Antonio Pérez Esclarín: ¡Todos a votar  el 21!

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¿Cómo es posible que haya personas que reconocen que este es el peor gobierno de toda la historia de Venezuela, que ha destruido a uno de los países más prósperos  de América,  pero aseguran que no van a votar en las próximas  elecciones  y, peor aún, llaman a la abstención o incluso critican como traidores o colaboracionistas a los que optan por esta salida democrática?  Si rechazan el camino electoral, ¿cuál es el camino alternativo que proponen? ¿Volver a las  guarimbas y trancazos  que, ante un gobierno sordo a los reclamos y dispuesto a todo,  trajeron sangre, muerte y destrucción y se mostraron  inútiles? ¿Habrá todavía personas  que claman por un  golpe militar o,  peor aún, por una intervención extranjera que sólo traería más miseria,  destrucción  y muerte? Si en verdad, desean salir de este gobierno,  ¿la solución es no hacer nada y fortalecerlo entregándole la mayoría de las  gobernaciones y alcaldías? ¿Qué se logró con la masiva abstención en las pasadas elecciones? ¿Cómo no comprender que la abstención y la división de la oposición es lo que le conviene al gobierno y por ello ha puesto todo su empeño en lograr  ambas cosas,  con la esperanza de que la gente no saldrá a votar o perderá el voto al tenerlo que repartir  entre múltiples candidatos? ¿Cómo es posible que el escaso 15 % de los que apoyan al gobierno logre triunfar sobre el 85% restante?

Superar la situación que vivimos, supone abandonar el  temple resignado y derrotista   que desdice del espíritu ciudadano, capaz de crecerse con los reveses y las dificultades.  La pelea es peleando y no ir a votar supone entregar en bandeja de plata la victoria al rival, que cuenta con una minoría que irá a votar por convicción, por miedo o por recibir una limosna.  Es bien cierto que en Venezuela las elecciones no se dan en términos equitativos pues el gobierno utiliza sin pudor todos sus recursos y poder   para imponer a sus candidatos, pero eso debería motivar a los opositores a dar la pelea  con más entusiasmo.  Los espíritus   combativos se crecen en las dificultades.  Si bien es lamentable que la oposición vaya tan dividida pues es evidente  que a numerosos candidatos les importa más alimentar su ego, vanidad y autoengaño de que son  la alternativa,  debemos superar la natural desazón que propicia el espectáculo de tantos candidatos,   y  pensar bien nuestro voto para apoyar a aquellos candidatos que tienen chance de ganar y suponen una verdadera alternativa.  Si bien la Constitución garantiza el derecho de todos a postularse, es necesario que cada candidato sea objetivo y analice fríamente sus posibilidades  de ganar, y si es necesario, renuncie a su candidatura por el bien del país.  Ante la amenaza mundial que suponían Hitler y el nazismo, las fuerzas democráticas no vacilaron en aliarse con Stalin, a pesar de que sus diferencias eran irreconciliables. Del mismo modo, salvar a Venezuela exige grandes sacrificios y superar barreras y diferencias. Sería injustificable e imperdonable  que el egoísmo siga reforzando la división. Tampoco sirve   abstenerse por pensar que el Gobierno falsificará los resultados. No dudo que lo intente, pero le va a ser muy  difícil si se garantiza una observación imparcial.  No caigamos en la trampa del Gobierno  y salgamos todos a  votar con ánimo el  21  por aquellos candidatos que tengan chance y sean una verdadera alternativa.  Es hora de recuperar el voto como salida democrática.

pesclarin@gmail.com – @pesclarin – www.antonioperezesclarin.com

 

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