El presidente de Colombia, Iván Duque, revivió sus críticas al régimen de Venezuela en el cierre del XXVII Congreso Bienal de la Asociación Mundial de Juristas donde afirmó que no cesará de denunciar ante el mundo la dictadura de Nicolás Maduro.
«Levantar la voz contra la dictadura de Maduro no es una opción, es un deber moral y nunca lo dejaremos de hacer», manifestó el presidente ante un auditorio en el que estaban presentes el rey de España, Felipe VI, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Al referirse a las penurias diarias de los venezolanos, Duque dijo: «No podemos guardar silencio frente a estos hechos» y recordó que él, junto con otros jefes de Estado, denunció «a ese régimen» ante la Corte Penal Internacional (CPI).
Según el mandatario, actitudes como esa son «lo que esperan nuestros pueblos de nosotros; extender una mano amiga a quien quiere tener esperanza es también un imperativo para nosotros».
El jefe de Estado colombiano criticó además el llamado «socialismo del siglo XXI», así como a la revolución bolivariana de Venezuela por apropiarse de la figura del Libertador Simón Bolívar.
En su opinión, a la figura del prócer «la han tratado de desfigurar, manosear y manipular para ponerla al servicio de las dictaduras» y añadió: «Bolívar no les pertenece a aquellos que están sometiendo al pueblo, Bolívar le pertenece a la democracia».
Duque, quien recibió en nombre del pueblo de Colombia el Premio Mundial a la Paz y la Libertad, otorgado por la Asociación Mundial de Juristas (WJA, sigla en inglés), se refirió también a la alta migración de venezolanos a Colombia país que ha dado «cabida a más de 1,8 millones de migrantes con un Estatuto de Protección Temporal».
«Ellos huyen con frío en los huesos, con la desolación de la ignominia de un régimen que acabó por completo con este país, con la independencia de poderes, con la libertad de prensa y con las libertades económicas», agregó.
Igualmente se refirió a los esfuerzos para atender esa alta migración a pesar de las limitaciones y señaló que, «sin ser una nación de recursos económicos ilimitados, Colombia ha demostrado al mundo que la inmigración con fraternidad es mucho más fuerte y mucho más sólida».
EFE