Tucupita trata de reinventarse este diciembre

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De entre las cenizas, porque los años 2016 al 2018 fueron los más difíciles para la mayoría. Las migraciones masivas eran las más fijas de las decisiones. No es que ahora todo haya regresado a la normalidad, pero basta mirar un poco atrás para diferenciar.

Tucupita intenta levantarse de entre las cenizas y busca hacerlo con más fuerza en diciembre, que comenzó este miércoles. La dolarización ha ayudado en gran medida y eso lo ha admitido el mismo Estado venezolano, cuyo mandatario ha dicho que ha supuesto ser «una válvula de escape».

Si antes no se manejaban términos o nomenclaturas dolarizadas, ahora sí. Entre finales de noviembre y ahora ya estando en diciembre, los deltanos han salido a emprender, a reinventarse, a aprender nuevos oficios que les suponga otros ingresos.

Busca dejar a un lado la dependencia del Estado para asumir otro reto. Atrás va dejando la desesperanza, las quejas sin intentar cambiar su realidad de acuerdo a las posibilidades y propias decisiones. Este último punto incluso es cuestionado por algunas personas cuyo punto de vista los vira a pensar que se trata de una sumisión a un sistema de gobierno cuestionado, sin embargo, por otros es visto como una resistencia, una iniciativa por no dejarse dominar con algún bono, sueldo gubernamental u otra maniobra de dominio. Se trata, en cambio, de por poder emprender con servicios de calidad, por mejorar sus propias condiciones de vida, por cambiar finalmente nuestra cultura de ver y tomar las cosas, lo que finalmente podría ser un acercamiento a la libertad.

Quienes se fueron del país han aportado mucho porque la tierra y sus familiares que los vio partir- incluso para siempre- siga independizándose, levantándose de entre las cenizas, con trabajo, con otro tipo de mentalidad cultural. De que cada esfuerzo vale la pena por salir adelante. Es el complejo sistema cultural que debe empezar por la no dependencia del Estado, pese a que este ponga todas las trabas posibles con un modelo de gobierno que no ha resultado a lo largo de la historia.

Tucupita busca renacer de entre las cenizas con trabajo, esfuerzo, independencia.  Resurge con aquella señora que se empoderó y ahora vende empanadas cotizadas en dólares, porque supo que no solo los grandes comerciantes pueden  gestionar sus gastos en divisa extranjera. Recobra vida con aquel señor que fue a limpiar monte y puso el valor de su trabajo en dólares, que a fin de cuentas terminará en las cajas del comercio, lo que a su vez significa un pago de impuesto posterior a una municipalidad que debe ser transparente con estos recursos.

La Tucupita que se vio y se ve a finales del año 2021, no se parece a la del 2016. Esta ha aprendido la lección y por eso busca salir de abajo con el esfuerzo de todos; es lo que puede verse a diario, es constatable, está a la vista de todos y entre los números de los grandes empresarios de la localidad. Estas afirmaciones van mucho más allá de una simple opinión.

Esto podría ser un buen comienzo, ahora el reto es poder llegar hasta el final de esta desagradable realidad.

TaneTanae

 

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