Crisanto Gregorio León: La caperuza Sussana y el lobo Coronel

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“La maldad usa muchas máscaras, la más peligrosa es la máscara de la virtud. Johnny Depp.

Si, Sussana usa una Caperuza, una capucha con la que pretende ocultar su atracción sexual hacia los delincuentes y corruptos, y ahora mismo hacia el delincuente y corrupto de su jefe el lobo Coronel; además de querer camuflar sus artimañas  y embaucadoras trapisondas con una imagen que no le cala, que no le viene, que no le encaja; pues sus máscaras ya son conocidas.  Vive en el bajo escondrijo de su indecencia y con una moral de bota ancha. Es la mano artera de su lobo Coronel, en la que una débil línea los confunde porque son recíprocos fetiches, donde cada cual se siente la mascota del otro.  El síndrome del Coronel es la licantropía, el síndrome de Sussana es la hibristofilia.

El lobo Coronel  ya no disimula, ni siquiera frente a un calderón hirviendo. La institución es un antro, una Sodoma y Gomorra. El  licántropo psicópata narcisista y voyerista se siente henchido por su sexualidad libertina que le da rienda suelta a su erotopatía, sin restricciones morales y con crímenes, además de blasfemias contra todo lo sagrado, donde  Sussana se soltó el moño y ha desconocido sus enseñanzas cristianas. Ella, la Caperuza Sussana, se ha vuelto apóstata de Cristo. Y ya el licántropo Coronel no recorre con asiduidad los burdeles como es su costumbre, ha disminuido las visitas a lupanares;  porque ahora tiene a la Caperuza Sussana y a los clientes internos y externos que acosa, corrompe y agrede sexualmente. Los encuentros furtivos disfrazados de reuniones de trabajo, engañan incluso a la más vigilante y astuta de las policías. ¿En qué momento? Ellos construyen el momento.

Recordemos que este lobo Coronel es un depredador social, además de un depredador sexual y en su licantropía o caracterización de lobo o de perro es un depredador salvaje. La licantropía es un síndrome delirante caracterizado por la creencia del paciente de ser un animal salvaje o peligroso. Nada más hay que ver al Coronel psicópata  narcisista y voyerista cuando siente enojo, como no sabe ni puede gestionar sus emociones, empieza a mover los labios y a pelar los dientes salivando, imitando el hocico de un perro o de un lobo rabioso. Y no es un contexto lúdico, ni divertido ni gratificante.

El complejo narcisista de superioridad del licántropo Coronel, así como saberlo un delincuente  es lo que a la Caperuza Sussana le atrae de su jefe,  la mantiene en el infierno de sus bajas pasiones y no son lluvia de bendiciones para sus vidas ni para la vida del maldito Coronel, que entrambos cometen las mayores injusticias en contra de los empleados y trabajadores que convierten en sus víctimas. Fíjense hasta donde han llegado el trastorno y la perturbación de la Caperuza Sussana que usa a su inocente cónyuge para diseñarle al psicópata gratificantes cumplidos. El adulterio no solo es físico, de obra, sino mental, de pensamiento. ¿Entendiste Anastasia? , error Caperuza Sussana.

Los sueños de la Caperuza Sussana dejaron de ser húmedos para convertirse en mares obscenos. No le importa la bisexualidad ni ninguna de las parafilias de su jefe. Ella sola ha abierto como cachorra juguetona las puertas de su sodomización, exponiendo su vientre en señal de sumisión y confianza, indicando a su jefe que él es el alfa,  en la que el psicópata inusualmente por esta vez, no ha usado el gaslighting, pues ella solita busca y se entrega al lobo psicópata para que se la coma.  El psicópata no ha anulado la voluntad de la Caperuza Sussana, ha sido ella quien se ha entregado voluntariamente. Las maldades de ambos se han encontrado en escenarios perversos, llenos de lujuria y de pecado.

Se la graba a la Caperuza Sussana subiendo y bajando las escaleras, presurosa y arrastrándose para encontrarse con el enfermo de su Jefe, con las carpetas en las manos, para programar sus próximas maldades en contra de los trabajadores y luego genuflexa en la puerta del psicópata, ante su burbuja narcisista, esperando que el lobo Coronel eventualmente la flagele.

Seguramente el Señor de los cielos tendrá más compasión con una prostituta adicta al crack, que con estos dos personajes que despiadadamente traman la forma y manera de burlarse de los seres humanos que sustentan sus economías familiares con base a un menguado salario, que con la Caperuza Susana y el maldito Coronel que en sus deformaciones mentales abusan de su circunstancial momento  de protagonismo y se entrelazan cuales áspides infernales.  Porque son como los sepulcros blanqueados, que por fuera se ven hermosos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Mateo 23:27.

Mientras el Coronel maldito , el psicópata integrado se llena a borbotones sus bolsillos de dólares por el giro ilegal que le ha dado a la empresa ; muchas otras barbaridades y crímenes se cometen en la institución, con la complicidad de diversos actores y monos voladores , guiados por un anti líder, por un líder negativo, por el lobo Coronel psicópata narcisista y voyerista  disfrazado de persona empática para poder calar y pasar inadvertido , actuando a un personaje que no es en realidad porque su verdadera personalidad es la de un ladrón y delincuente; pero está haciendo histrionismo para no ser descubierto y lo peor del caso  es que la mayoría sabe que se trata de un trastornado y cual rebaño sin autoestima y sin pensar en  sus almas , le siguen arrastrados  el juego maléfico de corrupción , maldad, indecencia, inmoralidad y decadencia espiritual.

Sí, Sussana usa una Caperuza y el Coronel es un licántropo…Ella ha sucumbido a las pasiones del alma, a la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza espiritual. Ella es la personificación femenina de su jefe, ella lo emula, pero no le cuesta mucho porque en esencia es maldad como él.  Una decente señora, me comentó. No sé qué opina usted, pero la Caperuza Sussana está llena de maldad. He aquí la respuesta.

La maldad no es algo sobrehumano, es algo menos que humano. Agatha Christie.

Profesor Universitario/Abogado/Psicólogo/Periodista/Escritor – crisantogleon@gmail.com

 

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