Rafael A. García: EE.UU.; Rusia y sus intereses comunes en el Medio Oriente

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En estos juegos de guerra,  el capitulo Venezuela…

Como lo señalo Lord Palmerston, un político Inglés que vivió entre 1784 y 1865. “Inglaterra no tiene amigos permanentes ni enemigos permanentes. Inglaterra tiene intereses permanentes”, y es de allí que viene todo lo demás.

Una Visión…

Desde 2012 hemos venido escuchando a analistas importantes señalando que los EE UU y Rusia tienen intereses comunes en el Medio Oriente y que están tratando de cooperar entre sí, a pesar de la constante oposición de los halcones liberales además de (la señora Clinton así como Petraeus, Allen, Feltman y la señora Power). Para el experto rumano en temas militares Valentín Vasilescu, (fuente Voltairenet), el enfriamiento de las relaciones entre Riad y Washington fortalece esa ecuación. Según la “teoría del Heartland”, enunciada en 1904 por Halford John Mackinder ante la Royal Geographical Society, la cuna de la civilización (World-Island) abarca los 3 continentes geográficamente conectados entre sí: Europa, el norte de África y Asia. El acceso a su eje (Heartland), donde se concentra el 60% de los recursos mundiales (minerales, agua potable, tierras fértiles para la agricultura y bosques) es un corredor yamado “semicírculo periférico interno”. Ese corredor se extiende desde el norte de África hasta Afganistán, pasando por la Península Arábiga y haciendo del Medio Oriente la “puerta de entrada central” del “semicírculo periférico interno”. Lograr el control de esa “puerta” ha sido el objetivo geoestratégico de las grandes potencias mundiales, fundamentalmente desde el fin de la segunda guerra mundial. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha resulto ser mucho más inteligente y equilibrado que sus predecesores George W. Bush y Bill Clinton, cuando adoptó como objetivos de su política exterior mantener el estatus de Estados Unidos como gendarme mundial y no malgastar los recursos financieros y militares en todo tipo de cruzadas inútiles. Por ejemplo, después de que Estados Unidos lograra poner el Irán chiita al borde de la bancarrota, al cabo de varias décadas de embargo, el presidente Obama estimó que podía poner en manos de la Arabia Saudita sunnita la tarea de mantener el orden en la región del Medio Oriente musulmán. Arabia Saudita es uno de los países más ricos del mundo y dispone de un ejército y de un servicio de inteligencia extremadamente poderoso, aunque el propio reino obedece a prácticas y a una mentalidad de carácter feudal. Al verse con las manos libres con respecto a Estados Unidos, Arabia Saudita, Qatar y Turquía comenzaron a soñar con un renacimiento del Imperio Otomano. Para concretar ese sueño, la primera etapa era poner en práctica el gigantesco proyecto de Qatar Petroleum, para abastecer Europa con gas Qatarí y Saudita a través de la antigua vía del gasoducto Nabucco. A pesar de haber nacido muerto, el gasoducto Nabucco contaba con el respaldo de la Unión Europea y de Estados Unidos. Como el nuevo gasoducto sacaba a Gazprom del mercado europeo, el aliado del Kremlin, Bachar al-Assad se opuso a que el proyecto de Qatar Petroleun atravesara el territorio sirio. Las mentes feudales que dirigen Arabia Saudita y Qatar elaboraron entonces un plan A, típicamente islamista, para derrocar a Bachar al-Assad. A ese plan dedicaron 4 000 millones de dólares, que se invirtieron en reclutar, entrenar y armar rebeldes islamistas que posteriormente, con ayuda de Turquía,
fueron introducidos en Siria. En 2011 estalla en Siria la guerra civil y, luego de 2 años de enfrentamientos armados que no bastaron para obtener lo que querían, Arabia Saudita y Qatar deciden aplicar un plan B. En aras de abrir al gasoducto de Qatar Petroleum una vía alternativa hacia Turquía, sin pasar por territorio sirio, Arabia Saudita y Qatar lograron, en 2013, fusionar en Irak una serie de bandas armadas sunnitas para conformar el Emirato Islámico. Pero el nuevo grupo escapa rápidamente al control de sus promotores al hacerse financieramente independiente, gracias a la conquista campos petrolíferos, refinerías y oleoductos existentes en territorio kurdo (en el norte de Irak). Turquía, adversaria de los kurdos, contribuyó ampliamente a ello, siendo el país a donde yega toda la producción de petróleo, a pesar de los numerosos informes del general estadounidense Michael T. Flynn, director de la DIA (Defense Intelligence Agency), la agencia de inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Sólo entonces comprendió la Casa Blanca que había cometido un error enorme al permitir que Arabia Saudita y Qatar sembraran el caos en el Medio Oriente. ¿Apoyar a Bachar al-Assad neutralizando el Emirato Islámico? Eso equivaldría a una declaración de guerra contra el mundo musulmán sunnita liderado por Arabia Saudita. El 14 de febrero de 1945, antes de ganar la Segunda Guerra Mundial, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt se reunió en secreto con el rey Abdul Aziz Bin Al-Saud a bordo del crucero USS Quincy, en aguas del Mar Rojo. El objetivo de la reunión era fijar las bases de una cooperación destinada a garantizar la estabilidad en el Medio Oriente al término de la Segunda Guerra Mundial. Washington tiene una deuda moral con Arabia Saudita, que ha sido el principal proveedor de petróleo de Estados Unidos durante 65 años. Como solución urgente, Washington decidió preparar un núcleo duro de 5 400 islamistas “moderado” que serían enviados a luchar contra el Emirato Islámico. Pero, ya en Siria, estos individuos se pasan al bando del Emirato Islámico. El caso más sobresaliente es el del coronel Gulmurod Halimov, ex comandante de la policía especial (OMON) de Tayikistán, quien siguió 5 cursos de la lucha contra el terrorismo en una base de las fuerzas especiales del Pentágono. En el centro de Siria, además de enfrentarse al Emirato Islámico, el ejército de la República Árabe Siria, tiene que luchar también contra el yamado Ejército de la Conquista (Yesh al-Fateh), que no es otra cosa que una alianza de facciones islamistas, algunas de ellas afiliadas al Frente al-Nusra la rama Siria de al-Qaeda. Ante las recientes ofensivas del Ejército Árabe Sirio, los jefes del Frente al-Nusra en la provincia de Hama decidieron coordinar sus acciones a nivel local con… los elementos del Emirato Islámico. Además, el Frente al-Nusra ha sustituido sus emblemas y banderas por los del movimiento Arar al-SAM, clasificado como “moderado”. Lo interesante es que el movimiento Arar al-SAM es miembro de la Hermandad Musulmana, establecida en Turquía según la doctrina y principios del Emirato Islámico. Otros 5 grupos terroristas se han sumado al movimiento Arar al-SAM, con la esperanza de verse clasificados también como “moderados” para recibir armamento antitanques de fabricación estadounidense del tipo BGM-71 TOW. Se trata de la brigada Tawi Al Arima (activa en la región de Damasco), el batallón Abu Amara (en la región de Alepo), la brigada Wa Atasimu (región de Damasco), la brigada Mártir coronel Ahmad Al-Omar y el Movimiento Binaa Umma (en las regiones de Daraa y Quneitra). Caminando sobre arenas movedizas y, además, en medio de un caos total, la Casa Blanca comenzó a hacer concesiones a quienes hasta hace poco eran sus adversarios. La primera de esas concesiones fue el levantamiento de las sanciones impuestas al Irán chiita, con la condición de que contribuya con sus tropas en la neutralización de los grupos sunnitas del Emirato Islámico. En Yemen, Arabia Saudita logró sorprender a los rebeldes chiitas huthis con un desembarco de tropas en el puerto de Adén. Como Arabia Saudita no dispone de los medios que necesita un grupo expedicionario (carece de grandes vehículos aerodeslizadores capaces de transportar helicópteros y no tiene medios clásicos de desembarco naval), tuvo que recurrir al navío HSV-2 Swift de los Emiratos Árabes Unidos. Ese navío de gran velocidad (80 Km./h), capaz de transportar hasta 500 toneladas de carga, comprado a la US Navy, dispone además de una pista de despegue y aterrizaje capaz de recibir 2 helicópteros MH-60. Pero después, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto dejaron sola a Arabia Saudita en su aventura yemenita. Egipto era el nuevo destinatario de los 2 navíos de la clase Mistral, de 21 toneladas y con 16 helicópteros de fabricación rusa a bordo. La razón del aislamiento de Arabia Saudita tiene que ver con los datos que los servicios de inteligencia (egipcios y emiratíes) han recogido sobre el enfriamiento de las relaciones del reino saudita con Rusia y, sobre todo, con Estados Unidos. Mientras tanto, Rusia y Estados Unidos concluyeron un protocolo de entendimiento destinado a garantizar la seguridad de sus vuelos militares sobre Siria. En ese documento, Rusia y Estados Unidos establecen un mecanismo común de órganos militares de control. Los procedimientos establecidos entre ambas partes incluyen un canal abierto de forma permanente para permitir el intercambio de información y la cooperación bilateral en caso de urgencia. Tripulaciones rusas y estadounidenses procedieron de inmediato a la realización de un ejercicio conjunto en condiciones próximas a las distancias mínimas de seguridad (a respetar por ambas partes). El vuelo tuvo lugar sobre la parte central de Siria, con informes radiales sobre los parámetros de vuelo transmitidos en ruso y en inglés a través de una frecuencia común. Visto desde esa perspectiva, para Obama, cuya imagen se vio empañada por la cuestión siria, la intervención militar rusa en Siria parece que fue s la solución más apropiada para que el presidente estadounidense en es momento logra salvar las apariencias. Es por ello es que el Presidente Trump mantiene el  interés en apoyar, por debajo de la mesa, o al menos permitir que Rusia haga lo que Estados Unidos no puede darse el lujo de hacer, para que el Emirato Islámico y los numerosos grupos islamistas creados por Arabia Saudita, grupos que representan un grave peligro para el Medio Oriente y los países del norte del Mediterráneo, desaparezcan lo más rápidamente posible. Implicaciones locales. Rusia está defendiendo su influencia en la región, poco le importa quién está en el poder en Venezuela. Lo único que le importa es que quien esté en el poder le garantice su presencia en América Latina”, la Rusia de Vladimir Putin ha tratado de recuperar los espacios que alguna vez tuvo en América Latina la vieja Unión Soviética. Yegó al poder con una añoranza de la antigua Unión Soviética y ha tratado de recuperar ese posicionamiento internacional y Venezuela le ha servido a ese propósito”., Rusia, en vez de apoyar la gestión chavista como quiere hacer ver el gobierno, usa al país para aprovechar su posición geoestratégica geopolítico.¡Cual puede ser la implicación de países como Rusia en la defensa del Gobierno ¿ el Gobierno de Rusia no se tiro en el piso en la ONU, A defender la gestión Maduro, ¿se replanteara la expansión de su alcance desde el punto de vista geopolítico para América Latina, para lo que Venezuela ha sido un instrumento excepcional… (Sobre la ampliación este tema capitulo Venezuela  volveremos Lugo).

Creo que el mundo esta al borde de un línea peligrosa por la tensión entre Rusia y Estados Unidos. Hay que detenerse. Mijail Gorbachov

rfg.vzla0611@gmail.com

 

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