“Como he dicho en repetidas ocasiones, los exámenes preliminares no deben prolongarse durante períodos de tiempo excesivamente largos y deben llegar a una conclusión tan pronto como los criterios establecidos en el Estatuto de Roma se hayan evaluado adecuadamente sobre la base de la mejor información disponible”: Karim Khan.
No soy tan atrevido como para entrar en los asuntos medulares de la materia jurídica —menos aún donde hay suficientes expertos de aquí y foráneos que han venido fijando criterio sobre la firma conjunta del Memorando de Entendimiento el 3 de noviembre de 2021 en el Palacio Presidencial. Sin embargo, la penumbra de ese punto determinado, no me inhabilita para señalar algunos aspectos que están vinculados con ese acontecimiento histórico que es considerado así por medios de comunicación, analistas y políticos.
Por ejemplo, nadie esperaba que el fiscal del Tribunal Penal Internacional decidiera anunciar la apertura de una investigación al régimen madurista en la misma sede de la presidencia venezolana. Pero Karim Khan decidió dejar claro desde el principio su independencia e informar de su decisión al mundo cara a cara con Nicolás Maduro. Las preguntas que muchos nos hacemos, probablemente sin respuestas a punta de boca, son entre otras: ¿qué consecuencias políticas, económicas y de otras índoles se pueden derivar de esos hechos —violaciones de los Derechos Humanos— contemplados en el Estatuto de Roma? ¿El régimen seguirá encarcelando y persiguiendo inocentes sin pruebas de ningún tipo? ¿Respetará, a partir de ahora, los lapsos determinados en las leyes para detener a un ciudadano? ¿En otras palabras, habrá que esperar que la CPI dicte sentencia, quien además no tiene tiempo determinado para dar su fallo? Esas preguntas aparte [HS1] de la corrupción, causante del caos de los venezolanos, de la ruina del país, seguirán sin respuestas…
Entrando ahora en otros puntos, pero conexos, insisto en lo lamentable e irracional de que el 85 % de los venezolanos, quienes rechazan a Nicolás Maduro, se abstengan de participar en un acto electoral que sería un avance; léase bien avance, para lograr más adelante la salida de NM del poder. El absurdo. No sé si la aceptación del absurdo de Albert Camus tenga algo que ver con esto de que el 15 % se imponga sobre el 85 %. Es evidente que esta mayoría se autoflagela por mantener una posición invariable frente a las votaciones del 21 de noviembre por disconformidad con algunos dirigentes políticos, pero es pagar un precio exorbitantemente costoso. ¿Es que acaso no se dan cuenta de que ese hecho demorará por varios años más la salida de NM de Miraflores [ HS2]? Como contrapartida, la desilusión, el abatimiento, la depresión, caerá [HS3] n como una gran piedra sobre la cabeza de los votantes y abstencionistas por igual. No habrá diferencias entre unos y otros.
De cualquier manera, creo inevitable, quizá necesario, que [HS4] se produzca a partir de ese momento, un cambio de la dirigencia política opositora, sin excepciones y sin exclusiones. Se apagará la lucha por mantener la unidad de los diferentes partidos políticos que tanto tiempo y sacrificio ha costado. Pasarán por la guillotina a moros y cristianos. Los cambios se darán y cada organización partidista hará su trabajo político. Creo que esto será, finalmente, lo más conveniente para la democracia. Es cuestión de unos pocos días solamente para saber la verdad de los hechos. No solo el señor Karim Khan solicita paciencia… la oposición igualmente necesita una buena ración de esa pócima.
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