion-Lavayasse en sus relatos de principios del siglo XIX describió a Güiria y Guinima como “deux villages établis par des Français et des Espagnols, qui ont émigré de la Trinidad pour se soustraire aux vexations du gouvernment anglais” [dos pueblos establecidos por los franceses y los españoles, que emigraron de Trinidad para evitar las humillaciones del gobierno inglés] (1813.2:225-226).
El origen del CFV procede más que todo del criollo francés trinitense (CFT), una variedad del criollo francés de las Antillas Menores. Por eso no se encuentra en la lista del Ethnologue (Lewis 2009) como una variedad nacional independiente. El CFV también está compuesto por otras variedades que se originaron en áreas diferentes a Trinidad. Se hablaba también por los descendientes de los inmigrantes que llegaron en búsqueda de oportunidades de trabajo en las minas de oro en zonas como El Callao en
Estado Bolívar.
Por lo tanto, a pesar del origen (en las Antillas Menores o Mayores), y aunque no es necesariamente una entidad homogénea, el CFV es una variedad en peligro de extinción, con un nivel muy bajo de vitalidad etnolingüística. Esto es así porque en la actualidad sólo unos pocos ancianos bilingües continúan hablando CFV como lengua de interacción cotidiana en sus hogares, dándole paso al español como la lengua de toda la comunidad. Este caso es similar al criollo francés trinitense, en donde se originó la variedad venezolana, sobretodo pariana, en donde se ha dado paso al inglés y al inglés criollo, aunque esa variedad del criollo francés parece estar mejor en términos de su vitalidad y su potencial para sobrevivir a largo plazo (cf. Holbrook y Ferreira 2002). Un cálculo aproximado estima que hay menos de cien hablantes del CFV y que todos son hablantes bilingües de CFV y español, y también hay algunos que hablan inglés como primera, segunda o tercera lengua (Juan Facendo, entrevista por correo electrónico, marzo 22 de 2007). Todo esto indica que esta lengua está atravesando un grave peligro y parece no haber una verdadera esperanza de revitalización o reclamación, sólo la esperanza de promover la lengua como un idioma ancestral o étnico que se enseñe en algunas escuelas.
El CFV se asocia generalmente con un subgrupo de la cultura afro-venezolana. Otros aspectos culturales incluyen los apellidos de origen inglés (y francés) que proceden de las Antillas Menores, el calipso (especialmente en El Callao, la ciudad mejor conocida por esta música en Venezuela, ver Baptiste 2002:12), el steelpan, el cricket y también las comidas trinitenses como el pelau, el kalalu (callaloo), el saus (souse), el roti y los platos de curry (ver Díaz y Urbano J. 2005). Michelangeli (2003) ha comentado sobre esta influencia trinitense en la comida de Güiria (ver también el enlace de gastronomía de ‘Güiria: Tierra de Gracia’ http://www.guiria.com.ve/ accedido el 30 de julio del 2006.) El roti y el curry se preparan en casa de muchas familias en el Estado Sucre, de descendencia afro-venezolana o no. (En Güiria, Chief Brand de Trinidad (una marca de a mixture of curry spices from Trinidad) se vende en el mercado municipal, y también en Cumaná y otros lugares.) Una árabe-trinitense que recientemente migró a Güiria abrió una tienda de roti y contrató a una cocinera de roti indo-trinitense del pueblo de San Juan en Trinidad. Los rotis se vendían en un camión y eran muy populares entre la comunidad de Güiria. El negoció cerró cuando la cocinera regresó a su natal Trinidad. Nótese que la presencia del roti, un plato indo-trinitense, confirma que el contacto entre los dos lados del golfo de Paria continuó hasta bien entrada la mitad del siglo XIX, desde que los trabajdores de India llegaron a Trinidad en 1845 cuando sus descendientes se habrían ido a Venezuela durante o después de esa época. Este contacto continuo entre Trinidad y Venezuela en el siglo XX no necesariamente indica la consolidación del patuá dado que la mayoría de los inmigrantes probablemente hablaban inglés y/o criollo inglés.
2. Antecedentes históricos del criollo francés en Venezuela
En las situaciones fronterizas de Haití y República Dominicana, y de Guayana Francesa y Brasil, donde se habla criollo francés en los dos lados de cada frontera, por lo menos un lado de la frontera había sido o todavía es administrado por Francia. A diferencia de estas situaciones, Trinidad nunca fue reclamada por los franceses como colonia; sin embargo, el CFT se hablaba tan extensamente que los inmigrantes que fueron a Venezuela permitieron que el CFT (más tarde el CFV) floreciera durante algún tiempo. Por más de un siglo, en Trinidad el francés era la lengua del comercio y de la alta sociedad, mientras que el criollo francés era la lengua franca del pueblo, independientemente de la clase y el origen etnolingüístico. Esta situación se originó a finales del siglo XVIII.
Después de 285 años de dominio español, Trinidad continuó estando relativamente despoblada para el descontento de la corona española. A partir del año 1717 Trinidad y Venezuela fueron parte del Virreinato de Nueva Granada. Este Virreinato incluía a Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guayana y Panamá. Para el año 1777, Trinidad era una de las provincias de la capitanía general de Venezuela. Como Baptiste (2002:2) indica, “Prior to 1797–1802, Trinidad was a ‘Provincia de Venezuela’ … the territory was a veritable backwater of the larger Spanish Empire in the Americas” [Antes de 1797-1802, Trinidad era una ‘Provincia de Venezuela’…el territorio era un lugar verdaderamente atrasado dentro del extenso imperio español en las Américas], lo cual presentaba un problema para el desarrollo económico de la isla. Esto cambiaría a finales del siglo XVIII.
En 1783, Roume de St. Laurent, un francés establecido en Grenada, logró obtener una
Real Cédula de Población (II Real Cédula para la Población y Comercio de la Isla de Trinidad de Barlovento) del rey Carlos III, creada para hacer que la entonces colonia española fuera más próspera atrayendo así a plantadores y pobladores. La Cédula otorgaba condiciones más favorables de asentamiento para cualquier extranjero católico dispuesto a prometer lealtad al rey de España. Tales condiciones incluían el otorgamiento de parcelas de tierra y exención de impuestos. En los años posteriores a esta Cédula, un periodo de disturbios sociales y políticos en Francia y sus colonias hizo que centenares de plantadores católicos franceses y sus esclavos, mayoritariamente de las Antillas Menores, se fueron a la Trinidad española. Como resultado, tanto el francés como el criollo francés se fueron a Trinidad. Para el año 1797 llegaron los británicos y consolidaron su toma del poder en la isla en 1802–03. Según un historiador, “Trinidad at that time seemed like a French colony which Spain had recently acquired” [En aquella época, Trinidad parecía una colonia francesa adquirida recientemente por España] (Borde 1982:2, 301), aunque el español continuaba siendo la lengua del gobierno, de los archivos y de las cortes durante varios años al principio del dominio británico.
Dado que la mayoría de los trinitenses que migraron a Venezuela eran descendentes de africanos, en la actualidad los descendientes venezolanos de los hablantes del criollo francés consideran esta lengua como un patrimonio vinculado con su identidad afroantillana/caribeña venezolana. Nótese que no todos los patuaparlantes son afrodescendientes y no todos los afro-descendientes son patuaparlantes. No obstante, existe la tendencia de relacionar la lengua patuá como lengua de afro-descendientes, en lugar de reconocerla como una lengua inmigrante, al igual que lenguas como el portugués, el italiano o el alemánico. Esto explica la frecuente asociación que solía hacerse de la lengua patuá con la población esclava; dicha asociación no tenía en cuenta el hecho de que muchos patuaparlantes migraron a Venezuela mucho tiempo después de la abolición de la esclavitud., Por esto el patuá debería ser considerado como una lengua inmigrante dado que la gran mayoría de patuaparlantes son hijos, nietos y bisnietos de inmigrantes antillanos que no tienen ninguna conexión con directa con la historia de los afrovenezolanos. (En si la población de hablantes de criollo francés de Trinidad era más variada, por lo que los hablantes de criollo francés y otros en Trinidad no necesariamente asocian la lengua con la identidad de un solo grupo étnico.) Hoy en día los descendientes y otras personas interesadas están intentando restablecer el CFV por razones principalmente culturales, antropológicas y étnicas, más que por razones de comunicación entre grupos (una función que ahora cumple el español), aunque algunos también están interesados en renovar los vínculos con los hablantes de criollo francés en la Antillas.
Los inmigrantes hablantes del francés y del criollo francés llegaron en masa a Venezuela a finales del siglo XVIII, pero según Pollak-Eltz e Istúriz, algunos hablantes del francés se fueron a Venezuela a comienzos del siglo XVI:
En los dos siglos antes de la llegada de los frailes [en 1750], algunos franceses de las islas del Caribe y holandeses de Surinam frecuentaban las costas de Paria, comerciaban con los indígenas y robaban esclavos indios para llevarlos a sus islas a trabajar en las plantaciones. Los franceses tenían un puesto fortificado en la isla Antica en el Golfo de Paria, donde poseían también cultivos, lo que hace suponer que algunos franceses se residenciaban permanentemente en este lugar. Según Carrocera (1968,III:90), en 1739, algunos indios de Paria hablaban francés, usaban cuchillos, telas y machetes provenientes de Grenada y Martinica. Los indios solían canjear madera por armas y mercancía europea. Los franceses instigaron a los aborígenes a luchar contra las autoridades españolas (1968,III:90). (1990:12)
(This island is one of the delta islands directly south of the town of El Paujil.) PollakEltz e Istúriz afirman que los franceses regresaron en 1773 y encontraron relaciones comerciales ya establecidas con los amerindios de la región.
Cuando los franceses se fueron a Trinidad en 1783, también se fueron a Venezuela, llevando consigo esclavos africanos hablantes del criollo francés y otras lenguas. Con referencia a la costa de Paria en Venezuela, Dauxion-Lavaysse explica los orígenes aparentemente curiosos de la presencia francesa después de las guerras napoleónicas:
Quelques familles françaises s’y réfugièrent pendant les premiers orages de notre révolution. Il s’y est établi depuis un nombre considerable de colons français de la Trinidad, de Tabago et de la Grenade, que les Barbadiens et les trente-six mois Ecossais de ces colonies ont forcé d’abandonner leurs propriétés, par un système froidement combiné d’avanies et de persecutions. Le gouvernment espagnol leur fit d’abord un bon accueil; mais les belles habitations à cacao, à café, à coton, et meme les sucreries qu’ils y ont formeés, ont tenté la jalouse cupidité de quelques administrateurs locaux. Dès 1802, on cherchait des prétextes pour se débarrasser d’eux et les spoiler. Quelques-uns ont été expropriés et expulsés sous les pretextes les plus ridicules (1813.1:6–7).
[Algunas familias se refugiaron allí durante los primeros estallidos de la revolución: un número considerable de colonizadores franceses de Trinidad, Tobago y Grenada, que los barbadienses y los treinta y seis escoseses de estas colonias habían sido obligados a abandonar sus propiedades, por un sistema de persecución, también se habían establecido en el mismo vecindario. Al principio el gobierno español les dio un buen recibimiento; pero las hermosas plantaciones de cacao, café, algodón y aún las de azúcar que pronto se formaron, tentaron la avaricia celosa de algunos de los administradores locales del gobierno. Desde el 1802, inventaron varios pretextos para quitárselos y robarlos. Algunos fueron expropiados y desterrados bajo pretextos muy ridículos (1813.1:6-7).]
Al llegar los ingleses a tomar el control de Trinidad entre 1797 y 1802, algunos de los plantadores franceses escaparon con sus esclavos a un Paria aislado y despoblado. Algunos de estos plantadores franceses se fueron a Trinidad y Venezuela por Haití y otros por Grenada. Pollak-Eltz e Istúriz, haciendo referencia a Dauxion-Lavaysse y Depons, otro escritor del siglo XIX, afirman que “los franceses y españoles, refugiados de Trinidad después de la ocupación por los ingleses, fueron los verdaderos fundadores de Güiria” (1990:15). Other accounts note that fueron misioneros capuchinos aragoneses que fundaron esta ciudad en 1767, mientras que other accounts note that Francisco Isnardi, un italiano que se tornó ciudadano de Trinidad, venezolano de adopción, fue a Güiria más tarde en 1795 para cultivar algodón. En manos de los plantadores franceses la agricultura en Paria se desarrolló en una fértil pero previamente despoblada área, muy parecida a Trinidad después de la Cédula. De acuerdo con Verteuil,
The Captain General of Caracas erected several batteries on the eastern coast of Venezuela upon the rivers which flow into the Gulf of Paria and under the protection of the guns, there were swarms of armed canoes and pirogues, manned by refugees and French Republicans who had been expelled from Trinidad and other colonies by the English… (1987:44).
[La Capitanía General de Caracas levantó varias artillerías en la costa oriental de Venezuela en los ríos que dan al Golfo de Paria y bajo la protección de las armas, había enjambres de canoas y piraguas armadas y tripuladas por refugiados y los republicanos franceses que habían sido expulsados de Trinidad y otras colonias por los ingleses…]
Más tarde Trinidad llegó a ser una fuente de apoyo y un apoyo para las ideas revolucionarias de los venezolanos, y Begorrat, un conocido franco-trinitense, ayudó a los revolucionarios de Venezuela (de Verteuil 1987:84).
En Paria, los franceses establecieron plantaciones de cacao (“la esperanza de Paria,” según una placa on the main road from Güiria to Carúpano) e implantaron sus lengua(s) y cultura hasta la guerra venezolana de la independencia en 1811 (cf. Viso C. 2005). Actualmente, una de las señales más obvias del asentamiento francés en el área es el estilo de la arquitectura franco-caribeño de varios edificios en el pueblo de Güiria. Podría afirmarse que el auge y declive del cacao coincidieron con estos del patuá también, como en Trinidad. Pollak-Eltz e Istúriz destacan que las plantaciones de cacao se habían establecido a mediados del siglo XIX (1990:13), no solamente por los franceses. Una familia contrató a trabajadores trinitenses de origen africano para trabajar en las plantaciones de cacao. Muchos de éstos habrían sido hablantes del criollo francés. La guerra obligó a algunos de los franceses a abandonar Güiria para volver a sus posesiones antillanas o a sus territorios de origen, incluyendo a Puerto España, y cientos de (antiguamente esclavizados) afro-venezolanos hablantes del criollo francés huyeron a las montañas que rodeaban el lugar.
Después de la guerra de 1811, Paria siguió estando aislada del resto de Venezuela. El área se convirtió en hogar para los corsegos y otros plantadores (todavía se encuentran algunos nombres corsegos en los dos lados de la frontera, por ejemplo, Giovanetti, Sipriani (Cipriani), etc.). La mayoría de los trabajadores de descendencia africana de las islas francesas, como también de las británicas (inclusive Santa Lucía, Trinidad y Grenada, todas de habla criolla francesa en esa época) migraron al área. El patuá se convirtió en la lengua común de las plantaciones, aunque social y políticamente el español continuó siendo la lengua dominante. A lo largo de todo el siglo XIX, se desarrolló una intensa relación comercial entre Paria y las islas de habla patuá/criollo francés.
El trabajo de Toussaint (2000) sobre los afro-antillanos en Tierra Española muestra que había una gran interacción entre Venezuela y Trinidad, así como entre otras islas de habla criolla francesa, tanto en el período de pre-emancipación como en el período de postemancipación. En el período pre-emancipación, los esclavos fugitivos y los “libres” se fueron a Venezuela en búsqueda de una vida mejor y durante el período de postemancipación muchos otros emigraron en búsqueda de prosperidad, especialmente durante la Fiebre del Oro en los años 1850 y los 1860. El segundo periodo duró aproximadamente de 1838 al 1914, a comienzos de la primera guerra mundial, pero ha habido un movimiento continuo entre Trinidad y Venezuela a través de los siglos. (Toussaint 2000:1730-216).
2.1 La decadencia del Patuá
Algunos historiadores atribuyen la decadencia del Patuá a ciertos factores de desarrollo económico y político en Paria. En el siglo XIX Paria, en particular las poblaciones de Macuro, Güiria y Carúpano, era un área próspera; no sólo por las plantaciones, sino por los puertos y las aduanas de Güiria (que después pasarían a Macuro).
En 1900, el entonces presidente Cipriano Castro intentó castigar a sus enemigos políticos, entre ellos los güíreños, al retirar las aduanas de Güiria y trasladarlas a Macuro, al punto oriente de la península de Paria. Este traslado ingeniado por Castro acabó con la prosperidad en Güiria (Pollak-Eltz and Istúriz 1990:23).
Macuro, ubicado a media hora de Trinidad en bote—o “down the Main” (territorio continental), como dicen en Trinidad—era un punto marítimo importante de conexión con Puerto España hasta 1935–36 cuando este papel fue re-asumido por Güiria (ubicado a dos horas en bote y hora y media por tierra, en el sur occidente, de Macuro, en la península).
Las aduanas de Güiria se reestablecieron en 1934 hasta la década de los 40s (Pollak-Eltz and Istúriz 1990:24). En ese momento, Güiria retomó sus relaciones comerciales con Trinidad por medio del intercambio de cacao y otros productos. En ese entonces, Puerto España y otras capitales de las islas del Caribe se habían convertido en punto de referencia para muchos parianos, había venezolanos adinerados que iban a colegios católicos en Trinidad, que hacían negocios en Trinidad, hacían compras y hasta compraban agua potable para llevarla al territorio continental. Carúpano, más al occidente, también era importante para el comercio antillano.
Llorente (1995, cf. Llorente 1994) atribuye la totalidad del declive económico de Paria al cierre de las aduanas de Macuro en 1936, aunque las aduanas de Güiria continuaron hasta mucho después. El reemplazo de la industria de cacao por la industria petrolera (controlada por las gigantes compañías petroleras de Caracas y extranjeras) fue otro factor importante en el cambio de suerte que sufrió Paria.
Llorente afirma que todos estos sucesos, la ruptura de los lazos con las islas del Caribe y la migración de la población a otros territorios de Venezuela contribuyeron con la decadencia del Patuá. El mejoramiento de la infraestructura que conecta a Paria con Carúpano, Cumaná y en especial con Caracas, y entre Güiria y Macuro (relativamente hablando, ya que el transporte marítimo todavía es una opción principal entre los dos pueblos) también significaba el fin de la dependencia de estos pueblos con Puerto España y Trinidad en el momento que Caracas empezó a funcionar como la capital para los parianos. Con menos y menos contacto con Trinidad, y con menos tráfico desde y hacía Trinidad (donde el mismo criollo francés había comenzado a desaparecer por los cambios en los sistemas sociales y educativos), el criollo francés dominó la región de Paria hasta el año 1900 al igual que en Trinidad. En 1990 cuando Pollak-Eltz y Istúriz publicaron un estudio, todos sus informantes hablantes de criollo francés superaban los 80 años de edad y recordaban su juventud en el tiempo en el que toda Güiria podía hablar o entender el criollo francés. Hoy en día, muchos de sus hijos, nietos y bisnietos lamentan el fallecimiento de su lengua de familia y de la comunidad y por lo menos apoyan el concepto del reavivamiento de la lengua y la cultura del criollo francés.
3. El I Encuentro: Un intento reciente de restablecimiento
En la Venezuela actual del siglo XXI, una antropóloga y la delegada de la Casa de la Diversidad Cultural del Estado Sucre, Omaira Gutiérrez Marcano, está ayudando a organizar una iniciativa oficial para salvar el criollo francés venezolano de la extinción y para pasar la lengua y la cultura a las generaciones futuras. Con este fin, se celebró el primer encuentro de hablantes de criollo francés que reunió a hablantes de esta lengua de Venezuela y de otras partes en Güiria, Paria, Estado Sucre entre el 13 y 16 de octubre de 2005. El evento tomó por nombre ‘Primer Encuentro de Abuelos Creole y/o Patuá
Parlantes de Venezuela y El Caribe en homenaje a Jorge Logan Delcine’ y fue subtitulado ‘Encuentro de memorias y saberes populares para la reafirmación de nuestra identidad Afro-Caribeña’. Delcine era hablante del criollo francés venezolano, de origen afro-venezolano, conocido en su comunidad por su habilidad para contar historias y por su interés en mantener vivas las tradiciones lingüísticas y culturales del patuá.
El I Encuentro reunió a historiadores, antropólogos, lingüistas, profesionales de la cultura, nativohablantes y sus descendientes, estudiantes de patuá como segunda lengua y muchas otras personas interesadas. Entre los estudiosos venezolanos se encontraban la antropóloga Angelina Pollak-Eltz de la Universidad Católica Andrés Bello (ver PollakEltz 1990) quien actualmente es miembro del Centro de Estudios Afro-Americanos en Caracas, los antropólogos Esteban Emilio Mosonyi y Josefina Solange Sampson y el historiador Carlos Viso C., todos éstos de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
El propósito del I Encuentro fue el comienzo de la revitalización del patuá en Paria que reunió a hablantes (ancianos) de criollo francés de toda Venezuela y del Caribe (principalmente Trinidad y Tobago) para intercambiar ideas y para formular planes concretos para el revivir de la lengua. Como Wurm (2001) indica, ‘Muchas lenguas necesitan ser manejadas para sobrevivir’ y este Encuentro representa el primer esfuerzo en la estrategia de revitalización y la campaña por parte de los venezolanos. La parte central del plan de revitalización es una campaña formal e informal de alfabetización, así como un esfuerzo para enseñar esta lengua ancestral a los venezolanos de descendencia afro-caribeña y afro-venezolana y de herencia criolla francesa.
El I Encuentro fue financiado y patrocinado por organizaciones del sector público y privado. De igual forma hubo un apoyo fuerte de la prensa local y cobertura antes y después del evento así como un nivel muy alto de publicidad por medio de carteles, avisos publicitarios, banderines, camisetas y otro tipo de elementos publicitarios.
Se identificaron algunas áreas en Venezuela con abuelos Patuá-parlantes que incluyó pueblos en Paria tales como Güiria, Macuro, Mapire, Don Pedro, Uquire, Ríó Caribe, Irapa y Yaguaraparo y otros pueblos en otras partes de Venezuela como por ejemplo El Callao, San Félix, El Tigre, Caripito, Maturín, Caracas, Valencia y Cumaná. Güiria fue considerado como el sitio ideal para lo que fue el primero de otros encuentros de este tipo.
El plan original era patrocinar a por lo menos dos representantes de cada uno de los territorios de habla criolla francesa del sur y del oriente del Caribe (inclusive cuentistas), para promocionar un intercambio regional. Se contactaron grupos e individuos de Haití, Guadalupe, Martinica, Dominica, Santa Lucia y Trinidad, pero el único grupo novenezolano que llegó en barco fue el de la vecina isla de Trinidad. Este grupo estaba conformado por tres hablantes nativos de criollo francés del pueblo de Paramin, un profesor de lenguas, inclusive criollo francés, y su coro de nueve miembros, Vini Chanté, y la investigadora y autora de este artículo (cf. Holbrook y Ferreira 2002, y Ferreira y Alleyne 2007), fuera representando a la Universidad de West Indies, St Augustine, y a la Sociedad Caribeña de Lingüística (UWI), las cuales fueron nombradas como dos de las organizaciones extranjeras que apoyaron y participaron el encuentro. Los residentes de Paramin, todos hablantes nativos de CFT, incluyó John Kenneth Romain, Errol ‘Clyde’ Felix, y Lawrence ‘Gomez’ Constantine. El maestro era Nnamdi Hodge quien enseña francés e español en una escuela secundaria y aprendió el criollo francés de St. Lucia en la UWI, St. Augustine. El coro Vini Chanté, antiguamente conocido como Bèl Chantèz, cantó crèche o kwèch (aguinaldos en criollo francés) y parang (>Sp. parranda, o villancicos en español) y calipso. Sus interpretaciones y su música fueron bien recibidas en Güiria, lo que les mereció apariciones en la prensa y en conciertos. Actualmente el señor Hodge enseña clases de CFT, en su mayoría a hablantes no-nativos, en la Women Working for Social Progress (Workingwomen) – Asociación de mujeres trabajadoras para el progreso social. En el año 2009 junto a Florence Blizzard, miembro del coro, compilaron una cartilla de canciones en patuá y un CD.
El programa incluía un censo de los venezolanos ancianos patuá-parlantes con el propósito de formar una asociación de hablantes de patuá en Venezuela. Se organizaron varios talleres que se concentraron en aspectos de la cultura y el uso del criollo francés (cuentos tradicionales, juegos, canciones, música, baile, comida), paneles, dentro de los cuales había un presentador que escribió y leyó el resumen de su artículo en haitiano (Mosonyi 2005), paneles de discusiones , un concierto (con calipsos cantados en inglés y en criollo francés, parang y canciones tradicionales en patuá, todos los tres géneros conocidos en los dos lados de la península de Paria), y un mini-Carnaval. Los niños de la escuela primaria y sus maestros fueron parte del evento, y la idea fue dejar a la nueva generación conocer a las generaciones anteriores.
The Asociación de Patuá-Parlantes de Paria (con sede en Güiria, y con participantes de Macuro) was in fact formed at the end of 2005. According to Omaira Gutiérrez, its activities include the following:
• promover talleres de patuá,
• dar cursos cortos de una semana para jóvenes y adultos interesados (began in 2007),
• promover encuentros de hablantes de la lengua,
• promover la recopilación de cantos y juegos en patuá,
• promover la creación del grup experimental de músic, Patuá Sonen, y produzir CDs, con apoyo del Centro de Diversidad Cultural.
3.1 Enfoque en la lengua
Tres de los talleres estuvieron especialmente orientados en la lengua: el primero se concentró en la enseñanza del criollo francés básico (ver Hernández 2005), el segundo en la selección de una ortografía para el criollo francés venezolano (ver discusión más adelante). El tercer taller fue una sesión de lluvia de ideas cuyo objetivo era desarrollar estrategias sobre cómo revitalizar la lengua, con un énfasis especial en los beneficios sociales y económicos y los valores para la población más joven.
En Güiria, se han hecho esfuerzos para enseñar criollo francés en la Universidad de Oriente liderados por Rosa Bosch Teriús, conservacionista cultural y autodidacta del criollo francés como segunda lengua (L2) (ver Sampson et al. 1991). Rosa Bosch es venezolana de origen catalán (los catalanes y sus descendientes han habitado la región desde 1790, cf Dauxion-Lavaysse 1813:116), y es la presidenta de la Sociedad Conservacionista de Güiria, uno de los patrocinadores del evento, y es pionera en la enseñanza de Patuá en Güiria. Bosch es conocida y respetada en Güiria por la promoción y fomento que ha hecho de la cultura “Afro-Antillana”, incluyendo el Patuá (ver Sampson et al. 1991 y Bosch 1998). El taller de enseñanza de lengua fue liderado por Bosch y fue el espacio para enseñar elementos básicos del criollo francés tales como saludos básicos y algunas otras oraciones.
3.1.2 Selección de una ortografía apropiada (y potencialmente oficial)
Rosa Bosch, la profesora principal de Patuá en Güiria for a long time, resaltó la falta de una ortografía sólida, ya que el patuá, por ser una lengua oral ‘sin una historia de escritura’ tiende a escribirse de la misma manera en la que se oye “como se oye se escribe”. Algunas de las opciones ortográficas seleccionadas se representan en las siguientes frases y oraciones que se enseñaron en uno de los talleres de lengua patuá para principiantes en el I Encuentro. Es importante destacar que la ortografía tiene influencias variadas del español y del francés como segunda lengua (L2):
Aprendizaje del patuá
Saludos
(1) Bon suá dam /bõ swa dam/ ‘buenas noches, señora’
(2) Cum u yé /kum u je/ ‘¿cómo estás?’ (De acuerdo con la profesora, cumayé /kuma u je/ es la forma en la que esta frase se traduciría “cuando hablamos rápido”, cf Betancurt 2008:59-60)
(3) Cum u ka santi /kum u ka sãti/ ‘¿cómo estás?’ Mue bien meci /mwe bjẽ mɛsi/
‘estoy bien, gracias’
(4) Cum u ka quillé u /kum u ka kwije u/ ‘¿cuál es tu nombre?’
(5) La pumié clas /la pumje klas/ ‘la primera clase’
(6) Un vini apuen palé patuá /nu vini apwãn pale patua/ ‘vinimos a aprender patuá’.
Nótese que el Patuá o Patua parecen ser las ortografías preferidas entre los venezolanos asistentes al I Encuentro. El Patuá es la ortografía seleccionada por la autora de este artículo.
El criollo francés estándar del Caribe (que incluye el francés de Santa Lucía y otras
variedades) consideraría el uso de dos grafemas del sonido /k/ como
sobrerrepresentación, como <c> en cum y clas <q> en quillé, las cuales se traducirían kum, klas y kwiye, respectivamente en criollo francés moderno. Siguiendo el español, quillé se puede haber escrito cuillé, pero parece estar basado en el francés.
Otro posible ejemplo de sobrerrepresentación es el uso de dos grafemas del sonido /s/ como <s> en suá y <c> en meci, que en ortografías modernas se traduciría como swa y mèsi, respectivamente. De esta forma, el grafema <c> fue sobre utilizado por ambos /k/ como en cum y /s/ en el caso de meci. Estas, aparentemente mínimas, discrepancias fueron resaltadas por los participantes del taller, teniendo en cuenta que muchos de los participantes siguen las normas del español estándar (en el cual <c> se utiliza constantemente antes de vocales abiertas anteriores no redondeadas y <s> se utiliza en la mayoría de los otros casos). Por lo tanto, estos no interfirieron con los objetivos del taller ni tampoco dificultaron la comprensión por parte de los participantes en las clases.
Dados estos problemas, el taller de ortografía se ideó para que los participantes pudieran examinar las ortografías existentes del criollo francés y seleccionar o adaptar una de acuerdo con las necesidades del contexto venezolano. El objetivo del taller de ortografía era también seleccionar o modificar la ortografía existente.
El taller estuvo compuesto por dos antropólogos venezolanos, un nativohablante del criollo francés de Haití ubicado en El Callao, un hablante del criollo francés como segunda lengua y dos trinitenses, incluyendo el profesor de criollo francés y esta investigadora. Juan Facendo de 45 años de edad, de Maturín (capital del Estado de Monagas) original de San Tomé, Estado Anzoátegui donde hay una pequeña comunidad de haitianos, ha permanecido activo en el aprendizaje y la promoción del criollo francés venezolano. La mayor parte de su aprendizaje ha sido por medio del contacto con su suegro, y con amigos suyos que son hablantes de criollo francés y también a través de la lectura de libros y colecciones de música venezolana en criollo francés. Su abuela materna hablaba algo de patuá y la esposa de su familia paterna habla la lengua. Él y su esposa están intentando mantener la lengua viva entre su círculo de amigos y en casa con sus hijos. Facendo ha estado trabajando en la preparación de un diccionario trilingüe (patuá venezolano, español e inglés), basado en una tesis de 1991 elaborada por Feliciano y Sampson. Él también está involucrado en otros esfuerzos por mantener el patuá vivo. Sampson, quien nació en Venezuela de ascendencia (Afro-) trinitense y educado en Trinidad también es editor de Patuá en Güiria, un documental en DVD (también en 1991).
Este taller buscaba responder a preguntas tales como:
1. ¿Para quiénes? ¿Para patuaparlantes? ¿Para hispanohablantes (L2)?
2. ¿Para qué? ¿Para escribir y leer libros monolingües? ¿Para libros bilingües (para transición al bilingüismo)?
El primer aspecto en el que se fijaron los participantes fue el hecho de que los inventarios fonológicos del español y del patuá difieren de manera significativa. En su inventario consonántico, a diferencia del español, el patuá distingue los sonidos /b/ vs. /v/ y /s/ vs. /z/, al igual que /ʃ/, /ʒ/, /ʤ/, /h/ y /ŋ/ (este último no tiene distinción de fonemas en
español, sólo como alófono o como variante dialectal). El inventario vocálico del patuá incluye la distinción entre /e/ vs. /ɛ/ y /o/ vs. /ɔ/, como también los fonemas vocálicos
nasales, a diferencia del español. La discusión se concentró en cuáles de las ortografías existentes podían servir como modelos o guías adecuadas y, ya que el nativohablante de Haití participaba en el taller, la variedad de ortografías fue considerada, así como también la cercanía con la variedad de Santa Lucía (de donde provienen los materiales más fáciles para importar, representing the Lesser Antilles in general) y Karípuna (por los intereses propios de la investigadora; ver Ferreira y Alleyne 2007).
El sistema haitiano que se puso en consideración inicialmente no se ajustaba al IPN moderno (la ortografía de el Institut Pédagogique National—Instituto Pedagógico Nacional—que fue establecido después de que el participante haitiano hubiera migrado a Venezuela y que por ese motivo era desconocido para él), pero otra versión más antigua de los años 40s (el Método McConnell-Laubach de el Eglise Methodiste d’ Haïti) utilizaba un circunflejo o acento <^> para las vocales nasales como la <ê> para /ẽ/ y <â> para /ã/. (En ese sistema, todas las otras vocales usan el acento agudo para las vocales semicerradas anteriores no redondeadas /e/, en el caso de <é> y acento grave para las vocales semiabiertas anteriores /ɛ/, en el caso de <è> con en francés.) La ortografía de
Pressoir-Faublas (o Faublas-Pressoir) que sucedió a la ortografía de McConnell-Laubach dejó de ser utilizada en 1979 a favor de la ortografía del IPN que incluye elementos de sus dos antecesores. El participante haitiano también presentó un diccionario bilingüe español-haitiano de la República Dominicana como potencial guía en la enseñanza del criollo francés en Venezuela.
La tabla 1 muestra una comparación de algunos de los símbolos ortográficos a través de las tres variedades. Todas las demás letras utilizadas son las mismas en las tres variedades y en su mayoría corresponden a los valores similares de los símbolos de IPA.
Tabla 1. Comparación de los símbolos correspondientes a algunos de los fonemas en las tres variedades de criollo francés.
Se discutieron las ventajas y las desventajas de las diferentes opciones. Dado que la mayoría de estudiantes potenciales serían nativohablantes de español, se encontró que las opciones existentes podrían presentar algunos problemas con las otras tres variedades. Para los fonemas vocálicos se presentaron al menos dos opciones como se muestra a continuación:
1. <e> para /e/ (de fácil uso para hispanohablantes y utilizado en Haití) o <é> (de influencia francesa, utilizado en las Antillas Menores y otras partes);
2. <u> para /u/ (de fácil uso para hispanohablantes y utilizado en Haití) o <ou> (de influencia francesa, utilizado en las Antillas Menores y otras partes);
3. para vocales nasales se seleccionaria entre un dígrafo (una vocal seguida por una <n>, por ejemplo para /ã/ <an> (en Santa Lucía), o <ã> (Amazonica/Brasileño) o <â> (pre-IPN haitiano).
Para los dos primeros fonemas, la ortografía del español sobresalió por encima del criollo francés caribeño, mientras que las opciones para las vocales nasales del brasileño y el haitiano antiguo dieron paso a la opción del criollo francés caribeño en el que se usan dígrafos de vocal más nasal (V+N).
Para los fonemas consonánticos /ʃ/ y /ʧ/ se presentaron algunas dificultades. Para /ʃ/, el
cual no es un fonema en español, algunos participantes observaron que sería bueno adoptar <sh> utilizado por el inglés como importante lengua internacional, spoken as a heritage language by many Patuá-parlantes in Güiria and El Callao, and spoken in many neighbouring countries. Sin embargo, éste dígrafo no hace parte del uso internacional entre hablantes de criollo francés, por lo cual la mayoría de participantes estuvo de acuerdo con que el uso de <ch> como una mejor opción. Esto, sin embargo, puede presentar problemas para aquellos hispanohablantes alfabetizados que ya utilizarían el dígrafo <ch> para /ʧ/. El taller decidió seguir las convenciones internacionales del criollo
francés, <ch>, y simplemente propuso enseñar a los hispanohablantes el significado y el valor del dígrafo como se haría en francés. Para /ʧ/ fonema del español, algunos
participantes apoyaron el uso de <ch> teniendo en cuenta que ya existía y se utilizaba en español y por lo tanto sería más fácil de aprender para hispanohablantes alfabetizados. El Karipúna <tx>, basado en el portugués, fue eliminado casi inmediatamente. Ya que la mayoría de los materiales disponibles procedían de Santa Lucía, los participantes observaron que <tch> o <tj> serían mejores opciones, incluso si se consideraban extranjerismos por los hispanohablantes, teniendo en cuenta que cualquier estudiante de lengua debe aprender nuevos sonidos y nuevos símbolos en el proceso de adquisición de cualquier lengua extranjera. A continuación se presenta un resumen en la tabla 2.
Tabla 2. Opciones ortográficas para dos consonantes (consideraciones)
Finalmente, el uso internacional del criollo francés estuvo presente en la mayoría de las opciones seleccionadas. La ortografía que fue seleccionada se escogió por motivos prácticos, entre ellos factores económicos de costo en la producción de nuevos materiales bilingües o monolingües y la disponibilidad de materiales procedentes de Santa Lucía, los cuales ya estaban siendo utilizados por muchos de los miembros de la pequeña comunidad. Los siguiente grafemas se escogieron con sólo dos diferencias con respecto a las vocales del Santa Lucía, entre ellas <e> por /e/ en lugar de <é> y <u> por /u/ en lugar de <ou> (como en haitiano). Todas las consonantes siguieron los estándares del Caribe (Oriental). La tabla que se presenta a continuación muestra los símbolos ortográficos (letras) seleccionadas por los participantes del taller de ortografía y que fueron compiladas por Facendo et al. (2005). (Los diptongos decrecientes y los crecientes como /aj/ y /je/ no se trabajaron como fonemas separados que necesitaban dígrafos o letras especiales.)
Table 3. Fonemas consonánticos y vocálicos del criollo francés venezolano y sus símbolos ortográficos correspondientes con traducciones en español e inglés y ejemplos léxicos.
Fuente: Facendo et al. (2005) (nasalization is signalled by an ‘n’ following a vowel letter) /ɛ̃/ – <en> pen (pan)
Sólo cuando se desarrollen materiales locales, si esto sucede, los hallazgos y las decisiones de este taller se podrán implementar formalmente. Mientras tanto, los residentes de Güiria y Macuro, hablantes de criollo francés venezolano, han decidido continuar utilizando los materiales de Santa Lucía. Por ejemplo, en noviembre de 2005, algunos pocos participantes interesados de Macuro contactaron el gobierno de Santa Lucía y planearon la enseñanza de un curso de tres meses a profesores, de tal manera que los profesores pudieran enseñarle a sus estudiantes (Luis Enrique Hernández Loreto, comunicación personal, octubre 29 de 2005). Toda la planeación corrió por cuenta de Rosa Bosch para enseñar las clases en la Universidad del Oriente, Núcleo de Sucre, en Güiria en el año 2007.
4. Conclusión
Como es el caso de la mayoría de las lenguas en vía de extinción, factores no lingüísticos, de tipo social, histórico y sicológico son responsables del desgaste de la lengua (cf. Dixon 1997, Fishman 2001, y Nettle y Romaine 2000). Dentro de los factores sicológicos se encuentran las actitudes que oscilan entre bastante negativa hasta nostálgica a positiva. Una opinión muy común es que ‘el patuá no es un idioma’. Esta cita es tomada de Sampson et al. (1991). Facendo también afirma que muchos venezolanos piensan que el patuá ‘es una mezcla de lenguas, parecido al papimiento. Piensan que esta mezcla de lenguas lo hace difícil de aprender y comprender’ (entrevista por correo electrónico 22 de marzo del 2007). Esto puede ser el resultado de una actitud negativa, pero a muchas de las personas que creen esto les gusta hablar patuá en ciertos contextos. En respuesta a una pregunta general sobre los sentimientos sobre el patuá, Facendo, quien expresa un sentimiento positivo hacia el patuá, explicó que otros se sienten de maneras diferentes: ‘I ni anpil moun ki kwe si u pale Patua, u pa kai rive pale pagnol byen’ (‘Hay mucha gente que cree que si uno habla el patuá, no hablará español bien’ ).
Dos hablantes de CFV (un nativohablante y otro de estudiante de CFV como segunda lengua) respondieron un cuestionario con preguntas, en su mayoría, de selección múltiple enviado por correo electrónico. Había una pregunta de respuesta libre: ‘Por favor escriba (en español o en patuá) sus comentarios y sentimientos sobre el patuá’. A continuación, el contexto completo en la siguiente cita (respuesta literal a una pregunta en un cuestionario enviado por correo electrónico el 22 de marzo de 2007):
Mue ka kwe Patua se ion lang ki pokò konte listua li. Mue kwe i se ion move bagay nu pa ka konsidere lang sala ion lang nu sa ba se timamay-la nou. I ni anpil moun ki kwe si u pale Patua, u pa kai rive pale panyol byen. Rechèche la apueza ka di si u pale de lang depi u se pitit, u ka fe pase konneksyon an la tet-u. Lè u ka pale ion lòt lang u tini ion lòt mannie pu gade la realite.
[Creo que es una lengua que todavía no ha tenido la oportunidad de contar su historia. Creo que es algo negativo no considerar esta lengua como una lengua que podamos pasar a nuestros hijos. La investigación moderna nos indica que si uno habla dos lenguas desde la niñez, uno puede organizarlas mentalmente. Cuando uno sabe hablar otra lengua, uno tiene otra manera de mirar la realidad.]
Una de las razones que puede explicar la noción de que el patuá afecta el aprendizaje del español estándar podría ser los dos rasgos gramaticales que comparten el patuá y el español de la región, como lo describe Lipski (2003a:19-20):
…in the Güiria Peninsula of Venezuela, Spanish is in contact with Trinidad creole French, and local Güiria Spanish exhibits double negation of the sort yo no estoy yendo no, a pattern found in creole French but not elsewhere in Venezuela. Also unique to this local Venezuelan dialect are noninverted questions such as ¿Qué tú quieres?, otherwise absent in Venezuela, but typical of creole French. (Cf. Lipski 2003b.)
…en la península de Güiria en Venezuela, el español está en contacto con el criollo francés de Trinidad, y el español local de Güiria exhibe la doble negación como por ejemplo yo no estoy yendo no, un patrón de discurso que se encuentra en el criollo francés pero no se encuentra en ninguna otra parte de Venezuela. De igual forma, un aspecto único a este dialecto local venezolano son las preguntas no invertidas tales como ¿Qué tú quieres?, ausente en otras partes de Venezuela, pero típicas en el criollo francés. (Cf. Lipski 2003b.)
Este tipo de doble negación no es del tipo ‘ne…pas’ como en el francés, pero esta autora todavía no ha encontrado ejemplos del tipo a que refiere Lipski.
A pesar de las extendidas actitudes negativas, algunas personas siguen hablando la lengua y buscando maneras de promoverla. Después del I Encuentro en Güiria, se llevó a cabo una larga entrevista de carácter formal con dos informantes, esta entrevista a su vez fue grabada en video. Como parte de la contribución futura al Atlas Linguistique des Petites Antilles et de la Guyane, coordinado por LeDû (de próxima aparación), se realizó una entrevista basada en una lista específica de 446 palabras con el Sr. Saturnino “Liyó” Briceño y la Sra. Rosa Oliveno Briceño. La Sra. Rosa Oliveno de Briceño es hablante nativa de criollo francés y es de Venezuela, mientras que su marido, también nacido en Venezuela (1928), fue educado durante 9 años en Grenada y aprendió tanto el criollo de Grenada, como también el criollo francés venezolano, así como el inglés y el criollo inglés. Se realizaron cortas entrevistas informales con otras fuentes mayores en edad; muchos de ellos expresaron su nostalgia por el destino de la lengua; sin embargo, ellos no habían enseñado activamente la lengua a sus propios hijos.
Hace falta mucho más trabajo sobre la historia, el desarrollo y el estado actual del CFV (patuá), y esto será una parte central del proyecto en curso de esta investigadora, y autora del presente artículo, titulado ‘Comparative Study of French Creoles in the Southern Caribbean and Northern South America.’ [Estudio comparativo de los criollos franceses del sur del Caribe y del norte de Suramérica].
El comité organizador está planeando futuros Encuentros en diferentes localidades en Venezuela y en el resto de la región caribeña. Todavía está por verse qué tan lejos llegarán estas ideas y eventos hacia el desarrollo y la planeación de la lengua. Sin embargo, es importante resaltar que la menos conocida, la menos estudiada, la menos esperada, y, quizás, la variedad de criollo francés que corre más peligro de extinción en las Américas bien podría ser una de las lenguas a la cabeza en la renovación de la conciencia sobre la lengua y los vínculos lingüísticos con el resto de la región.
Epílogo
El II Encuentro de Abuelos patuá parlantes de Venezuela del Caribe (en Homenaje a Saturnino (“Liyó”) Briceño se celebró entre el 25 y el 27 de septiembre de 2008, una vez más en Güiria, y organizado nuevamente por Omaira Gutiérrez. El encuentro estuvo en el marco de una celebración aún más grande “El Caribe, Eje de la Diversidad Cultural” celebrado entre el 24 de septiembre y el 1º de octubre de 2008, bajo el patrocinio del Centro de la Diversidad Cultural (El Foro de los 100 Días 3), e incluía los pueblos de Güiria (Municipio Valdéz), Río Caribe (Municipio Arismendi), Carúpano (Municipio Sucre) y Cumaná (Municipio Bermúdez) del Estado Sucre.
Hubo varias diferencias entre este segundo Encuentro y el primero. En primer lugar, en esta ocasión se notaba la ausencia de Rosa Bosch quien se encontraba delicada de salud en Caracas. De igual forma, se notó la ausencia de Juan José Salinas, uno de los más comprometidos y entusiastas miembros de la comunidad que falleció una semana antes (de hecho cinco ancianos, hablantes de criollo fallecieron entre el 2005 y el 2008). En general, hubo menos participantes del mundo académico, excepto Emilio Esteban Mosonyi de la Universidad Central de Venezuela quien sigue dando un apoyo muy fuerte al movimiento creciente. También participaron miembros del Centro de Estudios Caribeños en Cumaná, de la Universidad de los Andes y la Aldea Universitaria de Güiria de la Universidad del Oriente donde celebraron todas las sesiones principales. La delegación de Trinidad & Tobago fue mucho más pequeña que en el 2005, dado que el coro Vini Chanté no pudo asistir.
En segundo lugar, este Encuentro fue dedicado a una persona viva, el Sr. Briceño, quien ha encabezado la Asociación de Patuá-Parlantes, y quien es el director, cantante principal y compositor de la banda Patuá Sonen . Briceño ha estado investigando y trabajando en la preparación de un diccionario y materiales de enseñanza, mientras da clases y motiva a otros a aprender, usar y enseñar la lengua. El programa del II Encuentro incluyó dos Talleres Prácticos de Patuá dirigidos por el Sr. Briceño, Luisa Elena López H. y Juan Facendo así como Una Conversa en Patuá, a diferencia del I Encuentro en el cual sólo hubo un evento de este tipo.
Hubo un uso marcado de la lengua en la escritura, en los carteles así como en los talleres.
Ejemplos de los carteles son ‘¡Bienvini Camagá! ¡Bienvenidos a Guiria, Tierra de Gracia!’ (Bienvenidos amigos (kamawad) y ‘Tymamai La’ (‘Los niños’). En uno de los talleres, dirigido por Briceño y López, se presentaron las lecciones usando PowerPoint, con lecciones del alfabeto, gramática, ejercicios e ilustraciones.
Hubo también una participación más activa por parte de los niños—más niños asistieron a los talleres y hubo dos coros infantiles cantando canciones tradicionales en criollo francés.
Aunque marcado por ausencias, muertes y una asistencia general más baja , el II Encuentro fue organizado por activistas sociales, culturales y lingüísticos (quienes en su mayoría también fueron los asistentes) muy dedicados y motivados de los Estados Sucre y Bolívar, cuya dedicación estuvo a prueba pero se mantuvo firme durante los tres años de los dos Encuentros.
Dos eventos más han tenido lugar a lo largo del 2009, el primero en agosto y el segundo en noviembre. El primero de ellos fue el III Encuentro, en esta ocasión en El Callao del cual se produjo una declaración. El segundo fue un Encuentro divido a su vez en dos partes; la primera parte fue el Encuentro Regional alrededor del tema: “Educación Intercultural y Derechos Lingüísticos”; y la segunda parte fue el Encuentro Nacional cuyo tema central fue “Diversidad Cultural y Educación para la Interculturalidad. Ambos estuvieron bajo la organización del Centro de Diversidad Cultural (Oficina Técnica de
Enlace UNESCO) del Ministerio de Cultura.
A nivel nacional, la Ley Orgánica de Educación ha sido aprobada dándole a cada grupo étnico, minorías y otros, el derecho a la educación bilingüe y bicultural. Con el total apoyo de los Ministerios de Poder Popular para la Educación y para la Cultura, el patuá venezolano cuenta ahora con protección oficial del gobierno. Tanto así que la Embajada de Venezuela en Puerto España está dispuesta a impartir clases de Patuá junto con las clases de Español que tradicionalmente ofrece, reconociendo así al Patuá como lengua venezolana y con el deseo de promover su uso como parte de sus continuos esfuerzos de cara a la integración regional. Más de dos siglos después de la llegada no oficial del Patuá a Venezuela, ésta lengua aún se habla por descendientes de inmigrantes antillanos. Los hablantes que aún quedan en el país se presentan como un grupo unido y listo a defender, fortalecer y promover la lengua en el siglo XXI y en el futuro, tanto en Venezuela como en el país vecino de Trinidad y Tobago.
Una versión anterior a este artículo fue publicada en el Journal of Pidgin and Creole Languages (Revista de Lenguas Pidgins y Criollas). Esta versión ha sido traducida al español y publicada nuevamente con el permiso de John Benjamins.
Agradecimientos a Diego Mideros y Nicole Roberts (traductores) y también a Ramón Mansoor.
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