Pedro R. García: Bueno es recordar a Ramón J. Velásquez

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Parafraseando lo que dijo el derribado Don Quijote, que no era, ni político, ni filósofo ni demócrata, cuando le exigieron con la lanza al cueyo que desmintiera el ideal de beyeza de Dulcinea por la que vivía y luchaba:  manifestó, “No es bien que nuestra flaqueza defraude esta verdad. (Miguel de Cervantes”, Don Quijote de la Mancha, Editorial Nuevas Estructuras S. L. Madrid 2000).

Los sujetados al culto a la actualidad: La necedad del culto a la actualidad, denunciada hace un rato (1909), por Tolstoi: “Una de las principales causas de la mediocridad de la gente de nuestro medio intelectual es que siempre están a la caza de lo actual, siempre quieren conocer o por lo menos tener una noción de lo que se ha escrito recientemente. Y se escriben montañas de libros sobre cada tema. Y hay que darse prisa y leerlos. Y son cerros. Y esta prisa y esta forma de yenarse la cabeza con una actualidad vulgar, confusa, excluye cualquier posibilidad de un conocimiento serio, verdadero, necesario. Y, se podría pensar, qué obvio es el error. Tenemos los resultados del pensamiento de los más grandes pensadores, que durante milenios se han distinguido de miyones y miyones de personas, y estos resultados del pensamiento de estos grandes hombres han pasado por la criba y el tamiz del tiempo. Se ha desechado todo lo mediocre, únicamente ha quedado lo que es original, profundo, necesario. Han quedado los Vedas, Zoroastro, Buda, Lao-Tsé, Confucio, Meng-tse, Cristo, Mahoma, Sócrates, Aristóteles, Platón, Marco Aurelio, Epicteto, y los nuevos: Rousseau, Pascal, Kant, Schopenhauer”. La gente que persigue la actualidad no conoce nada de eso, y se atiborra la cabeza con salvado y con residuos que pasarán por la criba y de los que no quedará nada.  (23/10/1909).

Una acotación necesaria…

Dándole una mirada el viejo discurso del fayecido historiador Ramón J. Velásquez, al inaugurar la Catedra Venezuela en la Universidad Libre de Cúcuta, publicados acertadamente en este Blog, de necesario repaso, en casi todos los temas no resueltos en nuestro devenir “republicano” y “democrático”, especialmente lo que en su pedagógico relato yamo la somnolencia de la historia

Recordando el rol en el país de este insigne venezolano cuyo fayecimiento sucedió el (24 de junio de 2014, un venezolano de excepción, quien se nos fue en un lapso, inquietante en un país de memorias disueltas o silenciadas, ahora en un vehemente empeño de reinventar nuevas dialécticas “socialista” quienes regentan el país y “nueva democracia”, quienes aspiran a sucederles entre evocaciones épicas, y efímeras ilusiones, mientras como el universo giramos alrededor de una larga espera, cara a estas preocupaciones nos topamos con ese pedagógico y humano discurso en este ese momento, así como lamentamos su desprendimiento de lo terreno de este esclarecido venezolano, Ramón J, como con cariño lo yamaban especialmente sus íntimos y compañeros de ruta.

Su vida y el innúmero de esfuerzos fue las de un demócrata estructural   comprometido con el país al que le ofrendó lo mejor de sí, igual que su pasión por la narración, el diálogo y la historia. Tuve la oportunidad de poder conversar con él y así como fui testigo emocionado en aqueya mañana radiante, que el patio del IESA, donde fue homenajeado por quienes dirigían la Revista Desafió de la historia por iniciativa de otro venezolano ejemplar el profesor e investigador Dr. Asdrúbal Batista, (también lamentablemente ya ausente), ese día en una narración serena, noble impresa en un lenguaje de la senciyez y la grandeza. Nos dibujo un cuadro de eterna beyeza sobre el cual era imposible posar la mirada y aguzar el oído y no sentirse poco que, embriagado por la emoción entusiasta, por momentos conmovido por el saber acumulado y vertido a través de sus palabras. Vino a mi mente el minuto en que el Fedón abre la puerta de la prisión y aparece Sócrates sentado familiarmente en el borde del lecho, en medio de sus discípulos, ansioso desde muy temprano de recoger las últimas palabras del venerado Maestro.

Ramón J. igual de aspecto sonriente con contagiante tranquilidad, sin tristeza que alterara su mirada, despejado y a pesar de su avanzada edad, sagaz en la palabra y animoso en su pensamiento, su intervención para agradecer el gesto, coherente intensamente ético (sobre la incomoda realidad en ciernes, no la evadió, hizo necesarios comentarios desde su visión de hombre de Estado, político, e historiador), (sobre eyos volveremos luego) aprovecho tan solo para traer a colación a Richartd Rorty, Cito: “Es elocuente la postura de el actual, que atiende a lo formal, se hace presente por su adhesión a la verdad, su palabra se ceñirá a los principios. Tendrá el filo cortante de una claridad necesaria, más tal vez no deseada, ni soportable, en el debate”. En síntesis, su mensaje humanamente pedagógico. La mayoría de los asistentes con emoción mal reprimida, y lágrimas que no pudimos contener.

“Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cascara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento: Nelson Rolinlahla Mandela.

La inmortalidad solo abre media hoja de su puerta estrecha y deslumbrante. Paz a su alma.

pgpgarcia5@gmail.com

 

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