Hace 543 años, en noviembre de1478, el Papa Sixto IV auspicia la tortura y la muerte a infieles, brujos o herejes en España, al crear la Santa Inquisición.
Pero esta institución, había sido fundada en 1154, por el Papa Lucio III contra los cataros y albigenses, acusados de herejía en el sur de Francia y luego auspiciada por los papas que le siguieron y la extendieron por Italia, Portugal, Suecia, España y América.
Ciento de miles de personas, fueron torturados o asesinados acusados de herejía, brujería, homosexualismo, ser judío o musulmán; muchas de estas acusaciones tenían intereses económicos o políticos.
Las principales torturas eran:
1.- La garrocha, colgado de los brazos atados por la espalda se le dejaba caer, sin llegar al piso, hasta que se las descoyuntaban.
2.- El potro, acostado, amarrado de pies y manos se los estiraban con un aparato con consecuencias similares en miembros superiores e inferiores.
3.-Tormenta de agua, se la echaban en la boca con la nariz tapada para ahogarlo poco a poco.
4.- La pera, que introducían por la vagina o el ano, agrandaban por un mecanismo de tornillos, hasta reventar los órganos interno. Los sobrevivientes podían se quemados vivos en los llamados actos sacramentales.
Castigos similares, también sufrieron cientos de miles de personas, a manos de cristianos protestantes en Inglaterra, Irlanda o Alemania, es decir en todo el resto de Europa y América del Norte, acusados de no creer en esos cultos muy cristianos.
En esta rueda se podían aplicar varias torturas a la vez como estirar los brazos y piernas o verter agua en la boca, con la nariz tapada. En los famosos actos sacramentales se quemaban vivos a los condenados.