Votar el 21N constituye la expresión sabia y definitiva de una sociedad democrática, harta de soportar un revolucionarismo militarista corrupto, que después de más de 20 años de conspiración y desgobierno, tiene que enfrentar lleno al miedo de elecciones de las elecciones de Gobernadores y Alcaldes, que potenciarán el referéndum revocatoria que crecerá a partir del 5 de enero de 20222. Votar para la gran masa democrática constituye oportunidad plena para demostrar el gen democrático, la decencia cívica y la convicción de contener definitivamente al golpismo-cubanismo, que se ha atrevido a subestimar los valores y coraje de la venezolanidad democrática. Por ello, el 21N se mostrará la importancia y peso cívico de los demócratas de Venezuela.
El voto democrático del 21N será un hecho político para reponer a los Gobernadores y Alcaldes a través de la participación política contendiente y de todos aquellos demócrata como una decisión para intervenir gubernamentalmente, con sobrada legitimidad, en el ejercicio del poder para nombrar gobierno regionales. La comunidad democrática venezolana gobernando municipios y estados según lo establece la Constitución harán renacer, nuevamente, la democracia en Venezuela. Estas elecciones significan un paso cierto para desplazar la barbarie y corrupción del socialismo militarista. Apartar de una vez a tanto Gobernador distante y en contrario a la democracia, cercano al asalto a la violencia, a la imposición de turbias y equivocadas decisiones que, a partir de ahora tendrán que confrontar la venezolanidad como componente social de pesa y decisión que nos conlleva a hacer política según la nueva vía, la decencia electoral y el respeto a las leyes.
El voto del 21N recuerda el hecho electoral del 6D 2020 cuando más de cinco millones de ciudadanos se atrevieron a separarse ese día del voto de una imposición militarista. El régimen no ha terminado de comprender tal certera decisión política de los ciudadanos, que hoy constata la perversión y la desgraciada pretensión de un gobierno militarista. Este 21N como una gran participación, una sólida actitud y aptitud pública se demostrará a la indecencia del régimen, que la venezolanidad sabe de ética y esa muestra servirá para que se entienda cómo se quiere la república, por cuanto se podrá seguir manejando con compromisos asertivos los diferentes estados y municipios de la Venezuela democrática.
El voto del 21N apunta a la democratización real del venezolano, no al ejercicio político del gobierno regional y local ¡No! Como se comprenderá el hecho electoral es un hecho que impone hacer política. Se hace política accionando con la ley todas aquellas tareas que permiten alcanzar el poder, no la antipolítica y la inmoralidad que plantea el plan de machete y el fusil. El país se cansó y sufre por el impacto de la diáspora, desarrollada por el gobierno ladrón e incapaz de la revolución. La plaga politiquera practicante de la antipolítica no podrá jamás alcanzar una posición de gobierno. Están descubiertos y serán enjuiciados por tratar de destruir la venezolanidad, la decencia, la ética y la capacidad de crecimiento que permite la participación política para elegir Gobernador y Alcaldes demócratas.
Definitivamente el 231N se consolidará en oportunidad cierta para negar espacio a la violencia e incapacidad, abreviándose la sabia ocasión para que haya gobiernos decentes, propicios, reales, democráticos, que además les toca construir desde el comienzo para ir encaminando el revocatorio a quien es el principal responsable de la regresión de Venezuela. Son tan torpes que aún no han terminado de caer en cuenta que la Venezuela Estado es objeto de un rechazo de todos los venezolanos por quien creen que gobiernan al país con el plan de machete y el fusil.
La ciudadanía crítica de una mayoría de instituciones y estados hoy pueden comprender, desde ya, que el absurdo de la violencia e incorporación del voto el 21N es una gran oportunidad para los venezolanos demócratas. El 21N la sociedad democrática estará capacitada para reordenar la ecuación del poder político hasta llegar al revocatorio. La ciudadanía como masa democrática se convierte en vector, motor y motorizador de dos espacios políticos críticos: designar con sus votos a Gobernadores y Alcaldes para más importante aún, convertirse en una fuerza política que asuma la responsabilidad por motorizar el referéndum revocatorio.
Motorizar el referéndum revocatorio es una real necesidad política que dibuja el Ambiente Político Real Electoral, habida cuenta la grave crisis que operativiza, que enrolla, que enreda a la revolución militarista cercada por el desprecio político de los venezolanos, pero también por la internacionalización donde muchos Estados están claros de los errores y fallas de este régimen. Una sociedad como la venezolana, que va a elegir a sus Gobernadores y Alcaldes no tan sólo va hacer una elección por un poder local y regional, está enviando un mensaje claro y valiente para el régimen esté conteste del inicio del referéndum revocatorio, desde ahí se comienza con la reinstitucionalización de la democracia. Todo ello ocurrirá en el importante momento del voto de Alcaldes y Gobernadores, instituido como un hecho político el próximo 21N.
Es original,
Director CSB-CEPPRO – @JMachillandaP